El Parlamento andaluz ondea la bandera del pueblo gitano para conmemorar su día

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Un año más las representantes de la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas, Fakali, fueron las encargadas de entregar la bandera gitana al máximo responsable del Parlamento de Andalucía, su presidente, Jesús Aguirre, para que ondease en la casa de todos los andaluces el 22N, Día de la Andalucía Gitana, para simbolizar y reconocer la simbiosis cultural entre Andalucía y el pueblo gitano, así como la diversidad de la tierra.

Con más de medio millón de personas en Andalucía, “la ciudadanía gitana ampara un modelo de convivencia y pluralidad que no necesita de caridad, sino de justicia“, defendió María Filigrana, directiva de Fakali, en la sede parlamentaria durante la audiencia con su presidente, en la que sostuvo su planteamiento de que “el racismo antigitano y la brecha de desigualdad no es un asunto de las personas gitanas, sino que es un asunto de la sociedad, una cuestión de Estado. Es un reto democrático que cualquier institución pública tiene pendiente de afrontar“.

Queremos reivindicar eso, que se hagan cargo de la situaciones de racismo y discriminación que padecemos, que nos apoyen, y que desplieguen todas las medidas educativas, sanitarias, sociales, de vivienda o de empleo que necesitamos para poner en pie de igualdad al pueblo gitano“, añadió Filigrana. Una proposición compartida por el propio presidente, quien, según indicó Fakali en nota de prensa, ha hecho un llamamiento “tanto a instituciones públicas como privadas para que se impliquen en la máxima inclusión de todos los grupos sociales, sin distinción alguna“.

En el conocimiento de la cultura gitana está la “clave” para la generación de una conciencia social y humana sobre la que fundamentar la lucha contra la intolerancia. “Estamos logrando cambiar la mirada hacia la mujer gitana. Conquistamos espacios. Seguimos avanzando al mismo ritmo que lo hacen las demás. Con nuestras particularidades, pero sin quedarnos atrás ni en los márgenes en los que habitualmente se nos había colocado“, enfatizó Filigrana durante el acto de entrega de la bandera gitana, que ondeará en el mástil de la fachada principal del Parlamento de Andalucía un año más, y van trece, a iniciativa de Fakali.

Un acto institucional que también lo es de reivindicación. “Un acto simbólico por el que impregnamos con nuestra identidad a esta institución que es la casa de todos y todas las andaluzas, pero que también sirve para hacer ver todas esas necesidades, todo el recorrido histórico que el pueblo gitano ha hecho y tiene pendiente“, esgrimió Filigrana, quien hizo especial hincapié en que “el antigitanismo es un racismo que no solo va de chistes, comentarios en la calle o estereotipos pretendidamente graciosos en los medios, sino que es un fenómeno más profundo. Hay una brecha de desigualdad, de discriminación, por la que muchas personas gitanas en Andalucía están teniendo carencias de vivienda, de empleo, a nivel educativo“.

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