26.01.2012 - BARCELONA

Contra el olvido de la barbarie: memoria y recuerdo

Barcelona conmemoró ayer el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto

 


Acto institucional en el Palau de la Generalitat, presidido por la vicepresidenta de la Generalitat Joana Ortega, en el centro de la imagen / Silvia Rodríguez

No se puede vivir de espaldas a la historia, y la realidad de la historia demuestra que el ser humano, en demasiadas ocasiones, perdió la humanidad por el camino. El Holocausto fue una afirmación de esa falta de humanidad, donde las personas dejaron de contar como personas y se convirtieron en animales, producto de la locura más absoluta. Las cifras hablan por si solas, casi diez millones de inocentes, asesinados por la diferencia de pensamiento, de religión o de color de piel.

Para recordar ese punto más que negro de la historia europea y para evitar su repetición, Barcelona se sumó ayer a la Conmemoración del Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto, que se celebra en muchas ciudades del mundo y que exactamente se conmemora el próximo 27 de enero, recordando la liberación por parte de las tropas soviéticas del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, ese mismo día del año 1945.

El acto institucional de conmemoración del Holocausto, celebrado en el Palau de la Generalitat, fue organizado por la Generalitat de Catalunya, Memorial Democràtic, por el Ayuntamiento de Barcelona y por Caminos de Sefarad, y contó con la colaboración de varias entidades que representan a las víctimas de genocidio nazi, entre ellas, Amical de Mauthasen, la Federación de Asociaciones Gitanas de Catalunya (FAGIC), Bet Shalom  o la Coordinadora Gay y Lesbiana.  La Vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, fue la encargada de presidir el acto, centrado en una conferencia a cargo de Reyes Mate, filósofo y Premio Nacional de Ensayo del año 2009 por su obra 'La herencia del olvido'.


Ivone Fernández encendió una vela en recuerdo del Porrajmos, el genocidio gitano / Silvia Rodríguez

Reyes Mate destacó que la barbarie nazi encontró un largo tiempo de silencio después de la II Guerra Mundial, ya que a los supervivientes se les aconsejaba que "asimilaran la nueva realidad y que olvidaran lo sucedido". "Los supervivientes querían hablar y nadie les escuchaba", recordó el filósofo. El crimen llegó a tener tal magnitud, que si "alguien lo contase, nadie le hubiese creído". Reyes Mate opinó que "no parece que el conocimiento del Holocausto haya cambiado los actos posteriores", en alusión a los nuevos genocidios que han ocurrido en diferentes partes del mundo tras el que Hitler organizó. "Allí no sólo murió el judío o el gitano, sino que murió el hombre", y por ello aludió el "deber de memoria" que tenemos como sociedad.

La Vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, destacó el "infierno programado para la destrucción del ser humano" en el que se convirtieron todos los campos de exterminio. "No hubo ningún derecho humano que no fuese destruido", sentenció. "Como personas, ciudadanos y demócratas", manifestó la Vicepresienta, "tenemos la obligación de recordar el Holocausto". Por parte del Ayuntamiento de Barcelona, la regidora de Mujer y Derechos Civiles, Francina Vila, señaló que "recordamos a las víctimas para afirmarnos como sociedad".


Anna Mirga, de la FAGIC, leyó un sermón del pastor Martín Niemöller / Silvia Rodríguez

Tras el acto en el Palau de la Generalitat, la Conmemoración del Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto se trasladó a la Plaça Sant Jaume, donde tuvo lugar la Ceremonia del recuerdo. En ella, diversos representantes de las víctimas judías, gitanas, republicanas, homosexuales y de credos diferentes, encendieron velas en el recuerdo de los millones y millones de muertos a manos del nazismo. También se leyeron fragmentos de textos para rescatar su memoria, sonaron piezas musicales que evocaron la barbarie, entre ellas el himno gitano Gelem, Gelem, y se proyectó un cortometraje de animación 'Silence', donde las imágenes y el testimonio de una niña judía superviviente del Holocausto conmocionó por esa cruda verdad que tantas veces quisiéramos pensar que fue una pesadilla.

 

(Silvia Rodríguez)

 

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