25.09.2013 - REPÚBLICA CHECA

LOS PADRES NO QUIEREN QUE SUS HIJOS SE MEZCLEN EN LA ESCUELA CON NIÑOS GITANOS

Alumnos de primer grado en el año escolar 2012-2013 en la Escuela Primaria LuLže (Fuente: zsluze.net)

¡Con lo bonito que sería que los dejaran convivir juntos, gitanos y no gitanos, para poner los cimientos de una sociedad donde la segregación racial no tuviera cabida!

En la República Checa el curso no ha hecho más que empezar y los padres de los niños no gitanos están protestando porque dicen que son demasiados los niños gitanos que asisten a clase y no quieren que lo hagan junto a sus hijos. Se ha dado el caso de que algunos padres han decidido que sus hijos viajen a siete kilómetros de la ciudad de Skuta para asistir a otras escuelas y evitar así el contacto con los niños romanies.

En la República Checa los niños gitanos que presentan algún tipo de desventaja social son enviados a escuelas especiales destinadas a niños con discapacidad intelectual. Actualmente el gobierno está estudiando un proyecto de ley para poner fin a esta gravísima discriminación que supone un atentado sin precedentes a todo un pueblo.

Hoy solamente un tercio de todos los niños y niñas romaníes que viven en Chequia asisten a clases de preescolar. Por el contrario, el 90 % de los niños y niña checos que no son gitanos acuden con regularidad a estas clases.

La República Checa ha sido criticada reiteradamente por la segregación que padecen los niños romaníes en las escuelas. El pasado mes de octubre el Consejo de las Naciones Unidas instó a la eliminación de la segregación de los niños romaníes en la República Checa, y los informes de Amnistía Internacional sobre la situación en las escuelas también son desfavorables.

Una vez más los principales ataques lo sufren nuestros niños. No se puede exigir a la comunidad gitana que valore lo importante que es la educación para acabar con cualquier forma de discriminación, y al mismo tiempo condenar a los niños que sufren retraso escolar a llevarlos a escuelas especiales destinadas a niños que padecen, por razones genéticas o de cualquier otro tipo, retraso mental.

Y cuando la integración se produce por donde mejores resultados puede dar, es decir, por la escuela, algunos padres abiertos y decididamente racistas, optan por sacar a sus hijos de las escuelas donde se han integrado niños gitanos para matricularlos en otras donde la pureza racial no quede contaminada.

Pero no nos rasguemos las vestiduras, porque esto mismo que hoy denunciamos en Chequia lo hemos visto hace pocos años en algún centro escolar de España.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Presidente de Unión Romani

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