17.09.2013

Cientos de niños gitanos inician hoy la vuelta al COBRE

Así titula hoy un periódico online su artículo pretendidamente humorístico sobre nuestros niños y niñas gitanos. Lo que para todos los españoles es “la vuelta al cole” de sus hijos, el señor Kike García lo ha convertido en “la vuelta al COBRE” de los niños gitanos.

¿Les hace gracia? ¿Se están tronchando de risa? Si ahora se encontraran con el autor del artículo, Don Kike García, ¿le felicitarían efusivamente por su ingenio y por el trato cariñoso y de admiración que manifiesta por nuestros hijos?

Presten atención a la descripción tan realista que hace el autor del artículo sobre la vuelta al cobre de  nuestros niños:

“…Miguelito, un niño gitano de 10 años que hoy lucía cara de sueño mientras tiraba de una tubería que sobresalía del suelo en un solar de Parets del Vallès, en Barcelona”.

Mientras que su madre gitana, orgullosa afirma que “ya tenía ganas de volver cobre porque es muy aplicado. Él solo, recogió casi tres toneladas de chatarra la temporada pasada”

Claro que para que la vuelta al cobre de los niños gitanos sea eficaz, dice el señor García que los líderes gitanos afirman lo siguiente: “Para que el niño pueda aguantar su rendimiento es necesario que tome un tentempié que pueda robar por ahí a media mañana”.

Mientras que un padre gitano, dispuesto a que sus hijos rindan al máximo en el cobre, ha manifestado lo siguiente: “Les he tenido que comprar material a todos: eso son varias sierras circulares para cortar chatarra, martillos, carritos de súper que valen un euro cada uno…”.

Finalmente, Don Kike García, implica a El Corte Inglés diciendo que “este año ofrece un 10% de descuento en “corticobres” con ofertas en maquinaria pesada que permitirán a los niños “cortar metales con toda la energía que requieran”.

¡¡Que gracioso es Don Kike García!! Aunque tal vez debamos decir en su descargo que tal vez se trate de un enfermo que padece lo que los lingüistas denominan Anomia a nivel de Fonema que es una lesión que padecen algunas personas como el señor García. Estos pacientes eligen bien la palabra pero se equivocan en algunos de los fonemas, es decir, cometen parafasias fonológicas. La secuencia resultante del cambio de algún fonema es siempre una combinación lingüísticamente comprensible. Por eso, cuando el señor García piensa en los niños gitanos y los asocia con el colegio le sale cobre, en vez de cole.

Vamos a estudiar detenidamente el artículo de Don Kike y vamos a ver si le hace gracia verse ante un juez. La gracia y el humor, el chiste y la broma deben tener unos límites. Los chascarrillos de Guardia Civiles y Gitanos conforman una buena parte de la literatura costumbrista de nuestro país, pero nunca habíamos leido nada tan sórdido, tan insultante y vomitivo contra los niños gitanos.

Si el señor Kike García quiere insultarnos, hágalo a costa de nosotros, los mayores. Estamos acostumbrados a sufrir toda clase de insultos y vejaciones.  Pero, por favor, deje en paz a nuestros niños que harta desgracia tienen con estar a la cola del progreso y el desarrollo en esta sociedad hipócrita en la que nos ha tocado vivir.

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Abogado

Presidente de Unión Romani

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