¿Periodistas contra el racismo? 2015

Con ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el pueblo gitano 2015 este informe llega a su décimo tercera edición. Durante seis intensos meses de trabajo, hemos analizado 2.433 informaciones extraídas de 325 medios de comunicación. Nuestro equipo, formado por tres periodistas y dos personas gitanas, ha diseccionado cada una de estas noticias y la ha clasificado bajo diversos parámetros de los cuales hemos extraído diferentes conclusiones sobre el tratamiento que la prensa española da a los gitanos.

Durante los capítulos de este tomo se ofrecen respuestas a muchas preguntas significativas: ¿Dónde se publicó más información sobre los gitanos? ¿Sobre qué temas trataron las noticias? ¿Cuál fue la comunidad que trató la información de manera más negativa? ¿Dónde se contrastó más la información? ¿Cuánto espacio ocuparon los textos sobre la comunidad gitana? ¿Qué tipo de fotografías se utilizaron? ¿Qué género periodístico fue el más empleado?… Y muchas otras cuestiones de gran interés periodístico y sociológico que nos ofrece un retrato científico y contrastado sobre los gitanos y los medios de comunicación.

Y tras dar respuesta a tantas preguntas, desde la Unión Romaní lamentamos que, de nuevo, un año más, llegamos a la misma conclusión: el racismo aún persiste en nuestros vecindarios, en los colegios y hospitales, y por supuesto, en las redacciones de nuestros periódicos. ¿Por qué les cuesta tanto a nuestros compañeros periodistas hablar de los gitanos sin recurrir a los estereotipos? ¿Es posible que en pleno siglo XXI las noticias sobre asuntos relacionados con la ley gitana se hayan tratado de forma negativa en el 90,91 % de las ocasiones? ¿Y en el 79,29 % de los casos de agresiones? Lamentablemente estas cifras son el reflejo de una sociedad que aún tiene al Pueblo Gitano como un desconocido al que rechaza de forma indiscriminada. Con la diferencia de que los responsables de la comunicación saben que desempeñan un papel social determinante a la hora de formar opinión. Es por ello que la ética periodística debería primar, tal como establecen la mayoría de los códigos deontológicos por los que se rige esta profesión, para que la opinión personal de un redactor no influya en la información que tiene que escribir. Sin embargo, esto dista mucho de la realidad.

Sabemos que las redacciones de los periódicos están saturadas de información, que cada vez cuesta más hacer un periodismo reposado donde prime la historia y el seguimiento de ella. La actualidad se impone de una forma brutal y la consecuencia de ello es que los lectores accedemos a una información cada vez más sesgada y descontextualizada. Y estos son justamente los peores tics periodísticos a la hora de abordar la realidad de una minoría étnica tan estigmatizada y discriminada como la gitana.

Allí donde debería haber contexto y contraste de la información, encontramos ausencia de datos, simplicidad en los hechos, generalización y falta de las voces gitanas. Con estos ingredientes, es normal que la sopa informativa tenga un sabor rancio: el del racismo disfrazado de información veraz; el del tópico constante y el del sensacionalismo lacerante.

Obviamente, y en honor a la verdad, son muchos más los periodistas que se acercan al Pueblo Gitano libres de prejuicios y que explican el hecho informativo sin ahondar en el estereotipo. Sin embargo, todavía hay demasiados casos en los que encontramos que el ánimo final de un relato periodístico era desacreditar por completo a todo el colectivo gitano. Encontramos aún demasiados textos en los que el odio que su escritor profesa hacia lo gitano es totalmente manifiesto. Asimismo también hemos estudiado textos, en principio inocuos, pero que nos dejaban un mal sabor de boca. Los hemos releído varias veces hasta que hemos encontrado evidencias de que, aunque veladamente, desfavorecían al Pueblo Gitano.

Los periodistas deberían hacer un esfuerzo en tender hacia el pluralismo informativo, sabiendo que la sociedad es diversa y plural, aunque en las redacciones todavía no se dé la multiculturalidad que sí se da en otros ámbitos. Hay pocos periodistas rromà trabajando en los medios de comunicación, por lo que la mirada gitana no está presente de manera activa, sólo aparece como sujeto informativo pasivo.

Después de trece estudios, estamos en posesión de numerosos datos estadísticos que nos permiten hacer una radiografía de cómo ha evolucionado el tratamiento de los gitanos en los medios de comunicación –se puede ampliar plenamente en el Capítulo 34, Tendencias de la información–. Es verdad que la neutralidad a la hora de abordar las informaciones sobre gitanos ha crecido en estos últimos años. Pero asimismo es cierto que la negatividad no ha descendido. Durante el 2015 los textos negativos supusieron el 19,93 % del total. Y tal como ya hemos expuesto anteriormente, las cifras desfavorables en los escritos relacionados con contextos peyorativos (agresiones, sucesos, delincuencia, etc.) son abrumadoras. Ese es el gran caballo de batalla, porque son justamente esas las informaciones donde más cautos y neutros deberían ser los comunicadores.

La generalización, la alusión reiterada a la etnia gitana, el uso de palabras como “clan”, “patriarca” o “reyerta” y el sensacionalismo a la hora de tratar este tipo de hechos dan a la información un tono abiertamente dañino para el resto de los miembros de la comunidad gitana. Estas prácticas, tan alejadas de la ética periodística, presentan a los gitanos como integrantes de una etnia predispuesta al delito y fomentan que este estereotipo siga calando  en el imaginario social.

Por otro lado, asistimos atónitos a la saña con la que numerosos internautas comentan las noticias relacionadas con los gitanos, sean positivas, negativas o neutras. Las redes sociales y los espacios que los periódicos ceden para comentar la información se han convertido en un verdadero altavoz para miles de racistas, que en ningún caso dirían en persona lo que escriben bajo el anonimato. Este fenómeno, que alarma tanto a las administraciones públicas como a la mayoría de la sociedad civil, tiene enormes consecuencias sobre las personas gitanas, que se ven denigradas por un grupo por el solo hecho de pertenecer a una etnia. En este libro también analizamos esta nueva era de la información digital en el Capítulo 33, Comunicación online.

Contexto histórico

La intolerancia hacia los gitanos procede en muchos casos por el desconocimiento absoluto sobre quiénes son los rromà, cuáles son sus verdaderas costumbres, y por qué ha sido históricamente un pueblo perseguido y discriminado. Si la mayoría de las personas, y aquí incluimos también a los profesionales de la información, conocieran mejor a la comunidad gitana, los prejuicios y los estereotipos podrían derrumbarse con facilidad.

Para acercarse a la comunidad gitana limpios de prejuicios es indispensable conocer de primera mano la historia de los gitanos y la realidad a la que se enfrentan día tras día. Por ello, desde las asociaciones gitanas se está exigiendo a las autoridades políticas y educativas de este país que en los centros escolares se estudie de forma transversal la historia y las costumbres de los gitanos. Por un lado, para que la sociedad mayoritaria se aproxime de una manera académica a los rromà, y de otra, para que el alumnado gitano no se sienta excluido en un sistema educativo que ni tan solo les menciona quiénes son. Porque, ¿quiénes son los gitanos? ¿De dónde vienen? ¿Cuántos son y dónde viven?

Origen en la India

Uno de los rasgos identitarios más desconocidos del Pueblo Gitano –o rromanò thèm– es su origen: la comunidad gitana procede del noroeste de la India, de la región del Punjab, territorio que hace frontera con el vecino Pakistan. Sin embargo, hay un gran número de personas que creen erróneamente que su origen es rumano o egipcio.

Según las investigaciones que se han centrado en buscar exactamente la procedencia de los rromà y las causas de su migración, los antepasados de los gitanos dejaron la región del Punjab alrededor del siglo IX y emprendieron una peregrinación hacia el oeste a través de Asia que duraría cientos de años. Aunque el porqué de la huida de miles de gitanos de su hogar es todavía incierto, hay un acuerdo mayoritario entre los investigadores que determina que lo hicieron para evitar las frecuentes y violentas invasiones islámicas que asolaban aquellas tierras es esa época.

Después de un largo peregrinar por Oriente Medio y Oriente Próximo, los gitanos llegaron a Europa. Los primeros asentamientos gitanos se empezaron a detectar a principios y mediados del siglo XIV en casi todas las islas del Mediterráneo y en la Grecia continental. Según algunos autores, el primer territorio europeo que pisaron los rromà fue la isla griega de Corfú a principios del siglo XIV. Desde allí se fueron dispersando y asentando en los diferentes territorios europeos, adoptando las respectivas tradiciones de las sociedades con las que convivían, aunque sin llegar a perder sus propias costumbres y su lengua, el rromanò.

Los gitanos llegan a España

El primer documento que recoge la llegada de los gitanos a España data de 1425. En ese año, el monarca Juan II de Aragón hizo entrega de un salvoconducto a Juan y Tomás, “Condes de Egipto Menor” para que pudiesen viajar con su séquito a Santiago de Compostela, donde se dirigían en peregrinación. De ese primer documento, en el que se designó a estas personas como originarios de “Egipto Menor”, procede la palabra gitano (de “egiptiano”) y el error de que el origen de la comunidad gitana era Egipto.

Al principio, los primeros rromà fueron acogidos con normalidad, incluso con entusiasmo. Sin embargo, pronto las autoridades, tanto las civiles como las eclesiásticas, vieron peligroso al Pueblo Gitano por su modo de vida errante, bohemio y por su defensa de la libertad. Por esta razón, las persecuciones y estigmatizaciones no tardaron en llegar: se les prohibió su modo de vestir, sus oficios ancestrales, sus costumbres y su idioma, el rromanò. Para dar fuerza legal a la caza sistemática a la que sometían a la comunidad gitana, las autoridades fueron dictando diversas pragmáticas que permitían el hostigamiento e incluso la muerte de los gitanos. La máxima evidencia de ello es la Pragmática de Medina del Campo, dictada en 1499 por los Reyes Católicos, por la que se instaba a detener y encarcelar a todos los gitanos aunque no hubiesen cometido ningún delito. Así, se fueron sucediendo diferentes leyes que fueron arrinconando y discriminado a los gitanos por su condición étnica. Otro momento culminante en la historia negra de los gitanos en España fue la Prisión General de Gitanos, conocida mayormente como la Gran Redada, una persecución autorizada por Fernando VI y ejecutada por el Marqués de la Ensenada el 30 de julio de 1749 con el objetivo de detener y hacer desaparecer a todos los gitanos del Reino de España de forma sincronizada. Las cifras hablan de que las víctimas gitanas de este episodio ascienden a doce mil. Cientos de familias fueron separadas, muchos niños gitanos quedaron huérfanos y muchos otros fueron asesinados.

Hasta la Transición Española no se corrigió este tipo de legislación que atentaba de forma flagrante contra un grupo de ciudadanos españoles. Los siglos de persecución y discriminación tienen su consecuencia: una comunidad mayormente empobrecida y relegada a la exclusión social.

No tan lejos de nuestras fronteras, los gitanos también sufrieron la barbarie del nazismo. Se calcula que más de medio millón de rromà perecieron en los campos de exterminio nazis, lo que dentro de la comunidad gitana se conoce como el Samudaripen. Sin embargo, en los Juicios de Núremberg el asesinato en masa de los gitanos fue ignorado y los supervivientes rromà no obtuvieron reparación alguna.

Mapa de los gitanos en el mundo

Actualmente, en el mundo viven más de catorce millones de gitanos, diez de ellos repartidos por la geografía europea, dos millones en Norteamérica y otros dos en Sudamérica. Asimismo, también hay gitanos en Palestina, Kurdistán y se calcula que en Turquía viven unos 600.000.

En Europa, la gitana es la minoría más numerosa. Los países que mayor población rromà albergan son Rumanía (dos millones), Bulgaria (700.000), España (600.000) y Hungría (500.000).

El Primer Congreso Mundial Gitano, celebrado en Londres el 8 de abril de 1971, sirvió para establecer cinco acuerdos básicos que cambiarían la historia del Pueblo Gitano para siempre. En este encuentro participaron gitanos de prestigio procedentes de 25 países. Estos son los acuerdos a los que se llegaron:

– Creación de la Bandera Gitana. El azul del cielo y el verde de los campos por los que ha caminado el Pueblo Gitano desde hace siglos, con una rueda roja en el centro que recuerda su historia nómada como pueblo sin fronteras.

– Creación del Himno Internacional Gitano, ‘Gelem, Gelem’. Esta pieza musical, compuesta por Jarko Jovanovic a partir de  una canción tradicional gitana del Este, recuerda la trágica historia de decenas de miles de rromà asesinados y recluidos en los campos de concentración nazis.

– Solicitar a la ONU que reconociera al Pueblo Gitano como una Minoría Cultural No Gubernamental. La persona encargada de dirigir esta petición fue el doctor Ján Cibula, ayudado por Juan de Dios Ramírez-Heredia. En 1978, la ONU reconoció al Pueblo Gitano. Su estatuto es igual al del reconocimiento de Palestina, con la diferencia de que los gitanos no aspiraban a tener un territorio.

– Exigir una indemnización al Estado alemán por las víctimas del Holocausto. En aquel entonces, todavía vivían supervivientes y personas que habían sufrido la pérdida de sus seres queridos más próximos. El Congreso no exigía dinero para particulares, sino que el dinero de las indemnizaciones debería invertirse en formación, educación y capacitación para las comunidades gitanas que habían padecido el exterminio.

– Por último, en el Congreso de Londres se estableció la estandarización de la lengua gitana, el rromanò, una lengua de origen indo-europeo con una fuerte raigambre eslava, sobre todo en sus grafías. A partir de ahí se inició un proceso de estudio y divulgación del idioma gitano. Posteriormente, la Universidad René Descartes de París acogió a un grupo de integrantes gitanos encargados de lograr la tan ansiada estandarización.

La población gitana y las cifras de la vergüenza

El pasado pesa en el presente y condiciona el futuro de los humanos. La actual exclusión social y discriminación que padece la comunidad gitana no es fruto del azar. Que en Europa más de la mitad de los gitanos considere que ha sido víctima de discriminación, según el informe ‘La situación de los gitanos en once países de la UE’ de la Agencia de los Derechos Fundamentales, el Banco Mundial, la Comisión Europea y el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, realizado en el año 2011, debería hacernos pensar en el modelo de Europa que hemos creado entre todos y empezar a trabajar para cambiar unas dinámicas en las que la exclusión genera más exclusión y el racismo genera más racismo.

La realidad es cruel y no se puede maquillar: ocho de cada diez gitanos está en riesgo de pobreza, según recoge este mismo informe. Pero arroja muchos más datos, y todos son vergonzosos y deberían hacernos sonrojar como sociedad: uno de cada tres gitanos está en paro y el 50 % asegura haber sido discriminado a la hora de buscar empleo. El círculo de la exclusión y la discriminación, sin embargo, cubre todas las áreas en las que se sustenta la dignidad humana. El 42 % tiene gran privación en materia de vivienda, y entre el 70 y el 90 % padecen condiciones de precariedad material aguda.

En materia de salud las cifras tampoco varían, puesto que la esperanza de vida entre los rromà es diez años menor que la del resto de la población y la tasa de mortalidad infantil es cinco veces superior a la media. La esperanza para invertir estos datos se pone en el sistema educativo, pero la situación no deja de ser sombría: sólo el 15 % de la juventud gitana acaba la educación secundaria.

Estos porcentajes estadísticos tienen un cruel reflejo en el día a día de millones de gitanos europeos.  Actualmente, son muchos los países de la Unión Europea en los que se pisotean sistemáticamente los derechos de los gitanos sin que se tomen medidas para evitarlo. En Hungría se ha asesinado a personas gitanas por su condición étnica; en Grecia se les ha apaleado y se han quemado sus barrios; en Francia se les expulsa y se derriban sus casas; en la República Checa se esterilizó forzosamente a las mujeres gitanas hasta el 2008 y se separa a los niños en escuelas para discapacitados… Por desgracia, aún podríamos seguir esta lista macabra.

Aunque en el resto de Europa se tenga como referencia nuestro modelo de inclusión social de la población gitana, en España las cosas no son tan diferentes. Según el último ‘Informe sobre Desarrollo Social de la Fundación FOESSA’ (2014), tres de cada cuatro gitanos sufre exclusión social, un dato cinco veces superior a la media. La discriminación es muy palpable, según recoge el ‘Diagnóstico Social de la Comunidad Gitana en España’ (2007), editado por el entonces Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, ya que el 42,6 % de los gitanos aseguró que se sintió discriminado en el acceso a un servicio local o público (bares, piscinas, discotecas, etc.). Cuando se les pregunta a los españoles si les molestaría mucho o bastante tener como vecinos a personas gitanas, el 40,2 % responde que sí.

Sin embargo, la ola de indignación que estas cuestiones deberían provocar no se produce más allá de algunas voces que desgraciadamente no tienen la fuerza suficiente. Este es nuestro continente, esta es nuestra realidad. ¿Hasta cuándo?

Metodología

Para garantizar la objetividad académica y el rigor científico de este estudio, ¿Periodistas contra el racismo? se elabora a partir de una amplia muestra de informaciones sobre gitanos publicadas en los medios de comunicación de toda España. En esta edición, hemos analizado un total de 2.433 textos.

Este es un informe riguroso para cuya elaboración se siguen los cánones científicos de la estadística.

A continuación expondremos las diferentes variables que se han tenido en cuenta para la elaboración del estudio, con el objetivo de facilitar la comprensión de los resultados a todas aquellas personas interesadas en este exhaustivo informe.

Datos generales: en este apartado se incluye el nombre completo de la publicación, la provincia y la comunidad autónoma a la que pertenece la cabecera. En él también se detalla el titular de la noticia y el día y el mes en la que se publicó.

Modalidad del texto: la información se clasifica como ‘informativa’ o ‘de opinión’, según a qué criterio responda.

Género periodístico: clasificamos la información según corresponda: noticia, reportaje, artículo, crítica, entrevista, carta al director, fotonoticia, editorial o tira cómica.

Elementos gráficos: clasificamos los elementos gráficos que acompañan la información. Éstos se clasifican en: fotografías, gráficos, dibujos o elementos audiovisuales.

Consulta de fuentes: se distinguen aquellas noticias para cuya elaboración el periodista ha recurrido a fuentes gitanas: gitanos o entidades gitanas protagonistas, testigos o involucradas en el hecho noticioso.

Tema: las diferentes noticias analizadas se clasifican según versen sobre: agresiones; arte; asesinatos y homicidios; asociacionismo; conflictos; convivencia; cultura gitana; cursos y talleres; delincuencia; drogas; economía; educación; estudios; formación; historia; infancia y juventud; jornadas; justicia; lengua; ley gitana; medios de comunicación; policía; política; programas; racismo y discriminación; religión; reivindicaciones; sanidad e higiene; sociedad; sucesos; trabajo; venta ambulante o vivienda.

Una misma información puede ser clasificada en diversas categorías.

Portada: se diferencian aquellas informaciones publicadas en la primera página del medio de comunicación, tanto en las versiones en papel como online.

Extensión de la información: los textos pueden ser breves, de una extensión estándar o haber sido tratados en profundidad.

Valoración de las noticias, es decir, el enfoque que dieron los periodistas a sus textos. Siguiendo este criterio, las redacciones se clasifican como negativas, positivas o neutras. Cabe destacar que la valoración se centra únicamente en el tratamiento que el periodista da a la noticia, y no en su contenido. Para ello, se tienen en cuenta, por ejemplo, si se consultaron las fuentes gitanas o no, si los textos contienen elementos peyorativos o favorables a los gitanos o si el uso de imágenes es acorde con la noticia, entre otros.

Este apartado es, con toda seguridad, el más relevante de nuestro estudio y, por lo tanto, el que requiere de una mayor atención. Es importante destacar que para clasificar las noticias como positivas, negativas o neutras, contamos con un grupo de gitanos, puesto que creemos que somos nosotros mismos los que mejor podemos determinar si un texto nos favorece o, por el contrario, ahonda en los prejuicios y estereotipos más arraigados a nuestro pueblo.

Con el objetivo de homogeneizar los criterios del grupo que valora las informaciones y realizar el trabajo con máximo rigor, tenemos en cuenta cuatro puntos básicos recogidos en los códigos deontológicos del periodismo en cuanto al tratamiento informativo relacionado con minorías se refiere. Estos son:

– No incluir la información del grupo étnico, color de piel, religión o cultura si no es estrictamente necesario para la comprensión global del mensaje, especialmente en informaciones que se desarrollan en contextos peyorativos.

– Evitar caer en estereotipos, generalizaciones o simplificaciones.

– Huir del morbo periodístico y del sensacionalismo a la hora de tratar la información.

– Contrastar siempre que sea posible las informaciones publicadas, acudiendo a fuentes válidas preferiblemente que provengan de las propias minorías.

Precedentes

En 1996 vio la luz por primera vez ¿Periodistas contra el racismo?, un informe que analizaba las informaciones aparecidas en los diferentes diarios españoles ese mismo año y el anterior. Este informe nació con el objetivo de denunciar las malas praxis en el ejercicio periodístico y comprobar qué tratamiento se da a los textos relacionados con la comunidad gitana.

Este estudio trata de incidir en la importancia de ser diligentes a la hora de abordar las informaciones sobre el Pueblo Gitano, ahondando en la necesidad de que medios de comunicación y periodistas sean conscientes de la responsabilidad enorme que tienen, ya que un tratamiento sesgado y estereotipado de las informaciones suponen un lastre para el avance social de los gitanos y dificulta la buena convivencia entre los gitanos y la población mayoritaria.

Para evitar las nefastas consecuencias para el Pueblo Gitano que este tratamiento negativo de la información conlleva, es clave ser rigurosos, ofrecer informaciones completas, acudir a las fuentes gitanas y alejarse de todos aquellos clichés que alimentan el racismo, el odio o la discriminación.

¿Periodistas contra el racismo? llega a su decimotercera edición con este estudio que tenéis en vuestras manos. Un informe que, desgraciadamente, sigue siendo necesario puesto que comprobamos año tras año que aún queda mucho camino por recorrer para conseguir nuestro objetivo. Sigue siendo demasiado elevado el porcentaje de ocasiones en que los periodistas no contrastan la información o las veces que mencionan que el protagonista de un suceso es gitano aunque este dato no sea estrictamente necesario para la comprensión global del mensaje, un hecho totalmente desaconsejado para una comunicación libre de prejuicios y discriminación.

A continuación, vamos a realizar un breve repaso de las diferentes ediciones de este informe, desde sus inicios a la actualidad. Este es un ejercicio que nos sirve para contextualizar el presente volumen y conocer la evolución que se ha seguido en el tratamiento de la información relacionada con gitanos en los últimos veinte años y que se puede ampliar en el Capítulo 34, Tendencias de la información.

Año 1995-1996

El primer informe ¿Periodistas contra el racismo? incluía el análisis de un total de 7.430 informaciones publicadas en los medios de comunicación españoles durante los años 1995 y 1996. En cuanto a la valoración de las noticias, el 61,15 % fueron consideradas positivas, el 31,10 % negativas y el 7,75 % neutras.

La prensa de Madrid y la de Andalucía fueron las que incluyeron un mayor número de textos sobre gitanos. Canarias, por el contrario, se situó en el extremo opuesto, siendo la región que menos espacio dedicó a este tipo de noticias.

Si nos centramos en las valoraciones, destaca Extremadura como la comunidad que más noticias favorables publicó, Baleares la que más negativas publicó y el País Vasco se situó primero en el ranking de textos neutros.

En relación con los temas que se abordaron con mayor frecuencia en este periodo de dos años, éstos fueron: cultura, vivienda, convivencia y asociacionismo. Por el contrario, lengua y ley gitana apenas tuvieron presencia en las páginas de los diarios españoles.

Un dato destacable de este primer ¿Periodistas contra el racismo? es que las noticias sobre vivienda y convivencia fueron tratadas especialmente de forma negativa.

Año 1997

Un total de 3.669 informaciones fueron las que se analizaron durante el año 1997. De éstas, el 60,55 % fueron tratadas con neutralidad. Del resto, 21,19 % fueron negativas y el 18,24 % fueron favorables al Pueblo Gitano.

Madrid, Andalucía y Cataluña fueron las comunidades que publicaron un mayor número de textos sobre gitanos. Por el contrario, La Rioja fue la comunidad que registró el porcentaje más bajo.

Como en el informe anterior, Extremadura fue la región cuyos medios de comunicación publicaron más noticias favorables y, en esta ocasión, Cantabria se situó en el extremo opuesto, con el porcentaje más alto de noticias negativas.

Folclore, convivencia, vivienda y cultura fueron los temas que tuvieron mayor cabida en la prensa española durante el 1997. Estudios y cárceles, en esta ocasión, se situaron en el extremo opuesto y apenas tuvieron repercusión.

Año 1998-1999

En esta edición del informe se analizaron los textos publicados en un periodo de dos años, registrando un total de 7.286 informaciones sobre gitanos. La neutralidad fue la tónica dominante, siendo el 59,85 % de los textos valorados como neutros. Las noticias favorables alcanzaron el 22,35 % y las desfavorables en 17,80 %.

Los medios de comunicación de Madrid, Andalucía y Cataluña, por este orden, fueron los que más informaciones sobre el Pueblo Gitano publicaron. Aragón destacó en esta edición del informe por ser la región que publicó más textos positivos mientras que Baleares fue la región que publicó más textos negativos.

Convivencia fue el tema que generó un mayor número de informaciones.

Si por algo destaca esta edición del informe, es por ser el primero en el que se incluyó el análisis del contraste de las fuentes gitanas. En este primer año, únicamente el 13 % de los periodistas acudieron a los propios gitanos para contrastar la información, un porcentaje claramente insuficiente.

Año 2000-2001

Para la redacción de este volumen de ¿Periodistas contra el racismo? se recogieron un total de 7.991 textos. En esta ocasión, Andalucía, Cataluña y Castilla y León fueron las comunidades cuyos medios de comunicación publicaron un mayor número de informaciones.

La neutralidad en el tratamiento informativo fue predominante en ambos años. En el 2000 el 77 % de las noticias fueron neutras y en el 2001 lo fueron el 78 %. Las noticias negativas alcanzaron  en el 9,25 % y en el 2001 el 17,46 % y los textos desfavorables supusieron el 12,19 % del total en el 2000 y el 5,33 % en el 2001.

Ceuta y Melilla fue la región que publicó más informaciones positivas en el 2000, mientras que Murcia alcanzó el porcentaje más elevado de informaciones negativas. Cantabria fue la comunidad que lideró el ranking de textos neutros. En el 2001 Baleares fue la comunidad con un mayor número de noticias favorables, Galicia negativas, y Navarra neutras.

Convivencia y asociacionismo fueron los temas que ocuparon más espacio en los medios de comunicación durante este periodo. Tan sólo en el 15 % de los textos se consultaron las fuentes gitanas para elaborar la información.

Año 2002

En esta edición del informe se analizaron un total de 3.794 informaciones. Las comunidades que publicaron más textos sobre el pueblo romaní fueron Cataluña y Madrid y las que menos fueron La Rioja y Cantabria.

La neutralidad fue la tónica dominante en el tratamiento informativo, alcanzando un elevado 73,12 % del total. Completan este porcentaje los textos negativos, con un 18,89 % del total, y los positivos, con el 8,01 % restante.

La comunidad de Castilla-La Mancha fue la que publicó un mayor número de textos neutros, Extremadura positivos y Canarias y País Vasco desfavorables para el Pueblo Gitano.

Los temas relacionados con convivencia y asociacionismo fueron los que tuvieron mayor cabida en las páginas de las diferentes cabeceras. En la mayoría de las ocasiones, en el 84,61 %, los periodistas no contrastaron sus informaciones con fuentes gitanas.

Año 2007

Un total de 2.844 informaciones son las que se analizaron en esta edición del estudio. Andalucía, Madrid y Galicia fueron las comunidades que publicaron un mayor número de textos. Del total de las informaciones analizadas, el 69,30 % fueron neutras, el 18,25 % positivas y el 12,45 % negativas.

Castilla-La Mancha y Ceuta y Melilla fueron las regiones que publicaron un mayor número de textos neutros. Baleares, por su parte, destacó por ser la que publicó más informaciones desfavorables para los gitanos.

Los temas que ocuparon más espacio en los medios de comunicación españoles durante el 2007 fueron los relacionados con la venta ambulante y la vivienda. Durante este año, los periodistas únicamente consultaron las fuentes en un 29,97 % de las ocasiones.

Año 2008-2009

Durante el 2008 y el 2009 se registraron un total de 7.733 informaciones. Las comunidades de Madrid, Andalucía y Galicia fueron las que más textos publicaron.

De las 7.733 noticias recogidas, el 85,28 % fueron neutras, mientras que la cifra de textos favorables ascendió al 19,81 % y de negativos al 14,91 %.

Las noticias positivas alcanzaron su porcentaje más elevado en Andalucía, mientras que por el contrario, la Comunidad Valenciana destacó por ser la que publicó un mayor número de textos negativos para los gitanos. Canarias fue la comunidad con un mayor número de informaciones neutras.

Durante este periodo de tiempo, los periodistas tan solo consultaron las fuentes gitanas en el 9,51 % de los casos, una cifra significativamente inferior a la registrada durante el 2007. Los temas que generaron más noticias fueron conflictos y vivienda.

Año 2010

En esta edición de ¿Periodistas contra el racismo? se analizaron un total de 3.018 textos sobre el Pueblo Gitano. Las comunidades de Madrid, Andalucía y Galicia fueron, un año más, las que más informaciones sobre gitanos publicaron.

El 65,28 % del total de noticias analizadas fueron tratadas de forma neutra. Los textos positivos alcanzaron el 19,81 % y los negativos en 14,91 % del total. Los textos positivos fueron mayoritarios en Andalucía, los negativos en la Comunidad Valenciana y los neutros en Canarias.

Esta edición del estudio destaca por ser, hasta la fecha, la que registró el porcentaje más bajo en cuanto a la consulta de las fuentes gitanas se refiere, llegando tan sólo  al 2,20 % del total de los textos. Los temas que tuvieron una mayor repercusión durante el 2010 fueron sociedad, convivencia y política.

Año 2011

Un total de 3.005 informaciones fueron las que se recogieron en ¿Periodistas contra el racismo? de este año. Esta edición destaca por ser, hasta la fecha, la que registró la cifra más baja de noticias valoradas como negativas, con un porcentaje del 10,18 %. El resto de noticias fueron neutras, un 68,59 %, y positivas, un 21,23 %.

Las periodistas de Madrid y Andalucía fueron los que publicaron más informaciones sobre gitanos. En cuanto a la valoración de los textos, Galicia registró el porcentaje más elevado de negativos, Castilla y León y Extremadura positivos y Canarias y Cantabria neutros.

En un 30,18 % de los casos, los periodistas contrastaron sus informaciones con las fuentes gitanas, una cifra muy superior a la edición anterior del informe.

Sociedad y política fueron los temas que ocuparon un mayor espacio en la prensa española durante el 2011.

Año 2012

En esta edición del informe se recogieron un total de 1.947 informaciones. La neutralidad fue predominante durante el 2012, con un 59,27 % de los textos valorados como neutros. El resto de noticias fueron consideradas positivas para el pueblo gitano, un 28,20 %, y negativas, un 12,53 %.

EL porcentaje más elevado de noticias positivas se registró en Aragón (43,59 %), mientras que la neutralidad dominó en Navarra y Canarias (65 %) y Baleares fue la más negativa (75 %).

En el 34,93 % de los casos los periodistas consultaron las fuentes gitanas, una cifra superior a la del año anterior, que se situó en el 20,18 %.

Los temas sobre los que más hablaron los medios de comunicación en el 2012 fueron sociedad y política.

Año 2013

Durante el año 2013 se analizaron un total de 1.965 informaciones relacionadas por el Pueblo Gitano. Las informaciones valoradas como neutras fueron predominantes, con un porcentaje que ascendió al 62,54 %. Las noticias positivas alcanzaron un 24,33 % y las desfavorables el 13,13 %.

Los diarios de Madrid fueron los que publicaron más noticias sobre gitanos (32,88 %). Por el contrario, Cantabria, con un 0,31 %, La Rioja, con un 0,76 % y Ceuta y Melilla, con un 1,02 %, fueron por este orden las regiones que publicaron un número menor de textos.

Los periodistas españoles consultaron las fuentes gitanas en el 41,45 % de los casos. Los temas que aparecieron con más frecuencia en los medios durante el 2013 fueron política, asociacionismo y sociedad.

Año 2014

En esta edición de ¿Periodistas contra el racismo? se analizaron un total de 2.273 informaciones. Durante este año se vieron aumentados los textos valorados como negativos para el Pueblo Gitano, pasando del 13,13 % en el 2013 al 20,41 % en el 2014. Los textos neutros ascendieron al 63,18 % del total y los positivos alcanzaron el 16,41 % restante.

Madrid volvió a ser la comunidad autónoma donde se publicaron más informaciones sobre gitanos, con un 24,42 % del total. Le siguieron Andalucía (17,11 %) y Galicia (17,03 %). La comunidad que más neutralidad dio a las informaciones sobre gitanos fue La Rioja. Los textos negativos fueron predominantes en Baleares y los valorados como positivos destacaron en la prensa canaria.

La consulta de las fuentes siguió siendo una asignatura pendiente, ya que en el 69,42 % de los casos no se consultaron.

En esta edición del informe se empezó a analizar el uso de las imágenes en las informaciones sobre el Pueblo Gitano. De este análisis se extrajo que el 16,16 % de las fotografías que aparecieron en prensa durante el 2014 fueron de carácter tendenciosos y sensacionalista.

Los temas que ocuparon un mayor espacio en la prensa de este año fueron política y asociacionismo.