¿Periodistas contra el racismo? 2017

Un año más, nuestro equipo se reúne para realizar esta investigación exhaustiva cuyo resultado es la nueva edición de ¿Periodistas contra el racismo? La prensa española ante el Pueblo Gitano 2017. Ya es la decimoquinta. Esta vez hemos analizado 2.331 noticias de 406 medios diferentes.

A través de esta radiografía meticulosa observamos una muestra empírica del antigitanismo todavía presente en nuestra sociedad y en nuestros medios de comunicación. Hablamos de muestra empírica por nuestra metodología de trabajo, porque analizamos a fondo todos los artículos recogidos, utilizando para ello diversas variables, tanto cuantitativas como cualitativas. Nuestra red de investigadores –rromà y gadyè (gitanos y no gitanos en rromanò)– filtra todas aquellas piezas informativas y de opinión que hablan sobre el Pueblo Gitano y las disecciona a conciencia para descubrir lo que se desprende de ellas. Pero antes de hacerlo, sentamos nuestras bases en la teoría: en lo que se define como racismo, en el concepto de eurocentrismo, en la herencia del colonialismo y, como no, sobre todo en el antigitanismo. Unos conceptos que hemos ido desarrollando a lo largo de los 14 informes ya realizados.

Es sabido que en el periodismo existe un Código Deontológico que hace referencia explícita a cómo actuar para evitar la discriminación y la incitación al odio y la violencia. En concreto, especifica que el periodista debe “abstenerse de aludir, de modo despectivo o con prejuicios a la raza, color, religión, origen social o sexo de una persona o cualquier enfermedad o discapacidad física o mental que padezca” y añade que “debe también abstenerse de publicar tales datos, salvo que guarden relación directa con la información publicada”. ¿Todos los profesionales del sector siguen esta directiva? La respuesta es clara: no. Y en estas páginas lo demostramos ampliamente y con cifras.

Este año un 18,40% de las noticias han obtenido una valoración negativa, un descenso relativamente positivo respecto al 19,09% del estudio anterior. En el otro lado de la balanza, el porcentaje de valoraciones positivas ha descendido –siguiendo la tendencia que se inició en 2016– hasta situarse en un mínimo histórico, y el dato que corresponde a las fuentes gitanas consultadas también se reduce en cerca de ocho puntos hasta un 31,45%. Todo ello lo analizamos en profundidad en el Capítulo II.

Estos resultados, que a lo largo del estudio vamos desgranando, prueban que algunos medios de comunicación, tanto escritos como en formato audiovisual, siguen fomentando los estereotipos y los prejuicios que acompañan al discurso establecido hace muchos años. Una narrativa que insiste en la otredad del Pueblo Gitano como algo negativo, que hay que perseguir y eliminar, además de criminalizarlo. Todo ello no hace más que reforzar el rechazo hacia la comunidad romaní porque es un tipo de discurso que se enmarca dentro de una corriente eurocentrista que propaga una identidad homogeneizante, cortada por el mismo patrón. Crea una distancia y una distinción entre el “nosotros” y el “ellos”. Dicho de otro modo, es una forma de etnocentrismo –cuando una cultura se define como superior al resto– con marca genuinamente europea, conseguida a base de muchos años de dominio y sumisión de otras civilizaciones en el resto de continentes (América, África, Asia), a base de genocidios y de la pulverización de otras culturas.

Ese tipo de noticias negativas a las que nos referimos, que utilizan términos peyorativos para los rromà –ofrecemos un glosario en el Capítulo 34–, engendran más odio y discriminación. Hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, eso se puede medir: con los comentarios en los propios artículos y también en las redes sociales, algo que analizamos en el Capítulo 32. Se da, además, el fenómeno de la viralización
–muy negativo en los casos comentados porque propaga prejuicios y estereotipos a toda velocidad– y el de la obsesión por los clics. Es decir, se prioriza el diseño de contenidos que resultan atractivos para que la gente entre en ellos y los comparta, para que aumenten así las visitas al medio y con ello sus ingresos por publicidad. Pero eso a veces tiene un precio: dejar de lado toda ética periodística. Esto es muy peligroso ya que los medios de comunicación y las redes sociales modelan la opinión pública, en cierta manera, a su antojo, por la gran influencia que ejercen sobre los ciudadanos.

El antídoto para ese problema es que la representación del Pueblo Gitano aumente en los medios, y debería hacerlo en dos sentidos: como sujetos pasivos de la información y como sujetos activos. Es decir, se deberían cubrir más noticias –desde un enfoque por lo menos neutro– sobre temática gitana, pero además la comunidad romaní también debería estar más presente en las redacciones de los medios.

Contexto histórico y actualidad

Si queremos descubrir la imagen real de una cultura, o por lo menos la más despojada de subjetividad, es necesario quitarle algo muy pesado: las mentiras y los estereotipos que la rodean. El miedo a lo desconocido se esfuma entonces y es posible tender puentes en vez de levantar muros. Para conseguirlo vamos a bucear en el pasado del Pueblo Gitano y descubrir sus orígenes y su historia. Un ejercicio que se debería realizar en todos los colegios de España para que los niños puedan aprender la Historia completa, no solo una parte. Porque se trata de una cultura que ha enriquecido enormemente a muchas otras. Sin ir más lejos, del caló –mezcla del español y el rromanò, la lengua gitana– provienen palabras que usamos habitualmente en el lenguaje de calle, como currar, chaval, pirar o mangar, entre otras.

De hecho, Castilla y León se convirtió en 2016 en la primera comunidad autónoma que incluía en su currículo escolar el estudio de la cultura rromà. Tras este ejemplo y gracias a la presión de muchas asociaciones gitanas, se dio a finales del 2017 otro paso importante. El Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad incluir la historia del Pueblo Gitano en el programa educativo. Falta saber cómo se va a llevar eso a cabo.

Tuvieron que huir

Según los datos que barajamos en la Unión Romaní, en España viven aproximadamente 760.000 gitanos aunque su origen se sitúa a unos 7.500 km de aquí, en el noroeste de la India, en la región del Punjab, cerca de la frontera con Pakistán. ¿Por qué se fueron de allí y recorrieron durante siglos todo este largo camino? Los motivos no están claros, pero todo apunta a una huida. Escaparon de las violentas invasiones islámicas que sucedían allí con frecuencia en el siglo IX. Cientos de años más tarde, a principios del siglo XIV, se detectan los primeros asentamientos gitanos en las islas del Mediterráneo y en la Grecia continental. Poco a poco el Pueblo Gitano va viajando e instalándose en otras zonas del continente, sin perder su cultura, pero asimilando también algunas características de las sociedades con las que convivían.

Persecuciones en España

El origen de la palabra ‘gitano’ parece que nace en nuestro país y está relacionado con un rey y con un viaje. Fue en 1425 cuando Juan y Tomás, ‘Condes de Egipto Menor’, peregrinaban con su séquito hacia Santiago de Compostela. Pero para conseguirlo necesitaban un escrito, un salvoconducto que les entregó el rey Juan II de Aragón. Como los condes procedían de Egipto, se les empezó a llamar ‘egiptianos’ y de ahí derivó hasta la palabra que se usa en la actualidad. También es el motivo de que, erróneamente, se crea que los rromà proceden de Egipto.

Pero con el tiempo, esta cultura empezó a resultar molesta para las autoridades civiles y eclesiásticas españolas. No gustaba su vida errante, bohemia y en libertad, así que empezaron las prohibiciones a su manera de vestir, sus oficios ancestrales, sus costumbres y su idioma, el rromanò. Para darle un status legal a esta persecución se emitieron varias pragmáticas
–leyes– que iban arrinconando a la comunidad gitana de una forma cada vez más extrema. En 1499, los Reyes Católicos promulgaron la Pragmática de Medina del Campo, que obligaba a los gitanos a vivir en unos determinados municipios, tanto si habían cometido algún delito, como si eran inocentes.

La situación se hace cada vez más irrespirable y culmina con la Gran Redada, un día de terror y muerte. Fue exactamente el 30 de julio de 1749. El Marqués de la Ensenada ejecuta la orden de Prisión General de Gitanos, autorizada por Fernando VI, y la persecución se desata. Aquel devastador día de verano se saldó con cerca de 12.000 víctimas, cientos de familias separadas, una infinidad de niños huérfanos y otros tantos asesinados.

El horror no terminó en el siglo XVIII, sino que tuvimos que esperar a la Transición Española para que se eliminase ese tipo de legislación inhumana. Todos esos años de discriminación y persecución, de hostigamiento y abusos, han condenado a una parte de la población gitana a la pobreza y a la exclusión social.

Antes de llegar a ese momento hubo más atrocidades, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, porque el llamado Holocausto no afectó solo a los judíos, también a comunistas, discapacitados, homosexuales y a la comunidad gitana. Según las cifras, más de medio millón de rromà perecieron en los campos de concentración nazis. El Pueblo Gitano le dio un nombre a este genocidio: Samudaripen. Por desgracia, como pasa con otras partes de su historia, aquello quedó invisibilizado e impune; en los Juicios de Núremberg el asesinato en masa de los gitanos fue ignorado y los supervivientes romanís no obtuvieron reparación alguna. De hecho, si hoy se visita la ciudad de Berlín, la importancia que se le ha dado a una cultura y a la otra queda clara. El monumento a los judíos masacrados ocupa un terreno mucho más amplio que el monumento a los gitanos –o el de los homosexuales– y es mucho más impactante y conocido.

Dispersión por todo el mundo

Se estima que alrededor de 14 millones de gitanos viven repartidos por todo el globo terráqueo, la mayoría en los países del continente europeo –cerca de 10 millones–, y el resto en América del Norte y del Sur.

Por eso se puede afirmar que el Pueblo Gitano constituye la minoría más numerosa en Europa, con Rumanía, Bulgaria, España y Hungría a la cabeza como países con más rromà, por orden de residentes.

El 8 de abril de 1971 fue un día que marcó un antes y un después en la historia de la comunidad gitana ya que decidieron reunirse para sentar unas bases sólidas que les permitieran apuntalar su cultura. Esa reunión se convirtió en el Primer Congreso Mundial Gitano, al que acudieron romanís de 25 países diferentes. Se celebró en Londres y se alcanzaron unos acuerdos muy importantes que se mantienen hasta el día de hoy:

–   Se crea la Bandera Gitana y se eligen tres colores: el azul del cielo; el verde de los campos por los que ha caminado el Pueblo Gitano desde hace siglos; y la rueda roja en el centro, que recuerda su historia nómada como pueblo sin fronteras.

–   Se crea el Himno Internacional Gitano, Gelem, Gelem. Lo compone Jarko Jovanovic inspirado en una canción tradicional gitana del Este y recuerda la trágica historia de decenas de miles de rromà asesinados y recluidos en los campos de concentración nazis.

–   Se le solicita a la ONU que reconozca al Pueblo Gitano como una Minoría Cultural No Gubernamental. Fue el doctor Ján Cibula quien hizo esta petición en persona, ayudado por Juan de Dios Ramírez-Heredia. En 1978, la ONU reconoció al Pueblo Gitano. Su estatuto es igual al del reconocimiento de Palestina, aunque los gitanos no aspiraban a tener un territorio.

–   Determinan exigir una indemnización a Alemania por las víctimas del Samudaripen que no cobrarán los particulares, sino que se invertirá en formación, educación y capacitación para las comunidades gitanas víctimas del exterminio.

–   Se decide estandarizar la lengua gitana: el rromanò, un idioma de origen indo-europeo con unas importantes raíces eslavas, sobre todo en sus grafías. A partir de ese momento comienza un proceso de estudio y divulgación de la lengua gitana y más tarde la Universidad René Descartes de París acoge a un grupo de integrantes gitanos para llevar a cabo la estandarización.

En Europa

Un par de décadas después se avanzó unos pasos más en este largo camino. En 1996 un grupo de activistas impulsó la creación del European Roma Rights Centre (ERRC). Gracias a esta institución se han llevado a juicio muchos casos de abusos contra la población romaní por parte de algunos Estados y se han podido defender así los derechos fundamentales de estos ciudadanos. Por ejemplo, en 2007 el ERRC ganó un juicio contra la República Checa, por segregar a los niños rromà en las escuelas, diagnosticándolos erróneamente y a propósito como discapacitados mentales cuando no lo eran. Esa sentencia ha sentado unas bases a nivel europeo contra la segregación escolar y ha hecho posible que en 2013 le llegara el turno a Hungría por una situación casi idéntica.

Al frente de la junta directiva del ERRC está, desde 2016, Ethel Brooks, una gitana norteamericana profesora e investigadora de múltiples temas sociales y culturales alrededor del mundo. Un referente como mujer y como profesional que lucha por los derechos humanos.

También ha sido una mujer gitana, Soraya Post, quien ha dado otro impulso a la lucha contra el antigitanismo en el seno de la UE. Esta activista sueca, que en 2014 se convirtió en la primera europarlamentaria miembro de un partido antirracista y feminista –el Feministiskt Initiativ (F!) de Suecia–, consiguió en 2015 que se reconociera oficialmente la existencia del antigitanismo, se adoptara su definición y se admitiera también el Holocausto de la comunidad gitana.

Post fue además la creadora de la Semana de los Rromà en Europa, que se celebra en Bruselas cada año coincidiendo con el 8 de abril, el Día Internacional del Pueblo Gitano. Consiste en una serie de eventos, actividades y charlas sobre la comunidad romaní, patrocinados por gran parte de las instituciones de la UE, como el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, el Consejo de Europa, entre otras.

Pero esta misma europarlamentaria también confiesa que falta mucho camino por recorrer. Como explica, “los datos recientes sobre el acceso de la comunidad romaní a educación, empleo, salud, vivienda, justicia y políticas equitativas, su situación como víctimas del discurso del odio, de crímenes de odio…Todo revela que los gobiernos de los Estados miembros no se han tomado seriamente sus responsabilidades acerca de los derechos humanos”.

La situación hoy en día

Cada vez hay más investigaciones que arrojan luz sobre la discriminación y las vejaciones diarias a las que se enfrenta la comunidad gitana. El ERRC publicaba en marzo de 2017 un informe titulado Thirsting for justice. Europe’s Roma Denied Access to Clean Water and Sanitation (‘Sedientos de justicia: La población romaní en Europa a la que se le niega el acceso al agua potable y a la sanidad’). El contenido es preocupante. Como afirma el investigador Léo Heller en las primeras páginas, “hay pruebas recogidas desde Albania hasta Francia que revelan disparidades chocantes sobre las condiciones en las que viven los romanís comparados con el resto de la población. En este aspecto, las conclusiones de este informe subrayan una situación preocupante y extendida, enraizada profundamente en la exclusión social y la discriminación étnica en lo que se refiere al acceso del Pueblo Gitano a servicios esenciales”.

El acceso al agua potable y a la sanidad es un derecho humano reconocido por la ONU desde hace muchos años. Sin embargo, no todo el mundo tiene ese derecho garantizado. Este estudio del ERRC, que recoge los datos de 93 vecindarios y asentamientos romanís repartidos por 7 países, muestra que todavía hay lugares donde las autoridades no se ocupan de asegurar a la comunidad gitana el acceso al agua y a la sanidad. En dos tercios de los sitios visitados por estos investigadores, las “comunidades romanís tienen mucho peores condiciones de acceso a recursos de agua potable que sus vecinos no romanís”[1]. Los casos más alarmantes los registraron en Albania y en Francia, donde encontraron desde población gitana a la que le cobraban tarifas más altas por el agua, hasta otra que se veía forzada a utilizar agua muchas veces contaminada. En todas estas situaciones observaron discriminación directa –por la etnia– o indirecta –diferencias que no pueden ser objetivamente justificadas–. En el 81% de los lugares investigados, los vecindarios romanís o asentamientos no estaban conectados a las cañerías de agua y en el 63% de los casos ninguna casa tenía agua del grifo ni funcionaba el sistema de alcantarillado.

Por otro lado, la Agencia Europea de Derechos Fundamentales publicó en 2016 un estudio[2] que reforzaba estas evidencias sobre la discriminación que impregna la Europa de hoy en día. Sus conclusiones son dramáticas: un 80% de los gitanos que participaron en la investigación viven por debajo del umbral de la pobreza de sus respectivos países y un tercio del total analizado no tiene agua corriente en casa. En lo que respecta al sector laboral, los datos tampoco son esperanzadores. El porcentaje de jóvenes –de 16 a 24 años– que ni estudia, ni trabaja es del 63%, cinco veces más que la media de la UE.

El Informe sobre los derechos fundamentales 2017, publicado por esa misma Agencia Europea, lo deja claro: “La discriminación y el racismo contra los gitanos persisten, y la segregación de facto en la vivienda y la educación sigue afectando a muchos miembros de esta etnia”.

Claro está, la situación varía según el país. En la República Checa, por ejemplo, no se ha indemnizado todavía a las miles de mujeres que fueron esterilizadas de manera forzosa[3] durante décadas –hay testimonios hasta de principios de los 2000– solo por ser gitanas. En ese mismo país, Amnistía Internacional ha denunciado que los niños gitanos siguen siendo segregados, muchos de ellos enviados a escuelas especiales para menores con discapacidades mentales cuando ellos en realidad no lo necesitan y deberían ir a una escuela ordinaria. Eso también sucede en Eslovaquia[4]. De hecho, en 2015 ese país se tuvo que enfrentar a un procedimiento de infracción de la Comisión Europea por violar la legislación antidiscriminatoria de la UE.

Hay más. Según explica el último estudio de SOS Racismo acerca de la discriminación en 2016, hasta un 46% de la población europea asegura que no se sentiría a gusto trabajando con un compañero de origen gitano.

Por otro lado, los datos del estudio de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, que ya hemos mencionado, abarcan más áreas de la vida en sociedad y arrojan luz sobre lo que le está sucediendo aún hoy al Pueblo Gitano. Se detalla, por ejemplo, que el 97% de la población rromà entrevistada en España tiene dificultades para llegar a final de mes –el 64% serias dificultades– y que el 57% no tiene trabajo.

Después de este recorrido que demuestra toda una serie de evidencias, habría que reflexionar sobre cómo el discurso predominante en los medios –y en particular las informaciones sesgadas y negativas– relegan a esta población a una situación de marginalización e injusticia. Sería bueno que todo periodista que tratase un tema sobre los rromà tuviera en mente estos datos para poder realizar la pieza con una visión más amplia y fidedigna, para comprender el porqué de algunas situaciones y comportamientos y evitar explicarlo de una manera simplista y superficial.

Metodología

El objetivo del presente estudio es hacer una radiografía de cómo han sido tratadas las noticias relacionadas con el Pueblo Gitano por la prensa española y detectar si se cumple el código deontológico –que exige neutralidad y objetividad en todas las informaciones– o si se fomentan la discriminación y el discurso del odio hacía la comunidad gitana.

Para conseguir nuestro objetivo, hemos recogido una amplia muestra de textos periodísticos publicados en todas las provincias y regiones españolas en un total de 331 medios de comunicación diferentes, que tienen ediciones digitales o en papel. La selección se ha realizado a través de hemerotecas digitales y la muestra comprende, como en las anteriores ediciones, un periodo de tiempo anual que en este caso abarca el año 2017.

Con el fin de determinar las noticias discriminatorias hemos elaborado una metodología de análisis basada en una serie de variables, tanto cuantitativas como cualitativas, que miden todas las informaciones con los mismos criterios y dotan a nuestro estudio de gran rigor científico. Los elementos contabilizados y analizados en la investigación son los siguientes:

Datos generales: incluye el nombre de la cabecera, la provincia y la comunidad autónoma a la que pertenece la publicación. También se anota el titular de la noticia, la fecha de su difusión y la sección del periódico en la que ha sido publicada.

Modalidad del texto: diferencia si la información es un texto informativo o de opinión.

Género periodístico: especifica si la pieza analizada es una noticia, un reportaje, un artículo, una crítica, una entrevista, una carta al director, una fotonoticia o una editorial.

Elementos gráficos: estudia los elementos gráficos que acompañan la información y los clasifica en: fotografías, gráficos, dibujos o elementos audiovisuales.

Consulta de fuentes gitanas: analiza si la información publicada ha sido contrastada con el testimonio de protagonistas o entidades gitanas.

Tema: el estudio distingue un total de 32 temas: agresiones; arte; asesinatos y homicidios; asociacionismo; cárceles; conflicto; cultura gitana; delincuencia; drogas; economía; educación; estudios; historia; infancia y juventud; internacional; justicia; lengua; ley gitana; medios de comunicación; mujer; policía; política; programas y jornadas; racismo y discriminación; reivindicaciones; religión; sanidad e higiene; sociedad; sucesos; trabajo y formación; venta ambulante o vivienda. Una misma información puede ser clasificada en diversas categorías a la vez, con un máximo de cuatro temas por texto.

Extensión: los textos pueden ser breves, de tamaño estándar o haber sido tratados en profundidad.

Valoración: analiza el enfoque que dieron los periodistas a los textos. Siguiendo este criterio las noticias se clasifican como negativas, positivas o neutras. Es importante señalar que la valoración se centra únicamente en el tratamiento que el periodista da a la noticia, y no en el tema tratado o el contenido de la misma. Para ello se tiene en cuenta, por ejemplo, si se utilizan palabras peyorativas o favorables a los gitanos, si se consultaron o no fuentes romaníes, si las imágenes son acordes con la noticia o son tendenciosas…

Sin duda ésta es la variable más relevante y concluyente de nuestro estudio. Por este motivo, para su análisis, contamos con un equipo de gitanos y gitanas que se ocupa de valorar las noticias siguiendo este criterio. Creemos que son los gitanos los que mejor pueden determinar la incidencia de la representación mediática de su pueblo y juzgar si un texto les favorece o, por el contrario, fomenta el estigma y el estereotipo.

Para dotar de rigor periodístico la visión del grupo investigador nos guiamos por los códigos deontológicos del periodismo, en especial los apartados que se refieren al tratamiento informativo relacionado con minorías. Así, nos basamos en cuatro puntos clave:

–   No mencionar el grupo étnico, color de piel, religión o cultura si no es estrictamente necesario para la comprensión global de la noticia, especialmente en informaciones que se desarrollan en contextos negativos.

–   Evitar las generalizaciones o simplificaciones para no caer en estereotipos.

–   No potenciar el morbo periodístico ni el sensacionalismo.

–   Contrastar, siempre que sea posible, la información con fuentes válidas y que, preferiblemente, provengan de las propias minorías.

Precedentes

La primera edición de ¿Periodistas contra el racismo? se publicó en 1996 con el propósito de analizar las informaciones sobre gitanos aparecidas en los diferentes periódicos españoles ese mismo año y el anterior. El objetivo general de esa primera publicación se mantiene plenamente vigente hoy y no es otro que el de investigar el trato que reciben los textos relacionados con el Pueblo Gitano y denunciar las malas praxis que todavía existen en el ejercicio periodístico y que contribuyen al discurso del odio contra nuestro pueblo.

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la creación de estados de opinión y la consolidación de imágenes sociales. Por este motivo, los periodistas deben ser conscientes del alto nivel de responsabilidad que conlleva el ejercicio de su profesión, especialmente cuando abordan información susceptible de generar discriminación. En este sentido, el presente estudio incide en la importancia de ser rigurosos y respetar los códigos deontológicos del periodismo para acabar con los estereotipos y los clichés.

Este informe corresponde a la decimocuarta edición de ¿Periodistas contra el racismo? Observamos una evolución ligeramente positiva en cuanto al tratamiento por parte de los medios de los temas que tienen que ver con el Pueblo Gitano. Sin embargo, todavía falta mucho para poder afirmar que, por fin, nuestra sociedad está libre de prejuicios y que el antigitanismo ya es cosa del pasado.

Con el fin de contextualizar esta última edición y trazar la evolución de los resultados obtenidos en los últimos años, hacemos un repaso de los datos más significativos de los anteriores volúmenes.

1995-1996

En el primer informe ¿Periodistas contra el racismo? se analizaron un total de 7.430 informaciones publicadas en los medios de comunicación españoles durante los años 1995 y 1996. De este primer informe destacan los siguientes datos: un 64,65% de las piezas habían sido tratadas de forma positiva, un 23,7% de forma negativa y el 11,65% restante se catalogaron como neutras.

Extremadura fue la comunidad que más informaciones favorables publicó, mientras que Baleares se situó en el extremo opuesto. La neutralidad predominó en el País Vasco.

Las comunidades de Madrid y Andalucía fueron las regiones donde se publicaron un mayor número de textos sobre gitanos. Canarias, por el contrario, fue la región que menos espacio dedicó a este tipo de noticias.

Las temáticas más recurrentes en aquellos dos años fueron: cultura, vivienda, convivencia y asociacionismo. Por el contrario, los temas que generaron menos noticias fueron lengua y ley gitana. Es importante destacar que en aquel primer informe las noticias que obtuvieron un tratamiento más negativo fueron aquellas que tenían que ver con vivienda y convivencia.

1997

La segunda edición analizó un total de 3.669 informaciones publicadas en los medios de comunicación españoles en 1997. De ellas, el 60,55% fueron valoradas como neutras, el 21,20% se consideraron negativas y el 18,25% fueron positivas.

Las comunidades que mayor número de textos sobre gitanos publicaron fueron Madrid, Andalucía y Cataluña. En el otro lado de la balanza se encuentra La Rioja, que fue la que registró el porcentaje más bajo.

Extremadura lideró de nuevo el ranking de los territorios que más noticias favorables publicaron y Cantabria encabezó, por el contrario, el porcentaje más alto de noticias negativas.

Folclore, convivencia, vivienda y cultura fueron los temas más tratados. En cambio, durante ese año los medios casi no hablaron de estudios ni cárceles.

Es en esta edición cuando se incluye por primera vez una variable muy importante, la consulta de fuentes gitanas, que nos permite descubrir que solo en un 17,4% de los casos los medios de comunicación contrastaron las informaciones sobre el Pueblo Gitano.

1998-1999

Este tercer informe vuelve a ser bianual y analiza 7.286 textos sobre gitanos. Un 66,2% de las piezas analizadas fueron valoradas como neutras, mientras que las noticias favorables subieron apenas unas décimas, hasta un 18,9%, y las negativas se situaron en el 14,9%, unos puntos menos respecto al anterior estudio.

Madrid, Andalucía y Cataluña repitieron como comunidades con más espacio mediático dedicado a los gitanos. Los medios de comunicación de Aragón fueron los que publicaron el porcentaje más elevado de noticias positivas. En cambio, Baleares destacó, igual que sucedió en el primer informe, por ser la región con más textos negativos.

El tema al que más se recurrió durante 1998 y 1999 fue la convivencia. Y, en relación a la consulta de las fuentes gitanas, únicamente el 11,8% de los periodistas acudieron a ellas, porcentaje casi seis puntos más bajo que el año anterior.

2000-2001

Un total de 7.991 textos fueron recopilados y analizados en este volumen de ¿Periodistas contra el racismo? Las comunidades de Andalucía, Cataluña y Castilla León fueron, en esta ocasión, las que más textos sobre gitanos publicaron, desbancando del ranking a Madrid, que lo había encabezado en las tres primeras ediciones.

La mayoría de los textos volvieron a obtener una valoración neutra, aunque se incrementó fuertemente el porcentaje, llegando al 78,56% en el año 2000 y al 77,21% en el 2001. En cuanto a las noticias negativas, en el 2000 alcanzaron el 9,25% y, en el 2001, el 17,46%. Los textos positivos supusieron el 12,19% del total en el 2000 y el 5,33% en el 2001.

A nivel de valoración, encontramos muchas novedades respecto a las ediciones anteriores. Así, Ceuta y Melilla se convirtió en la zona donde más informaciones positivas se publicaron en el 2000, mientras que Murcia lideró las informaciones negativas y Cantabria fue la comunidad con más textos neutros. En el 2001 los resultados continuaron sorprendiendo, con Baleares erigiéndose como la comunidad con un mayor número de noticias favorables –cuando en otras ocasiones había destacado precisamente en lo opuesto, las noticias negativas–, Galicia a la cabeza de las negativas y Navarra en neutras.

Los temas que ocuparon más espacio en los medios de comunicación fueron convivencia y asociacionismo. En cuanto a la consulta de las fuentes gitanas, durante este periodo tan sólo se consultaron en un 15% del total de los casos.

2002

Esta edición del informe incluyó un total de 3.794 informaciones. Andalucía fue la comunidad autónoma que más noticias publicó, seguida de Cataluña y Madrid. En el extremo opuesto, La Rioja y Cantabria obtuvieron los porcentajes más bajos.

La neutralidad fue de nuevo la tónica dominante en el tratamiento informativo, alcanzando el 73,12% de los textos analizados. Las noticias negativas subieron hasta el 18,87% y los positivas se situaron en el 8,01% restante.

En 2002 Castilla-La Mancha fue la comunidad que más textos neutros publicó, Extremadura encabezó el ranking de regiones con más piezas positivas y Canarias y el País Vasco destacaron por ser las que más textos negativos registraron.

Los temas relacionados con convivencia y asociacionismo fueron de nuevo los que tuvieron mayor cabida en las páginas de los medios españoles. Por último, cabe destacar que siguió la tendencia de obviar a las fuentes gitanas, puesto que los periodistas no las consultaron en un 84,61% de las ocasiones.

2007

El año 2007 ¿Periodistas contra el racismo? recogió un total de 2.844 textos. En esta ocasión, las comunidades de Andalucía, Madrid y Galicia fueron las que más publicaron. Del total de las informaciones analizadas, el 69,30% fueron neutras, las positivas repuntaron hasta el 18,25% y las negativas bajaron hasta un 12,45%.

Baleares destacó por ser la comunidad autónoma que más textos negativos publicó. En cambio, Castilla-La Mancha y Ceuta y Melilla fueron las regiones con un porcentaje mayor de informaciones neutras.

Por primera vez, el tema que más aparece en las noticias relacionadas con el Pueblo Gitano es la venta ambulante, seguido de uno más recurrente en los años anteriores como es la vivienda. Durante el 2007 los periodistas consultaron las fuentes gitanas en un 26,97% de las ocasiones, mejorando la cifra de la anterior edición, pero todavía muy lejos de lo deseable.

2008-2009

Durante este periodo de dos años se analizaron 7.733 informaciones y fueron Madrid, Andalucía y Galicia las comunidades que más textos publicaron.

La neutralidad fue la tendencia predominante en este periodo, alcanzando el 63,21% del total de las informaciones. Los textos negativos fueron el 15,63% y los favorables el 21,16% restante.

Andalucía fue la región que alcanzó un porcentaje más elevado de noticias positivas mientras que la Comunidad Valenciana despuntó por ser donde se publicaron un mayor número de textos negativos. Canarias, por su parte, fue la comunidad con más cantidad de informaciones neutras.

La consulta de las fuentes bajó considerablemente en relación al 2007 y, en esta ocasión, el porcentaje se situó en tan sólo un 7,65%. Los temas que generaron más noticias fueron conflictos y vivienda.

2010

En 2010 se recogieron 3.018 textos periodísticos sobre gitanos y las tres comunidades con mayor producción de noticias volvieron a ser Madrid, Andalucía y Galicia.

Siguiendo la línea de las anteriores ediciones, la mayoría de las noticias tuvieron un trato neutro, un 65,28% del total; las noticias negativas alcanzaron el 14,91% y las positivas, el 19,81%. Los textos positivos fueron mayoritarios en Andalucía, los negativos en la Comunidad Valenciana y los neutros en Canarias.

Los temas que tuvieron una mayor repercusión fueron política, sociedad y convivencia.

El informe del 2010 destacó por un dato especialmente negativo: solo se consultaron las fuentes gitanas en un 6,16% del total de los textos analizados, siendo esta cifra la más baja que hemos registrado en toda la trayectoria de ¿Periodistas contra el racismo?.

2011

Un total de 3.005 informaciones se tuvieron en cuenta para esta edición, que destacó por ostentar la segunda cifra más baja de noticias valoradas como negativas en toda la historia de este informe, un 10,18%. El resto fueron neutras, un 68,59%, y positivas, un 21,23%.

Un año más, Madrid y Andalucía fueron las comunidades que publicaron más textos sobre el Pueblo Gitano. Galicia fue la que obtuvo el porcentaje más elevado de tratamientos negativos, Castilla y León y Extremadura, positivos y Canarias y Cantabria, neutros.

En el 2011 ascendió de forma notoria la consulta de las fuentes gitanas, pasando del 6,16% registrado en el 2010 a un 30,18%. Ese año la prensa española se dedicó fundamentalmente a los temas de sociedad y política.

2012

Esa edición analizó 1.947 informaciones publicadas en los medios españoles durante el año 2012. En la mayoría de los casos, un 59,27%, los textos fueron valorados como neutros. Los que tuvieron un enfoque positivo alcanzaron el 28,20% y los negativos, el 12,53%.

Aragón lideró las comunidades donde más noticias valoradas como positivas se publicaron, con un 43,59%; mientras que en el polo opuesto encontramos, de nuevo, Baleares con un 36,07% de textos negativos. Navarra y Canarias fueron, con un 30,24%, las más neutras.

Los periodistas dieron voz a la comunidad gitana en un 34,93% de las ocasiones, mejorando en cuatro puntos la cifra obtenida en el anterior informe y marcando una tendencia al alza. Los temas sobre los que más hablaron los medios de comunicación fueron, de nuevo, sociedad y política.

2013

Los diarios españoles publicaron un total de 1.965 informaciones sobre gitanos en el 2013. La mayoría de los textos, un 62,54%, fueron valorados como neutros, los positivos descendieron ligeramente a un 24,33% y los negativos aumentaron levemente hasta llegar al 13,13%.

La Comunidad de Madrid fue la que publicó más noticias, un 32,88 % del total, mientras que la prensa de Cantabria, La Rioja y Ceuta y Melilla destacó por ser la que menos habló sobre la comunidad gitana.

Los periodistas consultaron las fuentes gitanas en el 31,45% de los casos. Política, asociacionismo y sociedad fueron los temas que aparecieron con más frecuencia en los medios durante el 2013.

2014

En esta edición de ¿Periodistas contra el racismo? se analizaron un total de 2.273 informaciones. Ese año aumentaron significativamente los textos con un trato negativo, pasando del 13,13% del 2013 al 20,41%. Los textos neutros ascendieron al 63,18% del total y los positivos se redujeron hasta el 16,41% restante.

La comunidad autónoma donde se publicaron más informaciones sobre gitanos volvió a ser Madrid, con un 24,42% del total, seguida de Andalucía (17,11%) y Galicia (17,03%). La Rioja fue la región más neutra, los textos negativos fueron predominantes en Baleares y los valorados como positivos destacaron en Canarias.

Las informaciones sobre política y asociacionismo predominaron en las noticias de temática gitana durante ese año. La consulta de las fuentes siguió siendo una asignatura pendiente ya que en el 69,42% de los casos no se realizó.

En esa edición del informe se inició el análisis del uso de las imágenes en las informaciones, clasificándolas según si eran usadas como recurso o complemento o bien tenían carácter tendencioso o estereotipado. De dicho análisis se extrajo que el 16,16% de las fotografías que aparecieron en prensa durante el 2014 fueron de carácter tendencioso y sensacionalista.

2015

En el 2015 se estudiaron 2.433 informaciones sobre el Pueblo Gitano. Una vez más, la mayoría de las piezas fueron neutras, alcanzando en esta edición el 60,96% del total. Los textos valorados como negativos disminuyeron ligeramente hasta representar el 19,93% y los favorables aumentaron, situándose en el 19,11% restante.

Los medios de Madrid, Andalucía y Cataluña fueron los que más informaciones de temática gitana publicaron y los de Cantabria y Ceuta y Melilla, los que menos. Si nos centramos en las valoraciones, se observa que las positivas se concentraron en Ceuta y Melilla, las negativas en Baleares y las neutras en Castilla-La Mancha.

Política y asociacionismo fueron los temas más recurrentes en el 2015 y la consulta de fuentes gitanas descendió hasta un insuficiente 28,73%.

En referencia al análisis gráfico, la mayoría de las imágenes fueron de complemento (59,45%) o recurso (26,8%) pero se registraron un 13,75% de fotografías que reproducían estereotipos o eran consideradas tendenciosas.

2016

En la última edición del informe ¿Periodistas contra el racismo? se analizaron en profundidad un total de 2.148 informaciones sobre la comunidad gitana. Las clasificadas como neutras alcanzaron el 75,51%, las negativas representaron el 19,09% y las positivas cayeron en picado, situándose en un estrepitoso 5,40%.

El podio de comunidades donde se publicaron más textos sobre gitanos volvió a ser para Madrid, seguido de Andalucía y Cataluña. Y a la cola se situaron Cantabria y Ceuta y Melilla. En cuanto a la valoración, Cantabria y la Rioja fueron las más neutras, Galicia la más negativa (62,79%) y Ceuta y Melilla la que más porcentaje de textos positivos registró.

La consulta de fuentes gitanas se incrementó, pasando del 28,73% del 2015 al 39,25% pero sigue siendo un porcentaje insuficiente. En referencia a los temas, los más recurrentes en la prensa en el 2016 fueron asociacionismo, cultura gitana y política y se registraron un 4,3% de imágenes tendenciosas.

[1]      Informe: Thirsting for justice. Europe’s Roma Denied Access to Clean Water and Sanitation (March 2017).

[2]      Informe: Second European Union Minorities and Discrimination Survey (EU-MIDIS II) Roma.

[3]      Informe: Coercive and cruel: sterilisation and its consequences for romani women in the czech republic (1966-2016), publicado en 2016 por el El Centro Europeo de los Derechos Gitanos (ERRC por sus siglas en inglés).

[4]      Estudio: Una lección en discriminación: La segregación de los niños gitanos en la Educación Primaria de Eslovaquia, de Amnistía Internacional (AI) y el ERRC.