12.01.2011

JUZGADOS E INCLUSIÓN

por Marcos Santiago

Parece cuestión de tiempo que, para otorgar un espacio más operativo, los juzgados se trasladen al Arroyo del Moro.

Yo no sé muy bien si la nostalgia que siempre suscita lo antiguo me hace pensar que vamos a emprender un enorme gasto sino superfluo si que innecesario, puesto que los juzgados, donde están, van tirando y para comodidades pues los jueces, fiscales, abogados y funcionarios ya tienen su casa (al pueblo, el lugar de ubicación de los juzgados le da igual con tal de estar allí el menor tiempo posible).

Mientras, a la fachada principal  se le podía pasar un pañito, porque esa- la del pañito- es la remodelación más urgente y barata que precisan los juzgados. Pero bueno, puestos a caprichos, si al final los juzgados se van para otro lugar ¿ que haremos con el edificio original?. La solución podría ser ejemplar porque dicho espacio podría y debería esperar unas viviendas sociales que gestionadas por Epsa ( que Barbudo, Isabel y Belén saben hacerlo).

Los destinatarios serían personas en riesgo de exclusión que se les ofrecería vivir  en un entorno totalmente distinto al ámbito marginal. Los niños acudirían a colegios que no tendrían nada que ver con un gueto y cuando salieran a la calle no verían droga, mierda y farolas rotas sino vida social. La proximidad de la Comisaría de Policía garantizaría la seguridad.

Este entorno de inclusión por doquier, fagocitaría el riesgo de exclusión del bloque y estoy seguro que si este sueño social se cumpliera, en quince años habríamos añadido a la clase media y educada un centenar de menores a los que, en la situación actual, el diablo les espera frotándose las manos.

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