12.05.2006 / Numerosas personalidades acompañaron a Juan de Dios Ramírez-Heredia, presidente de Unión Romaní, en un homenaje organizado en su honor por el Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs. El acto tuvo lugar el pasado 2 de mayo en la caseta del Centro Cultural Gitano ‘La Mina’ de la Feria de Abril de Barcelona, situada en el recinto del Forum.
El homenajeado estuvo rodeado de amigos, algunos de los cuales formaban parte de la organización del acto, que no quisieron perderse el acontecimiento. Entre ellos destacaban el alcalde de San Adrià, Jesús M. Canga; el presidente de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (FECAC), Francisco García Prieto; el presidente de la Asociación Gitana de Sabadell, Manuel Heredia; el gerente del ‘Centre de Promoció de la Cultura Popular i Tradicional de la Generalitat de Catalunya’, Gerard Preminger; el vicepresidente segundo del ‘Consell Assessor del Poble Gitano’, Mariano Fernández; el secretario del Centro Cultural Gitano ‘La Mina’, Rafael Perona; Josep Maria Sala, secretario de formación del PSC; el tío José Heredia, y un largo etcétera. Pero también asistieron al acto amigos y colaboradores de Juan de Dios Ramírez-Heredia que viajaron desde Andalucía, como Antonio Torres, director general de Unión Romaní, Manuel García Rondón, secretario general de la misma, o Diego Luis Fernández, abogado y recién nombrado presidente del Instituto de Cultura Gitana.
Las intervenciones y parlamentos de los asistentes guiaron a los oyentes a través de la trayectoria profesional y personal de Juan de Dios Ramírez-Heredia, tanto en lo referente a sus años de política activa, como a su lucha por el pueblo gitano y a su producción literaria. Fueron abundantes las anécdotas reveladas, pero en especial se rememoró “la valentía de su posicionamiento durante la Transición”, como dijo Diego Luis Fernández, y el ejemplo que su persona ha supuesto para las siguientes generaciones de gitanos españoles.
En su intervención, Ramírez-Heredia agradeció el homenaje recibido, que hizo extensivo a todo el pueblo gitano y recordó su llegada a Barcelona, cuando el padre Pere Closa le convenció de que había que luchar por los gitanos de la ciudad, que en esos inicios de los 60 vivían inmersos en la marginación y la miseria en barriadas como el Camp de la Bóta.
Otros actos en la caseta
Además de hospedar este acto, la caseta del Centro Cultural Gitano ‘La Mina’ participó plenamente en las actividades de la Feria de Abril de esta edición, en la cual ganó el premio a la mejor fachada. En el interior, la decoración se basaba en la rueda de la bandera gitana y fue diseñada y fabricada por uno de los asociados, Agustín Sánchez. Y tampoco faltó la fiesta. Antonio Fernández, tesorero del Centro Cultural, destacaba que la programación se improvisaba. “No hay nada en el calendario. Estamos por aquí, viene una familia y sube de una manera espontánea en la tarima”. Pero aseguran que el resultado valía la pena.
Eva Queralt |