19.01.2005 / La Unión Romaní, Federación que agrupa a la mayoría de las Asociaciones gitanas de toda España, quiere hacer constar su más condolido pésame a los familiares de Don Mateos Vázquez, condenando con toda firmeza el brutal comportamiento de quienes han actuado con tan alto grado de salvajismo y falta de humanidad. Depositamos nuestra confianza en las autoridades judiciales para esclarecer los hechos y castigar a los culpables.
Así mismo, manifestamos nuestra más enérgica denuncia contra el comportamiento racista y violento de los ciudadanos de Cortegana que agredieron a los gitanos inocentes del lugar, rompiendo sus enseres, apedreando sus casas, y quemando sus propiedades. Estas imágenes de violencia ciega, repetidas en todos los noticiarios de las diferentes cadenas de TV, seguro que llenaron los corazones de muchos españoles de justa indignación, y a nosotros, los gitanos, nos llevaron a la época más triste de persecución y martirio propio de la leyenda negra de España. Terribles imágenes de fuego y piedras que nos han hecho recordar muchos de los incidentes raciales ocurridos en el sur de los Estados Unidos o en cualquier gueto de Sudáfrica.
Pero de forma muy especial queremos denunciar el comportamiento insensato y antidemocrático del Alcalde de Cortegana, don Antonio Marín. Entendemos que la principal tarea de un dirigente político responsable es evitar cualquier circunstancia que pudiera ocasionar daños mayores. El señor alcalde de Cortegana es el principal responsable de los hechos que denunciamos. Él debería saber bien que un grupo humano, compuesto por más de dos mil personas, puede llegar a ser ingobernable si es incitado por quienes saben muy bien que resortes hay que tocar para que actúen los cobardes racistas contra hombres, mujeres y niños inocentes.
Frente al racismo solo cabe el compromiso serio y formal de la sociedad y la acción más firme y contundente de los poderes públicos. A la sociedad española y andaluza le pedimos la solidaridad con quienes sin culpa alguna se han visto agredidos, amenazados y violentados, solo por ser gitanos. A los poderes públicos les exigimos que actúen con diligencia con el fin de garantizar, en primer lugar, la seguridad de los gitanos de Cortegana, y en asegundo lugar para que descubran a los actores de los hechos que denunciamos y los lleven ante la justicia.
Nosotros, conscientes de la gravedad de estos hechos, anunciamos ya que iniciaremos cuantas acciones legales sean pertinentes para el esclarecimiento de los hechos y el castigo de los culpables.
Barcelona, 18 de enero de 2005 |