23.12.2008 La enésima tragedia en Foggia: un niño gitano de dos años y medio muere quemado vivo |
En los últimos días, hemos denunciado la actitud de rechazo y persecución hacia los romà que muestran las autoridades de la ciudad de Foggia, en el sur de Italia. Los gitanos son tratados como seres sin derechos, al mismo tiempo que son vejados y desalojados de sus miserables refugios. Los “zíngaros” sobreviven en condiciones dramáticas, sin asistencia socio-sanitaria ni medios de subsistencia, y expuestos a continuos controles policiales. Se han expulsado a centenares; el resto viven con el terror de ver llegar, en la madrugada de cualquier día, a los agentes de las fuerzas públicas con una orden de evacuación. Hace unas semanas ocurrió una nueva tragedia en el campamento nómada de la localidad de Borgo Arpinova, en la periferia de Foggia. En el campamento viven aproximadamente doscientos gitanos de origen macedonio, entre los cuales hay 67 menores. Un incendio, posiblemente provocado por un cortocircuito de un calefactor –esta fue al menos la primera respuesta de las autoridades- quemó más de veinte viviendas, entre roulottes y barracas. Gelyo, un niño de dos años y medio, murió en el interior de una roulotte a causa las llamas. El padre de la víctima consiguió poner a salvo a los dos hermanos mayores, pero no pudo evitar la muerte del pequeño. En esta tragedia, diez personas resultaron intoxicadas y decenas de personas se han quedado sin techo. En 2004, tras otro terrible incendio, la comunidad gitana que vivía en un asentamiento de la calle San Severo que contaba con más de cuatrocientas personas, fue obligada a trasladarse al inhospitalario asentamiento del Borgo Arpinova. En 2006, un niño gitano de diez años perdió la vida en la misma localidad, ahogado en una poza de irrigación. Ya entonces, los representantes del campamento protestaron por las terribles condiciones del asentamiento, demasiado pequeño, abandonado por las instituciones e inadecuado para criar a los niños. (Gruppo Everyone)
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