16.3.2003
/ Organizaciones romaníes denuncian el gigante informático
por su relación con el nazismo
Un tribunal suizo ha abierto el camino para la intervención
de los testigos en el proceso legal de 12 millones de dólares contra
el gigante informático IBM por parte de un grupo de organizaciones
gitanas, que argumentan que la compañía ayudó a los
nazis a automatizar el Holocausto.
Se cree que aproximadamente unos 600.000 gitanos, principalmente
de Europa central y del este, fueron asesinados por los nazis y sus aliados
durante el Holocausto, y los gitanos han argumentado que éstas
son sus víctimas olvidadas. En un auto dado a conocer recientemente,
un tribunal de Ginebra dijo que las sesiones preliminares del caso empezarían
a celebrarse a finales de marzo.
A pesar de la ola de recientes asentamientos de gitanos
en Alemania y Suiza donde encontramos a supervivientes del Holocausto
y a sus descendientes, los gitanos han sido excluidos en gran medida de
las compensaciones económicas y otros fondos.
"El objetivo no es sacar beneficio del Holocausto",
dijo el pastor May Bittel, un gitano suizo que es presidente de ‘Reconocimiento
Internacional Gitano y Acción de Compensación’, la asociación
formada por más de 600 organizaciones gitanas, que interpuso el
proceso legal. "Queremos que se exponga el asunto, y queremos que
nuestra gente pruebe la justicia después de tantos años",
añadió.
Si tiene éxito, el proceso puede otorgar pagos
a los pocos supervivientes del Holocausto que están aún
vivos, y podría financiar los proyectos sanitarios, sociales y
educativos para sus 1,2 millones de descendientes en Europa.
Como grupo, los gitanos europeos son los más
pobres de los pobres, y un informe reciente de Naciones Unidas aseguró
que en algunas partes de Europa, los gitanos viven en una pobreza parecida
a la que padecen en el África sub-sahariana.
Los gitanos basan su caso en las acusaciones aparecidas
en un controvertido libro de Edwin Black, titulado ‘IBM y el Holocausto:
la alianza estratégica entre Alemania y la corporación más
poderosa de América’, publicado en 2001. Black argumenta que antes
de la Segunda Guerra Mundial, IBM proporcionó tarjetas perforadas
y las primeras computadoras que permitieron a la Alemania nazi organizar
el intento de exterminio de los judíos y los gitanos de Europa.
La empresa IBM, con sede en Nueva York, dispuso la operación
para ayudar a los nazis desde la oficina de Ginebra, según el informe
de los gitanos.
Brian Doyle, un portavoz de IBM en Nueva York, dijo
que la compañía creía que el caso no tenía
"mérito". Un proceso legal previo presentado contra IBM
por los judíos que sobrevivieron al Holocausto no fue aceptado
cuando el abogado de los demandantes dijo que temía que el proceso
bloqueara el establecimiento de otra compensación por el Holocausto
por parte de Alemania y Suiza.
El fundador de IBM, Thomas J. Watson, recibió
una medalla de manos de Hitler en 1937. "Con estas máquinas,
los nazis fueron mucho más rápidos y mataron a mucha más
gente" dijo el pastor Bittel, que añadió "IBM
diseñó el material para los nazis y sabía muy bien
que estaba ayudando al Holocausto".
Revisando la obra de Black en el New York Times, Gabriel
Schoenfeld dijo que Black estaba "luchando para embutir sus pruebas
en una caja en la que no caben", aunque añadió que
el libro mostraba que había "lugar para un estudio serio de
la complicada y bajo ningún concepto inocente relación de
IBM con la Alemania nazi".
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