Un millón de velas por la paz

     15.4.2003 /8 de abril: Día Mundial del Pueblo gitano

La comunidad romaní lanzará un mensaje de solidaridad y convivencia en más de 60 países de todo el mundo

  El Día del Pueblo Gitano estará marcado por el encendido de más de un millón de velas en las comunidades romaníes a lo largo de 60 países de todo el planeta, un acontecimiento colectivo de creciente solidaridad y con un claro mensaje de paz en unos tiempos particularmente turbulentos.
  Procesiones iluminadas con antorchas y reuniones con velas encendidas en la India, a lo largo de toda Europa, en el norte y el sur de América y, por primera vez, en el Próximo Oriente, incluyendo Turquía, Irán, Jordania e Israel, prometen convertirse, de lejos, en la mayor celebración nunca vista del ‘8 de abril’.
  Casi la mayoría de los actos del Día del Pueblo Gitano tienen la aprobación de la Unión Romaní Internacional, los miembros del Congreso Nacional Romà, la recién formada Asociación de los Romà en el CIS y los Estados Bálticos, la India Banjara Seva Sangh, la Federación Transeuropea Romaní y centenares de organizaciones y grupos más pequeños.

Construcción de la nación
  El proceso de construcción de la nación, empezado hace 70 años, depende de la creciente utilización y expansión de las instituciones creadas hasta estos momentos; entre éstas destacan principalmente el Día del Pueblo Gitano, el Congreso Nacional Romà, la bandera y el himno, así como las asambleas interestatales e internacionales de ONG’s, que se culminarán pronto con el establecimiento de un Foro Europeo Romà patrocinado por el Consejo de Europa.
La combinación de la aprobación por parte de las entidades más significativas y de una participación masiva en los actos será un poderoso punto de partida ante el Congreso Mundial Gitano que se celebrará el año que viene. Se trata del 6º Congreso desde 1971, y podría celebrarse en Londres. Esta reunión ya se está anunciando como un muy necesario “congreso de unificación”.
  Como hace evidente la celebración del 33º Día del Pueblo Gitano, el movimiento ha ganado más amplitud y más diversidad en las últimas décadas, pero los objetivos clave y las aspiraciones han permanecido firmes e inalterables. En el primer Congreso de Londres se proclamó el derecho de los romà al reconocimiento como minoría nacional de ancestros indios. Al mismo tiempo, los delegados en ese Congreso expresaron su convicción de que los romà estaban dispuestos a avanzar en el camino para conseguir la “nacionalidad”. En la actualidad, unos portavoces de las antiguas Yugoslavia y Checoslovaquia, expresaron su deseo de ver que los romà avanzaban progresivamente desde el lado del “étnica grupa” (grupo étnico) hacia el “narodnost” (minoría nacional) y, eventualmente, “narod” o estado de nación.
  Hoy, sólo algunos números requieren que los romà, una entidad de 8 millones de personas en Europa y, a lo mejor, de unos 15 millones fuera de la India, sean considerados algo más que una “minoría nacional”. El 5º Congreso Romà Mundial, celebrado en Praga, buscaba el reconocimiento de un estatus para el pueblo gitano como “nación sin territorio”. La Unión Romaní Internacional, encabezada por Emil Scuka, ha perseguido este propósito con consistencia y ha obtenido algunos éxitos diplomáticos, como su encuentro con el Secretario General de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.
  La conferencia de la ONU contra el racismo celebrada en la ciudad de Durban, donde acudieron unos 60 delegados romà, fue un éxito para el movimiento en general. A pesar de la frustración puntual en lo referente al tema de la esclavitud, causada en un primer momento por los Estados Unidos y otras delegaciones occidentales, se ganó y se aprendió mucho sobre las necesidades –y la manera– de trabajar colectivamente en la escena internacional.

Gran reunión en la India
  Este año, la implicación en el Día del Pueblo Gitano de 'India Banjara Seva Sangh', así como la participación en Chandigarh y Delhi de amigos y colegas del recientemente fallecido Dr. W.R. Rishi, nos lleva una vez más a nuestras raíces y al punto de partida, la India. El año pasado, el Dr. Rishi inauguró el ‘Jubileo del Primer Milenio’, para conmemorar la partida de los antepasados romà desde el Norte de la India, tirando flores en el río Ghaghar en el Punjab. Una ceremonia que se multiplicó por los márgenes de 40 ríos en todo el mundo, desde el Volga hasta el Danubio, desde el caudaloso Vardar hasta el plácido Río de la Plata en Argentina. Una vez al año, los romà tienen la oportunidad de manifestar su voluntad de ser vistos no como un “problema social” sino como una nación emergente.

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