21.01.2014 - COMUNICADO

Juan, el niño gitano de jerez que baila como los ángeles

Yo no se si los ángeles del cielo bailan. Quiero suponer que sí, porque si el baile junto con la música son las más sublimes expresiones corporales del ser humano, y el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, algo se les habrá pegado del Gran Hacedor a los seres alados que constituyen su guardia, su escolta, sus ayudantes y sus servidores privilegiados. Sin duda alguna los ángeles bailan y cantan por bulerías que es el ritmo más trepidante, más visceral, más radicalmente gitano de cuantos integran el conjunto de nuestros bailes.

Los ángeles deben ser las criaturas más perfectas del universo celestial. Los ángeles no son seres estáticos. No son como los santos cuyas imágenes esculpidas pueblan nuestras iglesias. Los ángeles vuelan. Los ángeles se alzan sobre su realidad incorpórea (que bien lo definió así don Antonio Mairena) para dibujar en el espacio lo que Carmen Amaya hiciera en su Somorrostro barcelonés cuando era solamente una niña. Por eso ella bailaba como los ángeles.

El baile es la encarnación suprema de la belleza. Adriana Lui lo ha escrito de forma magistral: La belleza es una abstracción que se revela en extraordinarias ocasiones, en la que se vuelve acción y sacude cada uno de los sentidos. La belleza es una multiplicidad enriquecedora, es movimiento, pasión, una caricia en las pupilas, es una silueta trazada en el aire y es alegría que invade e infla el pecho, que goza en los oídos y que danza con su propia melodía.

Y si los ángeles, a su vez, son la representación más exquisita de la pureza y la inocencia, no nos hemos de extrañar de que la Corte Celestial esté plagada de angelitos que deben revolotear alrededor del Padre para aliviarle de la pena que debe causarle el resultado nefasto del comportamiento de algunos hombres que emborronan el mapa de la creación.

Como muchos miles de personas que se conectan cada día con ese invento genial de la modernidad llamado “youtube” he visto bailar y cantar a Juan, un niño gitano de Jerez y les confieso que me he roto por dentro. Juan tiene solo dos años y baila con la misma sabiduría que lo hacen los ángeles del cielo que son tan viejos que cuentan sus años por miles de millones.

No se lo pierdan. Pulsen en el siguiente enlace y disfruten. Y si quieren hacernos un homenaje, en medio de tanta persecución y racismo como nos invade, digan en voz alta: “Es que lo lleva en la sangre”.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Presidente de Unión Romani

http://www.youtube.com/watch?v=wKBmXaHVbEg

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