09.11.2011

Homo Intro

Por Marcos Santiago

Siempre me fascinó la iniciativa inteligente del medio ambiente en la evolución humana pero tanto la contemporaneidad del Sapiens Neandertalés y el Sapiens sapiens. Aquí la naturaleza no intervino con la rapidez acostumbrada dada la posible mínima idoneidad climática para el neandertales unido a su fuerza física y no pudo extinguir una antes de aparecer otra. La mezcla fue imposible dada la esterilidad del fruto nacido entre especies primas hermanas. 

Entonces el Sapiens extinguió al de Neandertal en el genocidio más trágico de historia y prehistoria, muy encima del holocausto. Parece que en este exterminio sin permiso biológico, el Sapiens en su soberbia creyó ser la naturaleza y le ocurrirá como a Ícaro; está por sí solo creando una nueva especie obviando y despreciando al orden natural por un mundo ficticio paralelo a la biosfera, una red que se cree tridimensional, egoísta, sin principios, sin valores y con unos mecanismos idénticos al cerebro humano ya que la rapidez e infinitud encerrada en el ciberespacio del ordenador es muy similar a las neuronas en la caja cerebral; de ahí el vertiginoso enganche  y destrucción espiritual por solitaria absorción que internet provoca en nuestros hijos.

Los Neandertaleses y los Sapiens, compitieron por un mundo de mares azules y valle verdes. Lucharon por disfrutar, como diría Borges, de nuevos amaneceres. Sin embargo, este nuevo paso evolutivo protagonizado exclusivamente por el Sapiens Sapiens hacia el Sapiens Intro se basa en la recreación de un mundo virtual obviando el mundo natural lo que irremediablemente nos arrastrará a la extinción por irresponsabilidad. Y después, en una suave brisa primaveral la madre naturaleza volará nostálgica por nuestros templos más bellos.

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