25.02.2009

Un atacante gitano que se reivindica a base de goles

André-Pierre Gignac juega en el Toulouse, es el pichichi de la Liga francesa y ha explotado este año cuando nadie lo esperaba. El año pasado había marcado sólo dos goles. En su primera temporada en Toulouse vivió una auténtica pesadilla. Había elegido Toulouse porque jugaba la Champions por primera vez de su historia. Gignac pensaba lucirse en un equipo ambicioso. Pero el entrenador, Elie Baup, no lo utilizó en su posición de delantero centro sino que jugó de interior derecho.

¿Qué pasó para que este jugador de 23 años se convirtiera en el terror de los porteros? Durante el verano, Elmander fichó por el Bolton. Y el Toulouse cambió de entrenador. La primera decisión del nuevo entrenador, Alain Casanova, fue impedir el traspaso de Gignac. Le dijo que confiaba en él para sustituir a Elmander. Y ‘Dedé’ se liberó.

Sus quince goles representan el 55% de los tantos del Toulouse que ocupa la cuarta posición de la Liga. “Hoy en día no me considero aún un goleador. Sólo termino el trabajo de mis compañeros”, dice André-Pierre Gignac. De origen gitano, el delantero sigue siendo humilde. Habla de trabajo y de progresión. “Pierna izquierda, juego de cabeza… tengo que trabajar mucho”. Su nombre empieza a sonar para la selección. Clubs extranjeros lo siguen. A él le gustaría jugar en Inglaterra. Sin embargo, ha renovado hasta 2012.

(De Frédéric Martin, Sport)

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