20.03.2015

Entrevista a Paqui Perona Cortés:
“Un pueblo formado es un pueblo con poder y fuerza”


Paqui Perona, en unas jornadas sobre el rromanò / Silvia Rodríguez

Paqui Perona es una de esas mujeres que rebosa vitalidad, fuerza y compromiso. Trabaja como técnica de inserción laboral de mujeres gitanas y mediadora, y además es presidenta de Voces Gitanas, Rromane Glasura, una entidad que visibiliza a las mujeres gitanas a través de la radio y el audiovisual.

 

Siempre he escuchado decir entre los gitanos que sois las mujeres el motor de vuestro pueblo. ¿Tú que opinas de esta afirmación?

“Creo que  las mujeres somos el motor de cambio, no solo en la cultura gitana, sino en toda la humanidad. Si analizamos el modelo socioeconómico  y el patriarcado, desde todas las épocas las mujeres hemos sido y somos las que necesitamos más los cambios. En la sociedad en sí, por norma general los que se plantean el cambio son aquellas personas que no están satisfechas con el modelo social, los que menos se benefician en derechos y por interés personal son los que se movilizan  para cambiar. En el caso de las mujeres es lógico que seamos las que empecemos a generar estos cambios”.

 

Trabajas como técnica de inserción laboral de mujeres gitanas y como mediadora sociocultural en la Fundación Surt. ¿Cuál es el perfil de mujer que atendéis en vuestra entidad?

“No hay un solo perfil de mujer gitana. En el ámbito laboral las mujeres que atendemos son mayoritariamente del barrio de La Mina. Por el contexto social del entorno al que pertenecen, primero por ser mujeres y vivir en el mismo barrio y a la misma vez tener la misma identidad como gitanas, pues en su mayoría tienen unos perfiles similares. A grandes rasgos y sin entrar a generalizar, suelen ser, o bien chicas jóvenes que vienen a buscar trabajo desde una necesidad económica,  pero que a su vez se plantean encontrar un trabajo que les motive y les guste, o mujeres  que tienen responsabilidades familiares y que el objetivo es encontrar un trabajo a corto plazo, porque la situación social y económica de la familia no les permite poder elegir ni realizar un proceso largo en el que puedan invertir un tiempo para formarse. Ósea, lo que marca el itinerario es la urgencia económica. En su mayoría son mujeres con poca formación, con familias extensas, poca experiencia dentro del mercado de trabajo formal y cuyo objetivo principal y prioridad en sus vidas no es el proyecto profesional, sino que su verdadera meta y prioridad está en conseguir un proyecto vital”.

 

Imagino que en una situación de crisis como la actual tu trabajo es más difícil, aunque también más imprescindible que nunca. ¿Consiguen encontrar trabajo vuestras usuarias?  

“La verdad es que las mujeres y en concreto las gitanas por cuestiones de roles de género, tenemos  un gran potencial en competencias sociales y transversales que hemos desarrollado durante nuestras vidas, si somos capaces de tomar conciencia para transferirlas en competencias laborales y exportarlas al mercado, las empresas lo valoran. Nuestros resultados del proyecto laboral de La Mina en 2014 son que atendimos 170 mujeres, de las cuales 72 fueron contratadas, lo que significa un 30% de inserción, 21 por ciento se formaron y un 16% realizaron prácticas en empresas”.

 

¿Crees que actualmente, en las mismas condiciones de estudios, formación, etc. una chica gitana tiene menos posibilidades que una no gitana a la hora de encontrar trabajo?

“Desde luego, dentro del mercado de trabajo hay muchos prejuicios y estereotipos hacia todos. Hay que ser conscientes de que los estereotipos y etiquetas que durante siglos hemos sufrido los gitanos siempre han estado muy vinculados al trabajo. No hay mas que ver como nos calificaban hace solo algunas  generaciones atrás, “vagos y maleantes”, “ladrones”, “conflictivos”.  O por otra parte, personas que no le damos importancia al lo material y que estamos todo el día de fiesta. Esto ha ayudado a generar una visión de los gitanos y gitanas muy equivocadas a la realidad, y crear un estereotipo de que no nos importa el trabajo, que estamos todo el día a tumbados a la bartola. Todo esto genera un análisis social de que si nos encontramos en situación de discriminación y desigualdad social, al fin y al cabo es por culpa nuestra y porque nos lo merecemos. La realidad es otra, la mayoría de gitanos y gitanas hoy en día trabajamos muchas horas al día, pero esto queda muy invisibilizado de cara a la sociedad. Cuando las empresas tienen personas gitanas trabajando con normalidad, rompen todos estos prejuicios”.

 


Paqui Perona, en el escenario, durante las celebraciones del Día Internacional del Pueblo Gitano en Barcelona

¿Y cómo ves a las jóvenes gitanas? Las encuestas dicen que son ellas las llegan a la Universidad.

“Está claro. En la educación está el buen futuro de cualquier pueblo, la formación genera más conocimiento y el conocimiento, más consciencia que ayuda a reforzar nuestra identidad y comprender y amar a tu cultura. Creo que debemos y tenemos la obligación de fomentar y concienciar a los jóvenes de que la mejor inversión que pueden hacer en sus vidas es formarse. A la misma vez es la mejor forma de enriquecerse como pueblo, un pueblo formado es un pueblo con poder y fuerte”.

 

Tú que conoces tan bien a las mujeres y jóvenes gitanas, ¿qué piensas cuando ves programas de televisión como ‘Los Gipsy Kings’, donde las mujeres gitanas aparecen solo preocupadas por su físico o por la ropa que se pondrán?

“Pues que hacen mucho daño, dentro y fuera de la cultura, porque refuerza los estereotipos y perjudica gravemente nuestra imagen. Es una pena que lo único que vean nuestros jóvenes de nosotros en los medios sea esta imagen tan empobrecida”.

 

¿Por qué crees que desde los medios de comunicación casi siempre se buscan los mismos estereotipos?

“Creo que últimamente lo que vende en los medios es el morbo y los reality shows, la cotidianidad no da morbo. Los gitanos también tenemos parte de culpa porque a veces reproducimos los estereotipos que la sociedad ha creado de nosotros, creo que ignorantemente, para reafirmar nuestra identidad delante de una sociedad que ignora todo sobre nosotros. Les reproducimos la imagen que ellos buscan de los gitanos, no nos damos cuenta que nos estamos perjudicando a nosotros  mismos y que tenemos la responsabilidad de no perjudicar nuestra imagen. Los que trabajamos diariamente para romper estereotipos y por la desestigmatización del pueblo gitano, somos conscientes de que con tan solo dos minutos de un programa de estos, nos tiran por tierra todo el trabajo y el esfuerzo  de diez años, es muy triste”.

 

También eres presidenta de Voces gitanas, Rromane Glasura, un proyecto con el que se empoderar a la mujer a través de la radio. ¿Cómo nació este proyecto? ¿Por qué una radio?

“La idea surgió desde la reflexión de un grupo mujeres profesionales en su mayoría gitanas y que trabajamos para la promoción del pueblo gitano. Fueron muy diversos los motivos que nos  impulsó a la creación de este nuevo espacio de comunicación. La poca visibilidad y presencia de las mujeres gitanas en los medios de comunicación y a menudo muy estereotipada es uno muy importante, pero no el único. La necesidad de un protagonismo de las mujeres en primera persona. Es decir, que las mujeres se conviertan en las productoras del medio radiofónico creando opinión, reflexión y un diálogo constante, ejerciendo nuestro derecho a la comunicación y a la creación de un espacio de comunicación y diálogo entre culturas, que aporte cabida a la pluralidad de identidades, voces y pensamientos de las mujeres gitanas y del pueblo gitano.

Voces Gitanas, Rromane Glasura es un nuevo medio de comunicación desde el pueblo gitano y las mujeres que lo representan para todos y todas. Voces Gitanas goza de una voz propia con la que poder explicar en primera persona lo que representa hoy en día la cultura gitana, lejos de estereotipos, tópicos y prejuicios sobre las cuestiones relacionadas con el pueblo gitano”.

 

¿Qué actividades realizáis en Voces Gitanas?

“Actualmente, desde nuestra entidad planteamos tres ejes de actuación. El primero es la producción y dinamización de contenidos para nuestro medio: reportajes de radio, audiovisual y publicación en web y redes sociales, a través de la promoción y el empoderamiento de los jóvenes y las mujeres en diferentes espacios sociales y barrios. Asimismo, Voces Gitanas está creando un centro documental de memoria y archivo audiovisual y multimedia del pueblo gitano. Ahora estamos en proceso de crear un documental sobre la Guerra Civil y como lo vivieron los gitanos, y cuál ha sido el impacto hasta nuestros días. Por último, queremos ampliar y consolidar una red de colaboración e intercambio de Voces Gitanas así como su visibilización y presencia en la sociedad”.

 

Este verano viajaste a Polonia a un encuentro promovido por la Red Ternypè para conmemorar los 70 años del genocidio gitano perpetrado por los nazis. ¿Cómo recuerdas esta experiencia?

“Impactante, te cambia la vida, como mujer, gitana y como persona. Te  ayuda a crear y generar más conciencia de la importancia del respeto a la diferencia y la diversidad para poder vivir y convivir entre todos en paz y convivencia”.

 

Allí coincidisteis más de 1000 gitanos de todo el mundo. ¿Crees que hay una identidad gitana común o las costumbres son muy diferentes en cada país?

“Fue una experiencia preciosa ver que allí estábamos mas de 1000 gitanos y gitanas de un montón de países del mundo, con un mismo fin, con la misma bandera y desde una misma identidad gitana.

Te das cuenta de que, a la misma vez que nos separan muchas diferencias entre gitanos de diferentes países, también nos unen muchas cosas y costumbres que seguimos compartiendo. Nos  identificamos entre nosotros. Cuando vives esta experiencia te refuerza la identidad como gitana”.

 

¿Crees que la sociedad en la sociedad en la que vivimos no puede repetirse una tragedia como aquella, teniendo en cuenta los episodios de racismo que vive la comunidad gitana a lo largo y ancho de Europa?

“Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, después de la barbarie del genocidio nazi la sociedad, las naciones, empezaron a crear organismos para asegurar que esto no volviera a reproducirse. Quince años atrás, cuando mirábamos documentales y películas que nos mostraban los campos de concentración y todos los asesinatos que se llevaron a cabo, pensábamos, ¿cómo el mundo permitió esto? Y decíamos, esto pasó hace mucho, pero la sociedad de hoy está más concienciada, somos más solidarios, cultos y civilizados, esto no volverá a pasar. Sin embargo ahora estamos viviendo otros momentos, y cuando vemos lo que esta pasando con nuestros hermanos gitanos en otros países empezamos a preguntarnos muchas cosas. Vemos todas las similitudes con otras crisis sociales anteriores, miramos al pasado, y empezamos a asustarnos, por que ahora no lo vemos tan lejano. Nos estamos dando cuenta de que la sociedad es muy manipulable. El pueblo alemán no se levantó un día y decidió odiar a los gitanos, judíos etc. Fue un proceso político y social de años, alimentado en un contexto social muy parecido al que vivimos ahora. En los momentos de crisis económicas es más fácil culpar a los débiles que a la economía empresarial y a los bancos, que son los verdaderos responsables de la desigualdad, enriqueciendo cada vez más a unos pocos. Los que tienen el poder  manipulan a las masas, cizañándonos a los unos contra los otros para que nos culpemos entre nosotros de la falta de trabajo, recursos sociales y derechos. Los más vulnerables, las minorías, los que no tienen poder para defenderse son los más fáciles culpabilizar. Son estrategias que el modelo económico y los poderosos vuelven a reproducir en el tiempo para seguir enriqueciéndose sin que nadie les cuestione nada”.

 

(Silvia Rodríguez)

 

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