1-15.12.2003
/ Casi mil familias malviven en los 28 núcleos chabolistas que
existen en Madrid, la mayoría en la capital
Un mundo marginal, de pobreza y miseria se levanta a lo
largo y ancho de toda la región. Lo conforman la “Comunidad de
las mil chabolas”, en la que habitan otras tantas familias, en su mayoría
españolas de etnia gitana, soportando unas precarias condiciones
de vida. A pesar de los esfuerzos realizados por la Administración
regional, que se han traducido en la desaparición de 1.500 infraviviendas
desde junio de 1995, con una inversión de 129 millones de euros,
y que supusieron la desaparición de poblados de la envergadura
de La Celsa, la Rosilla, o Los Focos, situados en los distritos de Vallecas
y San Blas, célebres por ser importantes núcleos de tráfico
de drogas, 974 familias siguen teniendo por techo el de una favela, a
la espera de ser realojadas y emprender una nueva vida, dejando atrás
un pasado plagado de penurias y calamidades.
Para esta tarea, la Consejería de Obras Públicas
dispone en este ejercicio de un presupuesto de 24.153.510 euros. Las 1.054
familias chabolistas que había en la región en diciembre
de 2002, según los datos de la memoria del Instituto de Realojamiento
e Integración Social (IRIS), estaban repartidas en 28 núcleos,
la mayoría de las cuales se situaban en la capital –22-, y los
restantes en cinco municipios. Esta cifra ha descendido a 974, debido
a los realojos realizados en lo que va de año.
Así, hasta el 31 de julio pasado, la Comunidad
ha concedido un piso a 80 núcleos familiares, en la mayoría
de los cuales procedían del Salobral (Villaverde), uno de los asentamientos
más grandes de la Comunidad, en donde quedan aún pendientes
de vivienda más de un centenar de familias, con el inconveniente
añadido de que sigue creciendo. Aunque barajó la fecha de
finales de 2003 para acabar esta operación, tendrá que esperar
un poco más. No obstante, constituye la prioridad del Gobierno
regional, y su intención es darle un empujón, con la colaboración
del Ayuntamiento, a fin de evitar nuevos asentamientos. De los realojos
efectuados en lo que va de año, 25 pertenecían al Cerro
de la Liebres (Fuencarral-El Pardo), que desapareció en verano
con el traslado de las últimas 19 familias, y el resto, a otros
núcleos.
Objetivo: los más grandes
Por distritos, el que encabeza este particular “ranking”
de infravivienda es el de Villaverde, que roza las 200 familias, seguido
del de Villa de Vallecas, con 152, de las cuales 135 pertenecen a Las
Barranquillas, considerado un punto y aparte, dadas sus especiales características,
al constituir el “hipermercado” de droga más grande de España.
No obstante, su futuro podría depender de la Radial 4, que pasa
por encima del poblado, como dijo en su día el entonces consejero
de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, aunque la Comunidad
siempre ha mantenido que “no realojaría a traficantes y que los
problemas de este poblado no son de infravivienda”.
Puente de Vallecas es el tercer distrito que alberga a
más familias chabolistas (127), y en é, el mayor foco se
encuentra en Santa Catalina, donde viven 104. Fuencarral, con 125 le anda
a la zaga, aunque en este caso, Pitis y La Quinta son competencia del
Ayuntamiento, al igual que sucede con las con las 92 del poblado del Cañaveral
(Villaverde) o el centenar de Pitis (Fuencarral). En cuanto a los municipios,
San Fernando y Móstoles albergan los núcleos más
grandes con 68 y 60 familias, según las mismas fuentes.
Cuando la Comunidad acabe con El Salobral y Santa Catalina,
habrá cumplido su objetivo de eliminar los núcleos más
grandes de infraviviendas, para centrarse en los más pequeños,
logrando “que sean más las chabolas que se derriban que las que
surjan, dado que se trata de un problema vivo”. De los núcleos
pendientes, los más habitados son competencia del Ayuntamiento,
fruto del reparto que realizaron las dos Administraciones en 1998, a raíz
de la desaparición del Consorcio de la Población Marginal.
Son los poblados de “tipología especial” –construidos ex profeso
para albergar a esta población en la época del gobierno
socialista, muy criticados por su carácter de “Guetos”-. Un ejemplo
de ello son las Mimbreras (Latina), Pitis y La Quinta (Fuencarral), el
Cañaveral (Vicálvaro) o Puerta de Hierro (Moncloa). Alberto
Ruiz-Gallardón se ha comprometido a acabar con ellos en esta legislatura,
cerrando así “las heridas que degradan socialmente esta ciudad”.
En 2002 las máquinas redujeron a escombros las
ínfimas construcciones en las que vivían 137 familias, a
esta operación, Obras Públicas destinó 18.471.407
euros. La mayoría pertenecían al Pozo del Huevo (Villa de
Vallecas) con medio siglo de historia a sus espaldas, y donde se eliminaron
las últimas 62 infraviviendas |