11.03.2008 / Miles de personas se concentraron el pasado lunes a las puertas del tanatorio nuevo de Huelva para llorar y dar el último adiós a la niña de cinco años Mari Luz Cortés, que desaparecía el pasado 13 de enero de su casa en la barriada de El Torrejón y cuyo cuerpo era localizado el pasado viernes en la ría de Huelva.
Familiares, vecinos de El Torrejón, representantes institucionales y ciudadanos onubenses quisieron arropar a los padres de Mari Luz, Juan José e Irene, que visiblemente afectados no se separaron del pequeño féretro blanco que portaba a la pequeña.
La Unión Romaní, que durante todo este tiempo ha estado pendiente de la desaparición de la niña y que ha prestado a la familia la escasa ayuda que en tragedias como esta puede prestarse, estuvo presente en el entierro llevando a la familia el consuelo y el cariño gitano de todos nuestros representados.
|