19.11.2008

¿ESPAÑA PERMISIVA?

por Antonio Vargas Ferrés

Dice el señor Maroni (que debe ser el mascarón de proa de la infame nave que patronea el señor Berlusconi), que la mayor parte de los gitanos que, ante los famosos censos, han huido de Italia, han venido a la “permisiva España”. Olvida el señor Maroni dos  cuestiones fundamentales. Una, que desde el siglo XV, cuando los gitanos llegaron a la Península Ibérica, hasta el régimen de Franco, éstos han sufrido en nuestro país multitud de vicisitudes, bastantes de ellas muy crueles, motivadas por leyes y pragmáticas elaboradas y promulgadas por sucesivos gobernantes, lo cual quiere decir que, en ese aspecto, España no ha sido, hasta hace muy poco tiempo, tan permisiva como cree el ministro italiano de Interior. Si el señor Maroni ve a España como un país permisivo, ¿Cómo habrá, entonces, que llamar al comportamiento que las autoridades estatales tienen con los gitanos en Italia?

La otra cuestión que el señor Maroni no ha tenido en cuenta es que, si los gitanos, al margen de las autoridades, disfrutan en España, en general,  de un trato social y un grado de integración en la sociedad bastante mejor que en el resto de Europa, incluida Italia, no es porque España sea “permisiva”, sino porque, desde hace bastante tiempo, una gran parte de los ciudadanos  españoles no-gitanos  consideran a los ciudadanos gitanos simplemente como seres humanos y viceversa, y porque, además, debido al gran número de casos de mestizaje que existen en España, unos se ven a otros como algo propio, no como una etnia extraña. Además, yo no conozco la Constitución italiana, pero sí conozco la española, por eso sé que los gitanos españoles nos podemos llamar “ciudadanos”. Si a eso se le llama ahora permisividad, bueno está. Para mí es, más bien, simple sentido de la humanidad. 

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