¿Periodistas contra el racismo? 2016

Durante meses de intenso trabajo, hemos analizado 2.148 noticias, de 329 medios diferentes, para poder elaborar esta décimo cuarta edición de ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el pueblo gitano 2016. Queríamos hacer, un año más, una radiografía clara de cómo ha tratado la prensa española a los gitanos. Descubrir, de una forma empírica, si sigue existiendo la discriminación y si se fomenta el discurso del odio. Por eso, nuestro equipo, formado por gitanos y gadyè, ha llevado a cabo una investigación en profundidad de cada una de las piezas informativas y de opinión, utilizando siempre la misma vara de medir. Una vara de medir consensuada entre todo el equipo y que se basa en criterios tanto periodísticos como éticos y culturales, que incluye variables cuantitativas y cualitativas, y que se apoya en la experiencia de haber realizado ya 12 estudios como este.

Así, nuestro método posee un rigor científico que le da solidez a nuestras conclusiones, como si nos hubiéramos encerrado en una habitación oscura para revelar a mano una fotografía que nos descubre muchos aspectos interesantes –y lo hace desde varios ángulos– de la situación actual del antigitanismo en los medios de comunicación. Por ejemplo, desde un punto de vista puramente geográfico, leyendo esta investigación podemos conocer en qué lugares se publican más informaciones sobre el Pueblo Gitano o dónde se discrimina más. Pero no solo eso, también se ofrece una visión deontológica que tiene especialmente en cuenta, entre otras cosas, qué fotos se eligieron para ilustrar la noticia o si se utilizaron fuentes gitanas para contrastar la información. De esa forma llegamos a unas conclusiones que no son solo periodísticas, sino también sociológicas.

Y tras ese estudio riguroso, desde la Unión Romaní constatamos una vez más que en los medios sigue habiendo racismo y que la situación casi no ha variado respecto al año pasado, tan solo unas décimas: el 19,09% de las noticias del 2016 analizadas se trataron de una forma negativa, frente al 19,93% del 2015. Esa es una señal doblemente preocupante, un pez que se muerde la cola. Por un lado, demuestra que la comunidad gitana sigue siendo discriminada por la sociedad y, por otro, que los medios de comunicación alimentan esa discriminación en lugar de actuar con la ética que les exige su profesión, propiciando así que brote con más facilidad el discurso del odio. Los periodistas siguen siendo parte del problema en vez de la solución.Eso se observa claramente en los comentarios descarnados e hirientes, insultando a los gitanos, que escriben los lectores en Internet, escudados en pseudónimos, y que se pueden encontrar al final de muchas noticias, incluso en las valoradas como positivas.

Esta actitud radica, en gran parte, en hacer caso omiso de lo que dicta el código deontológico de los periodistas. Los que trabajan en ese sector saben que la nacionalidad o la etnia no deben mencionarse a no ser que sea necesario para comprender bien la noticia. Sin embargo, la palabra “gitano” aparece en muchas informaciones de forma gratuita y contribuye, básicamente, a continuar estigmatizando a esa comunidad. Los periodistas saben, también, que es fundamental darle voz a todos los agentes implicados y contrastar la información como es debido. Pero hemos constatado que en el 2016 solo en el 39,25% de los casos se consultó a fuentes gitanas. ¿No corren esas noticias, entonces, el riesgo de estar completamente sesgadas?

Lo peor es que esa manera de actuar se acentúa cuando se narra un hecho ya de por sí negativo –asesinatos, delincuencia, etc.–. Algo perverso, porque es justamente en esos casos cuando se debería ir con más cuidado y priorizar la rigurosidad y la imparcialidad. Las cifras hablan por sí solas. En el 2016, fue en Galicia donde se publicaron más noticias tratadas de forma negativa, contribuyendo al racismo y a la discriminación, y fue también en esa comunidad autónoma donde hubo más sucesos negativos que tenían como protagonistas a miembros del Pueblo Gitano –algo que se trata en la sección VI–. Con eso en mente, si se hubiera querido evitar el antigitanismo, habría sido justamente allí donde más se habría recurrido a fuentes gitanas para contrastar y contextualizar cada información. No fue así. De hecho, si hacemos una clasificación de las comunidades españolas que más voz han dado a los gitanos en 2016, Galicia no aparece hasta la quinta posición.

Es cierto que vivimos en la era de la inmediatez y que parece que siempre estamos llegando tarde a todo. La rapidez con la que se le impone a los periodistas la elaboración de la noticia deja poco espacio para la reflexión reposada y para la contextualización. Esa vorágine hace que cada vez la información se quede más en la superficie en vez de bucear para explicar el porqué de las cosas. Y eso empeora todavía más con la, cada vez más extendida, ‘“obsesión por el clic’”. Con el gran protagonismo de las redes sociales, los medios se están centrando demasiado en actuar como telas de araña, locos porque los titulares y fotos sean suficientemente llamativos como para que la gente entre en la noticia y se genere así más tráfico en la web.

Pero todo eso no es una excusa: la inmediatez no puede usarse para justificar el racismo, para forzar la aceptación de un discurso que distorsiona e insiste en los estereotipos del Pueblo Gitano en vez de buscar caminos para dinamitarlos.

Faltaríamos a la verdad si dijéramos que esa es una actitud mayoritaria. Por suerte no lo es y los datos de este estudio lo corroboran: un gran porcentaje de las noticias analizadas son neutras y esa cifra va creciendo a lo largo de los años. Pero hay que seguir insistiendo y esforzándose para que llegue el día en que las noticias con un tratamiento racista desaparezcan. Hay que luchar porque en las redacciones haya más presencia de las minorías discriminadas –más presencia de gitanos, en este caso– para que sean ellos mismos quienes puedan contribuir a dar una visión de su pueblo más cercana a la realidad y se eviten por fin las generalizaciones y el uso de términos negativos, como “clan”, “patriarca” o “reyerta”. Hay que ofrecer educación a los profesionales del periodismo, para que no sea el desconocimiento lo que propicie el antigitanismo, y sería bueno, también, potenciar los discursos positivos que contrarresten los negativos, la narrativa que consiga combatir el racismo, sacando a la luz esas historias de personas que son un referente para el Pueblo Gitano –o rromà, en su idioma, el rromanò– y que rompen con la imagen preconcebida que tiene de ellos la sociedad.

Y eso no se reduce solo a la prensa escrita, también deben sentirse aludidos aquellos que trabajan en el audiovisual, tanto en informativos como en los llamados “reality shows” o en los programas de reportajes a fondo, y aquellos que usan las redes sociales, porque también en esos formatos es palpable la discriminación, algo que desgranamos en las secciones VII y VIII.

Contexto histórico y actualidad

Una manera de luchar contra el racismo es combatir el desconocimiento, como ya hemos apuntado, porque así se disuelven los estereotipos y emerge la imagen real, algo que ayuda a derribar más fácilmente esa barrera de odio y miedo que conduce al rechazo de una determinada comunidad. Para ello es necesario empezar arrojando luz sobre la historia de los rromà. ¿De dónde vienen? ¿Cómo y cuándo llegaron a España? ¿Qué rasgos culturales comparten? Porque la suya es, también, la historia de España, aunque ha quedado invisibilizada y no se enseña en los colegios ni en las universidades.

Por ese motivo, muchas asociaciones gitanas están reclamando un cambio que ya ha empezado a dar sus frutos. En 2016, Castilla y León se convirtió en la primera autonomía que incluye en su currículo escolar el estudio de la cultura romaní. Una cultura que ha enriquecido enormemente a la nuestra, de la que hemos bebido y ni siquiera somos conscientes. Por ejemplo, del caló –mezcla del español y el rromanò, la lengua gitana– provienen palabras que usamos habitualmente en el lenguaje coloquial como, entre otras, currar, chaval, pirar o mangar. Aunque para entender esa mezcla hay que remontarse primero unos cuantos siglos atrás.

Desde la India

En la Unión Romaní estimamos, según nuestros datos, que en España viven aproximadamente 760.000 gitanos. Pero tras esa fría cifra se esconde una larga historia sobre el camino que tuvieron que recorrer sus antepasados para llegar hasta aquí, pues el origen del Pueblo Gitano se sitúa en el noroeste de la India, en la región del Punjab, y son más de 7.500 km los que separan esa zona, cerca de la frontera con Pakistán, de España.

El motivo de la huida de su país natal no está claro, aunque varios expertos apuntan a las frecuentes y violentas invasiones islámicas que acontecían allí en el siglo IX, que es según los historiadores cuando empezaron su lenta peregrinación, atravesando Asia a lo largo de cientos de años y después Oriente Medio y Oriente Próximo hasta pisar Europa. Es a principios y mediados del s. XIV cuando se detectan los primeros asentamientos gitanos en las islas del Mediterráneo y en la Grecia continental y de allí fueron expandiéndose a otras zonas del continente, manteniendo los rasgos característicos de su cultura pero absorbiendo también algunas de las características de las sociedades con las que convivían.

Los gitanos en España

Los gitanos llegaron a España en 1425, según establece el primer escrito que habla de ellos. Ese documento es también el responsable de que ahora nos dirijamos a esta comunidad llamándolos “gitanos”. Juan y Tomás, “Condes de Egipto Menor”, viajaban con su séquito en peregrinación, con la intención de llegar a Santiago de Compostela y fue el rey Juan II de Aragón quien les hizo entrega de un salvoconducto para que pudieran conseguirlo. Fue justamente por la procedencia de esos condes por lo que se les empezó a llamar “egiptianos”, algo que luego ha derivado hasta la denominación actual y también ha conducido al error de pensar que los gitanos son originarios de Egipto.

En aquella época, los rromà tuvieron una buena acogida, pero la persecución no tardó en llegar. La vida errante, bohemia y en libertad que llevaba esa comunidad no era del agrado de las autoridades civiles ni eclesiásticas y por eso empezaron las prohibiciones a todo aquello que conformaba sus rasgos de identidad: su manera de vestir, sus oficios ancestrales, sus costumbres y su idioma, el rromanò. La caza se revistió de legalidad a través de diversas pragmáticas –leyes emitidas por las autoridades– y así el cerco se fue estrechando alrededor del Pueblo Gitano, sin dudar en llegar a matarlos si era necesario.

Un claro ejemplo de aquella situación es la Pragmática de Medina del Campo, que data de 1499 y que promulgaron los Reyes Católicos. Esa ley dictaba que había que detener y encarcelar a todos los gitanos, tanto si habían cometido algún delito, como si eran inocentes.

Y la catarsis llega en lo que ha pasado a la historia como la Gran Redada, un día que ha quedado marcado en negro y manchado de sangre para siempre. Es en pleno verano, el 30 de julio de 1749, cuando el Marqués de la Ensenada ejecuta la orden de Prisión General de Gitanos, autorizada por Fernando VI, y se desata una persecución feroz. Un día de terror para la población rromà que se saldó con cerca de 12.000 víctimas: cientos de familias separadas, una infinidad de niños huérfanos y otros tantos asesinados.

Se podría pensar que aquello forma parte de un pasado oscuro y lejano, pero lo cierto es que hasta la Transición Española no se corrigió este tipo de legislación despiadada que atentaba contra los derechos humanos. Esa caza y ese hostigamiento han dejado una huella grabada a fuego que es visible aún hoy, condenando a una parte de la población gitana a la pobreza y a la exclusión social.

Pero la Gran Redada no fue la única atrocidad que esta comunidad tuvo que sufrir. Durante el dominio nazi, también se les persiguió y se les exterminó. Aunque el genocidio gitano ha sido mucho menos estudiado que el genocidio judío, las cifras apuntan a que fueron más de medio millón los rromà que murieron en los campos de concentración nazis. El Pueblo Gitano acuñó un nombre para ello: Samudaripen. Por desgracia, como pasa con otras partes de su historia, aquello quedó invisibilizado e impune: en los Juicios de Núremberg el asesinato en masa de los gitanos fue ignorado y los supervivientes rromà no obtuvieron reparación alguna.

Los gitanos en el mundo

Se estima que viven alrededor de 14 millones de gitanos en el mundo, la mayoría en los países del continente europeo –cerca de 10 millones–, y el resto en América del Norte y del Sur.

Por eso los rromà constituyen la minoría más numerosa en Europa, con Rumanía, Bulgaria, España y Hungría a la cabeza de la lista de los países con más residentes de esta etnia, por orden de población gitana.

El 8 de abril de 1971 decidieron reunirse para sentar unas bases sólidas que les permitieran apuntalar su cultura y esa reunión se convirtió en el Primer Congreso Mundial Gitano, al que acudieron rromà de 25 países diferentes. Tuvo lugar en Londres y de allí salieron acuerdos importantes que se mantienen hasta el día de hoy:

– Se crea la Bandera Gitana y se eligen tres colores: el azul del cielo; el verde de los campos por los que ha caminado el Pueblo Gitano desde hace siglos; y la rueda roja en el centro, que recuerda su historia nómada como pueblo sin fronteras.

– Se crea el Himno Internacional Gitano, Gelem, Gelem. Lo compone Jarko Jovanovic inspirado en una canción tradicional gitana del Este y recuerda la trágica historia de decenas de miles de rromà asesinados y recluidos en los campos de concentración nazis.

– Se solicita a la ONU que reconozca al Pueblo Gitano como una Minoría Cultural No Gubernamental. Fue el doctor Ján Cibula quien hizo esta petición en persona, ayudado por Juan de Dios Ramírez-Heredia. En 1978, la ONU reconoció al Pueblo Gitano. Su estatuto es igual al del reconocimiento de Palestina, aunque los gitanos no aspiran a tener un territorio.

– Determinan exigir una indemnización a Alemania por las víctimas del Samudaripen que no pretendían que fuera a parar a particulares, sino que se invirtiera en formación, educación y capacitación para las comunidades gitanas que habían padecido el exterminio.

– Se decide estandarizar la lengua gitana: el rromanò, un idioma de origen indo-europeo con unas importantes raíces eslavas, sobre todo en sus grafías. A partir de ese momento comenzó un proceso de estudio y divulgación de la lengua gitana y más tarde la Universidad René Descartes de París acogió a un grupo de integrantes gitanos para llevar a cabo la estandarización.

La discriminación no es algo del pasado

La Agencia Europea de Derechos Fundamentales publicó en 2016 un estudio[1] que indagaba a fondo sobre la discriminación en la Europa actual. Sus conclusiones no son nada alentadoras: alrededor del 80% de los gitanos que participaron en la investigación viven por debajo del umbral de la pobreza de sus respectivos países, un tercio vive sin acceso a agua corriente en casa y tan solo la mitad de los gitanos entre 6 y 24 años está escolarizado. El porcentaje de jóvenes gitanos –de 16 a 24 años– que ni estudia ni trabaja es del 63%, cinco veces mayor que la media de la UE. Como asegura Michael O’Flaherty, director de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, el informe revela una realidad innegable: “la principal minoría étnica de la Unión Europea sigue padeciendo un nivel de discriminación intolerable y carece de acceso a servicios de primera necesidad”.

Claro está, la situación varía según el país. Por mencionar solo algunos de los casos, en la República Checa, por ejemplo, no se ha indemnizado todavía a las miles de mujeres que fueron esterilizadas de manera forzosa[2] durante décadas –hay testimonios hasta de principios de los 2000– solo por ser gitanas. En ese mismo país, Amnistía Internacional ha denunciado que los niños gitanos siguen siendo segregados, muchos de ellos enviados a escuelas especiales para menores con discapacidades mentales cuando ellos en realidad no lo necesitan y deberían ir a una escuela ordinaria. Eso es algo que también sucede en Eslovaquia[3] y que le supuso en 2015 tenerse que enfrentar a un procedimiento de infracción de la Comisión Europea por violar la legislación antidiscriminatoria de la UE.

Además, según explica el último estudio de SOS Racismo sobre discriminación en 2016, hasta un 46% de la población europea asegura que no se sentiría a gusto trabajando con un compañero de origen gitano.

En España también hay datos que deberían indignarnos o, como mínimo, sonrojarnos. En 2015 hubo 505 delitos de odio motivados por el racismo y la xenofobia y 17 por la aporofobia –fobia a los pobres–, según determina el último informe publicado por el Ministerio del Interior en España. Son delitos que, en muchos de los casos, tienen como víctimas a la población gitana. Hay que tener en cuenta, además, que esos datos se extraen de los incidentes denunciados. ¡Cuánto puede subir esa cifra si se pudieran conocer también los casos que no se denuncian!

Los datos del estudio de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, que ya hemos mencionado, abarcan más áreas de la vida en sociedad y arrojan luz sobre lo que le está sucediendo aún hoy al Pueblo Gitano. Se detalla, por ejemplo, que el 97% de la población rromà entrevistada en España tiene dificultades para llegar a final de mes –el 64% serias dificultades–, y que el 57% no tiene trabajo.

Con un mapa como el que dibujan estos números, habría que preguntarse qué podemos hacer para que de una vez por todas los gitanos en riesgo de exclusión social se reduzcan a tan solo una minoría. Y cabría preguntarse también qué se está haciendo mal actualmente. Pero sobre todo, hay que tener siempre presente la imagen que conforman esos datos para poder entender el porqué de algunas situaciones o de algunos comportamientos que acontecen en el mundo gitano y que se suelen explicar de una manera simplista y superficial, una visión que olvida todos estos obstáculos que se presentan a diario en el camino de los rromà.

Metodología

Con la voluntad de que este análisis sea altamente representativo y ofrezca una imagen suficientemente fidedigna de la situación en la prensa, hemos recogido una amplia muestra, de un total de 2.148 noticias publicadas en sitios muy variados de todo el territorio español y comprendidas en un abanico que abarca 329 medios diferentes.

Además, con tal de llevar a cabo este análisis con un rigor científico y alejarnos al máximo de la subjetividad, nos hemos apoyado en una serie de variables cuantitativas y cualitativas, que ya venimos utilizando a lo largo de los 21 años que tiene de vida este estudio, que hemos ido afinando y mejorando. La estructura es la siguiente:

Datos generales: en este apartado se detalla el nombre de la publicación, la provincia y la comunidad autónoma a la que pertenece la cabecera. Se recoge también el titular de la noticia y el día y el mes en la que se publicó.

Modalidad del texto: clasificamos la pieza como informativa o de opinión, en función de si el objetivo es transmitir información de manera neutra y objetiva –como es el caso de las informativas– o si es un texto argumentativo que expresa de manera razonada el sentir o el pensar de una persona o de un medio de comunicación –como son los artículos de opinión o los editoriales–.

Género periodístico: dividimos la información según corresponda: noticia, reportaje, artículo, crítica, entrevista, carta al director, fotonoticia, editorial o tira cómica.

Elementos gráficos: analizamos los elementos gráficos que acompañan la información y los clasificamos en: fotografías, gráficos, dibujos o elementos audiovisuales.

Consulta de fuentes: se distinguen aquellas noticias para cuya elaboración el periodista ha recurrido a fuentes gitanas o entidades gitanas, ya sean protagonistas, testigos o involucradas en el hecho noticioso.

Tema: las diferentes noticias analizadas se clasifican según la temática que tratan: agresiones; arte; asesinatos y homicidios; asociacionismo; conflictos; convivencia; cultura gitana; cursos y talleres; delincuencia; drogas; economía; educación; estudios; formación; historia; infancia y juventud; jornadas; justicia; lengua; ley gitana; medios de comunicación; policía; política; programas; racismo y discriminación; religión; reivindicaciones; sanidad e higiene; sociedad; sucesos; trabajo; venta ambulante o vivienda. Una misma información puede ser clasificada en diversas categorías a la vez.

Portada: se catalogan aquellas informaciones publicadas en la primera página del medio de comunicación, tanto en las versiones en papel como online.

Extensión: los textos pueden ser breves, de una extensión estándar o haber sido tratados en profundidad.

Valoración: Analizamos el enfoque que dieron los periodistas a sus textos. Este criterio se divide en noticias negativas, positivas o neutras. Cabe destacar que la valoración se centra únicamente en el tratamiento que el periodista da a la noticia, y no en su contenido, porque es la única manera de discernir que parte de discriminación o racismo hay en esa información. Para ello, se tienen en cuenta, entre otros, si se consultaron las fuentes gitanas o no, si se utilizan palabras peyorativas o favorables para los gitanos o si el uso de imágenes es acorde con la noticia o es tendencioso.

Esta última variable es, posiblemente, la más relevante de nuestro estudio y, por lo tanto, la que requiere de una mayor atención. Es importante destacar que es una gitana quien se ocupa de clasificar las noticias siguiendo este criterio, ya que creemos que somos nosotros mismos los que mejor podemos determinar si un texto nos favorece o, por el contrario, contribuye a mantener los estigmas y la imagen estereotipada de nuestro pueblo.

Hay una constante transversal que guía nuestra investigación: los códigos deontológicos del periodismo, en especial los apartados que se refieren al tratamiento informativo relacionado con minorías. Así, nos basamos en cuatro puntos clave:

– No mencionar el grupo étnico, color de piel, religión o cultura si no es estrictamente necesario para la comprensión global del mensaje, especialmente en informaciones que se desarrollan en contextos peyorativos.

– Evitar caer en estereotipos, generalizaciones o simplificaciones.

– Huir del morbo periodístico y del sensacionalismo a la hora de tratar la información.

– Contrastar siempre que sea posible las informaciones publicadas, acudiendo a fuentes válidas preferiblemente que provengan de las propias minorías.

Precedentes

¿Periodistas contra el racismo? se publicó por primera vez en 1996 y nació con el propósito de analizar las informaciones aparecidas en los diferentes diarios españoles ese mismo año y el anterior. Su objetivo principal era el de investigar el tratamiento que se le daba a los textos relacionados con gitanos y, con los resultados en la mano, denunciar la mala praxis en el ejercicio periodístico.

Los periodistas deben ser conscientes de la enorme responsabilidad que tienen, por su poder de crear opinión pública e incidir en ella. Por eso este estudio trata de hacer hincapié en la necesidad de ser rigurosos y profesionales a la hora de abordar las informaciones sobre el Pueblo Gitano, evitando en todo momento un tratamiento sesgado y estereotipado de las noticias, ya que eso solo pone palos en las ruedas del avance social de la comunidad gitana; dificulta la buena convivencia entre los gitanos y el resto de la población; y alimenta el odio y el racismo.

Por desgracia, un año más, esta decimocuarta edición de ¿Periodistas contra el racismo? demuestra que este análisis y las reivindicaciones que se incluyen en él siguen siendo necesarios, porque la situación va mejorando, pero la discriminación y el racismo son todavía una lacra que sigue presente en el mundo del periodismo. Aún queda mucho para que la información que se le brinda a la sociedad esté completamente libre de prejuicios.

Volviendo la vista atrás, son muchas ya las ediciones publicadas de este estudio y siempre es bueno hacer memoria para entender mejor dónde se enmarca el presente volumen.

1995-1996

En el primer informe ¿Periodistas contra el racismo? que vio la luz se analizaron un total de 7.430 informaciones publicadas en los medios de comunicación españoles durante los años 1995 y 1996. Tras aquella investigación se concluyó que, de media entre los dos años, un 64,65% de las piezas habían sido tratadas de forma positiva, un 23,7% de forma negativa y un 11,65% restante se catalogaron como neutras.

Fueron la prensa de Madrid y la de Andalucía las que redactaron un mayor número de textos sobre gitanos. A la cola se encontraba Canarias, como la región que menos espacio había dedicado a este tipo de noticias.

Extremadura despuntó en aquellos años como la comunidad con más noticias positivas publicadas y Baleares se convirtió en la otra cara de la moneda, amasando la mayor cantidad de noticias con un tratamiento negativo. Por lo que respecta a los textos neutros, fue el País Vasco quien coronó el podio.

Se observó, también, que en aquellos dos años los temas más recurrentes en las piezas recogidas para el estudio fueron la cultura, la vivienda, la convivencia y el asociacionismo. Por el contrario, apenas se hizo mención de la lengua y de la ley gitana en las páginas de los diarios españoles.

Es importante destacar que en aquel primer ¿Periodistas contra el racismo? las noticias que obtuvieron un tratamiento más negativo fueron aquellas que tenían que ver con vivienda y convivencia.

1997

La segunda edición recogió un total de 3.669 informaciones publicadas en 1997. De ellas, el 60,55% fueron tratadas con neutralidad; 21,20% se valoraron como negativas; y 18,25% fueron favorables al Pueblo Gitano.

Esta vez, a Madrid y Andalucía se le suma Cataluña en la lista de las comunidades que mayor número de textos sobre gitanos publicaron. Por el contrario, La Rioja fue la que registró el porcentaje más bajo.

Extremadura continuó a la cabeza de los territorios cuyos medios de comunicación publicaron más noticias favorables y, en esta ocasión, a la cola se situó Cantabria, con el porcentaje más alto de noticias negativas.

Folclore, convivencia, vivienda y cultura fueron los temas más tratados cuando se hacía referencia al Pueblo Gitano. En cambio, de estudios y cárceles, casi no hablaron los medios durante ese año.

En este informe ya se incluye también otra variable muy importante: la consulta de las fuentes. Abre un nuevo campo de investigación y permite descubrir que en 1997 se recurrió a fuentes gitanas solo en un 17,4% de los casos.

1998-1999

En el periodo que va del 1998 al 1999 se analizaron 7.286 textos sobre gitanos. Igual que el año anterior, la neutralidad fue la tónica dominante, a la que se le atribuyeron, de media entre los dos años, el 66,2% de las informaciones valoradas. Las noticias favorables subieron apenas unas décimas, hasta un 18,9% y las negativas bajaron unos puntos respecto al estudio anterior, hasta el 14,9%.

Igual que en 1997, las comunidades estrella en cuanto a la cantidad de espacio reservado en los medios de comunicación a la temática gitana fueron Madrid, Andalucía y Cataluña, por este orden. Aragón sobresale en esta edición del informe como región con más textos positivos y Baleares, igual que sucedió en el primer ¿Periodistas contra el racismo?, fue la región que publicó más textos negativos.

Todo aquello que tenía que ver con la convivencia fue lo que estuvo más presente en este tipo de informaciones.

Esta vez, únicamente el 11,8% de los periodistas acudieron a los propios gitanos para contrastar la información, un porcentaje claramente insuficiente y más bajo todavía que el año anterior.

2000-2001

Para la elaboración de este volumen de ¿Periodistas contra el racismo? se tuvieron en cuenta un total de 7.991 textos. En esta ocasión, Madrid desapareció del podio de las comunidades que más tratan en sus medios la temática gitana, dejando paso a Castilla y León, que se suma a las ya veteranas en esta lista: Cataluña y Andalucía.

No se rompió la tendencia que ha permanecido constante desde la segunda edición del informe, puesto que la mayoría de los textos siguieron obteniendo una valoración neutra, aunque es cierto que aumentó fuertemente el porcentaje, llegando al 80,1% de media entre el 2000 y el 2001. Correlativamente, las noticias positivas cayeron en picado, con un 6,6% de media, frente al 18,9% de media del estudio anterior.

En cuanto a la valoración, los resultados fueron completamente novedosos respecto a los obtenidos en ediciones anteriores. Ceuta y Melilla –que a efectos del informe constituyen una región– se convirtió en la zona donde más informaciones positivas se publicaron en el 2000, mientras que Murcia alcanzó el porcentaje más elevado de informaciones negativas y Cantabria lideró el ranking de textos neutros. En el 2001 los resultados continuaron sorprendiendo, con Baleares erigiéndose como la comunidad con un mayor número de noticias favorables –en varias ediciones se había colocado primera en las noticias negativas–, Galicia a la cabeza de las negativas, y Navarra en las neutras.

Convivencia y asociacionismo fueron los temas que ocuparon más espacio en los medios de comunicación durante este periodo. Por lo que a las fuentes se refiere, de media entre los dos años, tan sólo un 15,6% de las piezas muestran que se recurrió a la comunidad gitana para elaborarlas, algo más que en la edición anterior, eso sí.

2002

Esta vez, fueron un total de 3.794 las informaciones que se utilizaron para la investigación. Madrid recuperó su posición en el ranking de las comunidades que publicaron más textos sobre el pueblo romaní, junto con Cataluña, que suele repetir en ese puesto año tras año. Las que quedaron últimas fueron La Rioja y Cantabria.

La neutralidad fue de nuevo la tónica dominante en el tratamiento informativo, aunque descendió hasta el 73,12%. Los textos negativos subieron significativamente hasta un 18,87% y los positivos también crecieron unos puntos hasta situarse en un 8,01%.

En esta edición fue en Castilla-La Mancha donde se publicaron más textos neutros, Extremadura acaparó los positivos y Canarias y el País Vasco los negativos.

Igual que en la mayoría de estudios anteriores, los temas relacionados con convivencia y asociacionismo fueron los que tuvieron mayor cabida en las páginas de las diferentes cabeceras y este año se repitió, también, una conclusión especialmente negativa: no mejoró la tendencia de obviar a las fuentes gitanas, puesto que en un 84,61% de las ocasiones no se recurrió a ellas para contrastar las informaciones.

2007

En este ¿Periodistas contra el racismo? se tuvieron en cuenta un total de 2.844 informaciones. En esta ocasión fue Cataluña la que desapareció de la cabeza de la lista de lugares con más noticias de este tipo publicadas y Galicia se unió a las ya habituales Andalucía y Madrid. Del total de las informaciones analizadas, el 69,30% fueron neutras, las positivas repuntaron hasta el 18,25% y las negativas bajaron significativamente hasta un 12,45%.

Castilla-La Mancha y Ceuta y Melilla fueron las regiones que publicaron un mayor número de textos neutros. Baleares, por su parte, destacó por ser la que publicó más informaciones desfavorables.

Llama la atención que por primera vez es la venta ambulante el tema que más aparece en las noticias relacionadas con la comunidad gitana, seguido de la vivienda, este sí, ya tratado en abundancia por los medios en años anteriores. Durante este año, los periodistas mostraron una voluntad más intensa de rigor –aunque lejos de la deseable– y consultaron fuentes gitanas casi el doble de veces que en la edición anterior del estudio, llegando al 26,97%.

2008-2009

Durante este periodo de dos años se analizaron 7.733 informaciones y las comunidades de Madrid, Andalucía y Galicia fueron las que más textos publicaron.

Del total de las noticias recogidas, de media entre el 2008 y el 2009, un 63,2% fueron neutras, mientras que la cifra de textos favorables ascendió al 21,2% y los negativos subieron, también, hasta un 15,6%.

Las noticias positivas alcanzaron su porcentaje más elevado en Andalucía, mientras que, en el otro extremo se situó la Comunidad Valenciana, que despuntó por ser donde se publicaron un mayor número de textos negativos. Canarias, por su parte, fue la comunidad con más cantidad de informaciones neutras.

En este intervalo de tiempo, los periodistas tan solo consultaron las fuentes gitanas en el 7,7% de los casos, una cifra significativamente inferior a la registrada durante el 2007. Los temas que generaron más noticias fueron conflictos y vivienda.

2010

En esta edición se recogieron 3.018 textos sobre el Pueblo Gitano. El trío de comunidades con mayor producción de noticias sobre la comunidad rromà se mantuvo invariable respecto al año anterior: Madrid, Andalucía y Galicia.

Una vez más, los resultados de este estudio nos conducen a afirmar que la mayoría de las noticias tienen un trato neutro (65,28%), pero tanto los textos positivos (19,81%) como los negativos (14,91%) se redujeron. El mapa de valoraciones se distribuyó de la siguiente manera: los textos positivos fueron mayoritarios en Andalucía, los negativos en la Comunidad Valenciana y los neutros en Canarias.

Esta edición del estudio destaca por una característica especialmente negativa y es que, hasta la fecha, nunca se había registrado –y nunca se ha vuelto a registrar– un porcentaje tan bajo en cuanto a la consulta de las fuentes gitanas se refiere, rozando solo el 6,16% del total de los textos.

Por otro lado, los temas que tuvieron una mayor repercusión durante el 2010 fueron sociedad, convivencia y política.

2011

Para este ¿Periodistas contra el racismo? se tuvieron en cuenta un total de 3.005 informaciones y de él hay que remarcar especialmente la reducción del número de textos valorados como negativos, que solo supuso un 10,18%, el segundo porcentaje más bajo en toda la historia de este informe. El resto de noticias fueron neutras, un 68,59%, y positivas, un 21,23%.

Las periodistas de Madrid y Andalucía fueron los que más pusieron el foco sobre la temática gitana. En cuanto a la valoración de los textos, Galicia fue la que obtuvo el porcentaje más elevado de tratamientos negativos, Castilla y León y Extremadura positivos y Canarias y Cantabria neutros.

Por suerte, la caída en picado que había sufrido la consulta de fuentes gitanas rebotó y volvió a subir esta vez hasta un 30,18%, mostrando así los periodistas un mayor rigor y respeto al código deontológico.

La prensa española trató en especial abundancia los temas de sociedad y política en 2011 por lo que respecta a las noticias sobre el Pueblo Gitano.

2012

En esta edición del informe se analizaron 1.947 informaciones. La neutralidad, como ha sucedido en general, predominó aunque descendió respecto al año anterior, hasta un 59,27%. El resto de noticias obtuvieron una valoración positiva en un 28,20% de las ocasiones, y negativa en un 12,53%.

Aragón se condecoró como la comunidad española donde más noticias valoradas como positivas se publicaron, y tuvo como opuesto a Baleares con un 36,07% de textos negativos. En el medio de la balanza se situaron Navarra y Canarias, con un 30,24% de informaciones neutras.

Los periodistas dieron voz a la comunidad gitana en un 34,93% de las ocasiones y eso es algo positivo porque la tendencia de los últimos años muestra que cada vez se recurre más a fuentes gitanas para elaborar las informaciones.

Los temas sobre los que más hablaron los medios de comunicación en el 2012 fueron sociedad y política.

2013

Durante el 2013 se recogieron 1.965 informaciones para elaborar el informe. No se rompió la continuidad y el grueso de los textos fueron valorados por nuestro equipo como neutros (62,54%), los positivos descendieron ligeramente (24,33%) y los negativos aumentaron casi un punto (13,13%).

La prensa de Cantabria, La Rioja y Ceuta y Melilla fue la que menos habló sobre la comunidad gitana y en el extremo opuesto se situó la prensa de Madrid, que publicó cerca de un tercio de todas las noticias que se publicaron en España sobre esta temática.

Los periodistas españoles consultaron las fuentes gitanas en el 31,45% de los casos y los temas que aparecieron con más frecuencia en los medios durante el 2013 fueron política, asociacionismo y sociedad.

2014

Fueron 2.273 las informaciones analizadas en esta edición de ¿Periodistas contra el racismo?. Desgraciadamente, durante este año aumentaron significativamente los textos con un trato negativo (20,41%) y se redujeron los positivos (16,41%). Los neutros fueron los únicos que se mantuvieron más o menos estables.

Madrid repitió como la comunidad autónoma donde se publicaron más informaciones sobre gitanos, con un 24,42% del total. Detrás de ella se situaron Andalucía (17,11%) y Galicia (17,03%). La comunidad que más neutralidad mostró en las informaciones publicadas por sus medios fue La Rioja. Los textos negativos fueron predominantes en Baleares, como ha sucedido en muchas otras ediciones, y los valorados como positivos destacaron en la prensa canaria.

La consulta de las fuentes descendió ligeramente respecto al año anterior hasta un 30,58%.

Cabe destacar una novedad importante de este informe: el análisis por tipología de las imágenes dividiéndolas en recurso, complemento, tendenciosa o estereotipo. Así se deduce que en esta edición un 16,16% de las fotografías que aparecieron en prensa durante el 2014 fueron de carácter tendencioso o fomentando el estereotipo.

Los temas sobre política y asociacionismo predominaron en las noticias de temática gitana durante ese año.

2015

En esta ocasión se recogieron 2.433 informaciones que ponían su foco en el Pueblo Gitano. Varios aspectos positivos destacan en esta edición puesto que los textos valorados como negativos disminuyeron (19,93%) y los favorables aumentaron (19,11%).

Una vez más, fue Madrid la comunidad con más publicaciones de la temática que atañe al estudio. No es de extrañar, ya que es la zona con mayor producción de noticias en España. La siguieron, aunque de lejos, Andalucía y Cataluña, por orden de volumen.

Centrándonos en el mapa de valoraciones, se observa que las positivas se concentraron en Ceuta y Melilla, las negativas en Baleares, que repitió en ese puesto por tercer año consecutivo, y las neutras en Castilla-La Mancha.

Descendió hasta un 28,73% el número de veces que los periodistas recurrieron a fuentes gitanas y las temáticas más recurrentes en la prensa de ese año fueron principalmente política y asociacionismo.

[1]  Informe: Second European Union Minorities and Discrimination Survey (EU-MIDIS II) Roma.

[2]  Informe: Coercive and cruel: sterilisation and its consequences for romani women in the czech republic (1966-2016), publicado en 2016 por el El Centro Europeo de los Derechos Gitanos (ERRC por sus siglas en inglés).

[3]  Estudio: Una lección en discriminación: La segregación de los niños gitanos en la Educación Primaria de Eslovaquia, de Amnistía Internacional (AI) y el ERRC.