Juicio en el Palacio de Justicia de Huelva

     02.04.2008 / La Unión Romaní dedicará un amplio espacio para informar sobre el juicio que se está celebrando en Huelva a propósito de los hechos racistas ocurridos en Cortegana durante el año 2005.
     La vista oral terminará, seguramente, mañana día 3. La sentencia se dictará más tarde. Lo que sigue es una crónica de agencias recogida por La Voz Digital.

Juicio por los sucesos racistas de 2005 en Cortegana (Huelva)

     Los trece acusados por los altercados racistas contra el colectivo gitano registrados el 16 de enero de 2005 en la barriada de Las Eritas de Cortegana (Huelva), entre ellos su alcalde, Antonio Marín (IU), negaron ayer su participación en unos hechos que no han reconocido. El juicio por estos sucesos comenzó en torno a las 12:30 horas en el Penal 2 de la Audiencia Provincial de Huelva, bajo una fuerte presencia policial -unos cincuenta agentes a pie y a caballo de la Policía Nacional- y está previsto que se prolongue varios días.
     Los altercados por los que son procesadas trece personas -y que ayer no reconocieron, dando por hecho, por tanto, su inocencia-, sucedieron el 16 de enero de 2005, cuando una manifestación en protesta por la muerte de un vecino del lugar, Mateo Vázquez, acabó con unos incidentes en los que un grupo de alborotadores atacaron varias viviendas habitadas por vecinos de etnia gitana.
     A todos ellos se les acusa de delitos de desórdenes públicos y otro continuado de daños, cargos por los que la Fiscalía solicita un año y nueve meses de prisión así como la pena de multa de 18 meses, a razón de seis euros por cada cuota diaria.

Un panfleto
En el transcurso de la primera sesión, Juan de Dios Ramírez Heredia, uno de los abogados de la acusación, entregó al titular del Juzgado un panfleto que, según comentó, fue distribuido entre la ciudadanía, en el que «se hace un llamamiento a los ciudadanos que tengan problemas con gitanos a que acudieran ayer al Palacio de Justicia» y pidió que se adoptaran las medidas oportunas.
     Tras negar los acusados su participación en los hechos y visualizar una serie de grabaciones a petición de la acusación sobre lo sucedido el 16 de enero de 2005 en Cortegana , se ha procedido al inicio de las declaraciones.
      El primero en hacerlo fue el alcalde de Cortegana , Antonio Marín, quien explicó que la manifestación fue convocada por el Ayuntamiento a petición de unos vecinos que reclamaban más seguridad tras la muerte de Mateo Vázquez.
      Precisó que el recorrido de la misma estaba fijado y que no incluía la barriada de Las Eritas ni el cuartel de la Guardia Civil, al tiempo que indicó que el achacó, en principio, a una confusión el que algunos de los manifestantes continuaran con la protesta y no la finalizaran donde estaba previsto, la Plaza de la Esperanza. También señaló que nadie le expresó que la inseguridad que se vivía en el pueblo proviniera del colectivo gitano y ha apuntado que no requirió medidas de seguridad especiales antes de la celebración de la manifestación porque no lo consideró necesario.

Tiraron piedras
Una vez concluida la declaración de los trece acusados, comenzó la prueba testifical con la declaración de uno de los agentes de la Guardia Civil encargados de la seguridad del municipio durante el día de la manifestación, que se reafirmó en haber visto a varios de los imputados tirando piedras contra las viviendas de los gitanos, «que estaban todos metidos en sus casas».
      En la manifestación del 16 de enero de 2005 en Cortegana participaron unos dos mil vecinos, de los cinco mil que tiene el municipio, algunos de los cuales se dirigieron a la urbanización en donde viven unas 250 personas de etnia gitana. Los manifestantes apedrearon puertas y ventanas de las casas y quemaron balas de paja y otros objetos, además de proferir gritos como «asesinos», «cobardes» y «no queremos asesinos en este pueblo». (Agencias-La Voz Digital)

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