Crimen racista en el Maremagnum de Barcelona

     30.01.2002 / La Comisión Permanente de la Unión Romaní, reunida con carácter extraordinadoria, ha analizado los hechos lamentables que han costado la vida del ciudadano ecuatiorano Wilson Pacheco a manos de unos desalmados "vigilantes de inseguridad" del Maremagnum Barcelonés.
   Hace suyo el documento elaborado por el Presidente de la Federación, Juan de Dios Ramírez-Heredia.

 

MÁXIMA DUREZA CONTRA LOS ASESINOS DEL MAREMAGNUM

   La Unión Romaní, Federación nacional de Asociaciones Gitanas, reclama de las autoridades judiciales de Cataluña la máxima dureza en el enjuiciamiento del comportamiento racista y asesino de quienes ocasionaron la muerte del joven ecuatoriano Wilson Pacheco en el complejo lúdico Maremagnum de Barcelona.
    El historial racista de algunos establecimientos públicos de este enclave es largo y pertinaz. En 1999 denunciamos el comportamiento de cuatro bares musicales que impedían la entrada de los gitanos bajo la excusa de que llevaban el pelo demasiado largo. Entonces, uno de los guardas de seguridad declaró que en dos de los locales le dieron la orden de impedir la entrada a moros, gitanos y negros.
   El derecho de admisión está regulado por la ley 10/1990 de la Generalitat de Cataluña y en ningún momento se contempla que se pueda impedir la entrada en los establecimientos de pública concurrencia por razones de raza o nacionalidad. El artículo 16.4 de la citada ley dice que “las condiciones objetivas en que se puede ejercer el derecho de admisión han de ser públicas y conocidas, para que el derecho de acceso a los establecimientos no pueda ser negado de forma arbitraria o improcedente”. Tener el pelo largo, llevar una indumentaria tradicional que por su corte, modelo o colorido señale nuestra condición de gitanos, son circunstancias a las que no estamos dispuestos a renunciar para conseguir que se respeten nuestros derechos de ciudadanos.
   Los “vigilantes de inseguridad” de estos establecimientos musicales del Maremagnum, además de racistas, son cobardes. Fueron  necesarios cuatro de estos energúmenos para apalizar a Wilson Pacheco. Y luego, en una acción de inequívoca voluntad asesina, arrojaron al pobre muchacho al agua con el fin de que muriera ahogado.

 Llamada a la policía.

Desde nuestra organización, que ha sufrido tantas vejaciones, insultos y agresiones por parte de estos mal llamados vigilantes de seguridad, no sólo en el Maremagnum sino en muchos otros lugares donde se desarrollan parecidas actividades, queremos reclamar mayor firmeza por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Frente al racismo, reclamamos la contundencia necesaria para evitar que los agresores puedan culminar sus actos de matones con crímenes como el que hoy lamentamos.

 Llamada a los jueces.

Demasiadas veces se archivan nuestras denuncias. La Unión Romaní tiene constancia de ello. Reclamamos de la Fiscalía de Cataluña que acreciente sus investigaciones con el fin de elaborar un dictamen que alerte a los jueces sobre las violaciones constantes que de los derechos civiles y humanos hacen algunos matones que se amparan en el uniforme que les han dado las compañías de seguridad privadas para los que trabajan
   Igualmente requerimos a las autoridades judiciales para que investiguen los comportamientos racistas de los dueños y encargados de estos establecimientos. La mayoría de las veces se complementan la voluntad racista de los dueños, que reservan sus establecimientos para una determinada capa de la población –generalmente aquella a la que se presupone mayor poder adquisitivo-, y la naturaleza violenta de algunos individuos que dan rienda suelta a sus frustraciones personales atacando a los que ellos consideran “diferentes”. Unos y otros deben encontrar en la judicatura el más firme valladar contra cualquier actitud racista o xenófoba.

 Llamada al Gobierno

Al ejercer España la Presidencia de la Unión Europea, pedimos al Gobierno que dé un impulso decisivo a la propuesta de la Comisión encaminada a perseguir las manifestaciones de racismo y xenofobia de acuerdo con el proyecto “Decisión Marco de Acción”, que establece penas “efectivas, proporcionadas y disuasivas” contra el racismo. La propuesta de la Comisión Europea tipifica los delitos de racismo que deberán ser penalizados en todo el territorio de la Unión Europea.
   El Gobierno español tiene ante sí una oportunidad magnífica para conseguir que Europa tenga una base común para tratar los crímenes racistas, sobre todo a la luz del crecimiento de los movimientos de extrema derecha. Hasta ahora las autoridades judiciales europeas sólo han comenzado a considerar el odio racial como motivación posible de asesinatos o agresiones. La Comisión Europea se propone tipificar como delito, con pena de prisión, las amenazas e insultos públicos de carácter racista y la distribución de material de igual índole. Estos delitos también quedarán sujetos a extradición. Una pena mínima de dos años se aplicará a los casos más graves, como la “incitación pública a la violencia o el odio con un propósito racista o xenófobo”. También quedará sujeto a dos años de cárcel el delito de “dirigir, respaldar o participar en las actividades de un grupo racista o xenófobo, con la intención de contribuir a la organización de actividades delictivas”.

 Una consideración final

Si a la acción eficaz de las fuerzas de orden público, al comportamiento diligente de los jueces y fiscales y a la voluntad política del gobierno se une la colaboración de los medios de comunicación, estaremos en la mejor vía para conseguir erradicar de nuestra sociedad la lacra sangrienta e inhumana que representa el odio y la violencia racial.

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Presidente

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