20.04.2010

Europa no ha cumplido con los gitanos


Toma de huellas de una mujer gitana en Nápoles
(Cesare Abbate/EPA)

El 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, la Unión Europa celebró una cumbre en Córdoba para evaluar la situación de los rromà en Europa. ¿Por qué motivo debería esta preocuparse por los gitanos?

Porque son ciudadanos europeos: son la minoría más numerosa de Europa (12 millones o más si incluimos los Balcanes y Turquía). Porque han sido perseguidos durante cientos de años; en algunos momentos de la historia, esclavizados; sujetos a intentos de genocidio y, hoy en día, a la discriminación sistemática (y a una creciente violencia y a un trato inhumano). Además de los costes morales y legales de la exclusión, la segregación escolar y la discriminación laboral de los rromà suponen también un coste económico.

La Unión Europea no ha escuchado las llamadas de los activistas gitanos, ni las de la sociedad civil, que piden una política integral para los rromà de la Unión Europea; puesto que se muestra reacia a separar a una minoría para darle una atención especial y tampoco quiere infringir las políticas y las prácticas de los estados miembros en áreas como la educación, la salud, la vivienda y el empleo. Sin embargo, los estados miembros han contribuido a la creación de una subclase permanente y han fomentado el racismo contra los gitanos. No han actuado con la suficiente agresividad como para luchar contra la segregación sistemática en la educación, ni para mejorar los resultados educativos: por ejemplo, se sigue enviando a niños rromà a escuelas para alumnos discapacitados en Bulgaria, la República Checa, Hungría, Rumanía y Eslovaquia.

Los estados miembros no han logrado proteger a los gitanos contra la violencia. Desde la última cumbre gitana en 2008, nueve gitanos han sido asesinados en Hungría. Varias docenas resultaron heridos en varios ataques racistas en Hungría, la República Checa, Irlanda del Norte, Italia y otros sitios. En la mayoría de los casos, la respuesta legal por parte de las autoridades ha sido anémica. Algunos estados miembros, especialmente Italia, han respondido al influjo de ciudadanos gitanos de otros países miembros mediante el refuerzo de medidas de emergencia draconianas, han expulsado a los gitanos de sus casas, los han hacinado en “campamentos” vigilados y les han disuadido de ejercer el derecho a la libre circulación (y, a causa de esto, les han privado de muchos otros derechos).

¿Por qué debería la Unión Europea preocuparse por los gitanos? En pocas palabras, porque no han logrado proteger los derechos fundamentales garantizados por el tratado de Lisboa, ni los de la carta de derechos fundamentales, ni los de otros acuerdos de la Unión Europea. Para los Balcanes y Turquía, el proceso de incorporación ofrece una buena oportunidad para incidir en indicadores de progreso concretos en el desarrollo socioeconómico y en la protección de los derechos de los rromà, como condición de entrada a la Unión Europea. Para los miembros que ya forman parte, la política para los rromà debería establecer indicadores de éxito similares. Si no garantizan su dignidad y su libertad, la Unión Europea debería intervenir.  

 

(De Rob Kushen; The Guardian)

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