13.01.2009

¿Y las personas? Entre la basura…

El Norte de Castilla, el diario autonómico de Castilla-León, publicó recientemente un artículo que exponía una situación degradante para los miembros de la comunidad gitana que habitan en el barrio chabolista del Tejerín, en la ciudad de Segovia.

La noticia explica que, bajo la responsabilidad de la Concejalía de Medio Ambiente y la empresa FCC, se retirarán hasta 800 toneladas de residuos del Tejerín. En el texto se reproduce asimismo de forma explícita que el Alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, aseguró que el objetivo principal de la operación de limpieza es retirar “la mierda” que inunda el poblado.

Poco después se menciona que en el poblado chabolista viven 56 personas gitanas. Es la única referencia que se hace sobre las personas que allí viven. Ni una mención a las precarias condiciones de vida a las que esas familias han debido acostumbrarse. Ni un atisbo de humanidad: datos sobre la cantidad de camiones que se necesitan para retirar los escombros, toneladas que se están retirando,… Pero, ¿cuánto tiempo hace que el ayuntamiento debería haber tomado cartas en el asunto? El Tejerín no es un poblado nuevo. Si hasta ahora las autoridades no se han acordado de que allí existía la vida humana, ¿no deberían tratar de abordar el tema con seriedad, sin calificar como “mierda” y “foco de infección” al poblado?

A continuación reproducimos algunos fragmentos de la noticia:

 

 

La operación de limpieza del Tejerín retirará 800 toneladas de residuos en cien camiones

 

Los trabajos que realiza la empresa FCC se prolongarán dos semanas más con el objetivo de «erradicar de la zona este foco de infección»

La operación la llevan los responsables de la Concejalía de Medio Ambiente y la empresa FCC, pero es más que una limpieza; implica a las concejalías de Medio Ambiente y de Urbanismo y a la Fundación del Secretariado Gitano, pues se trata de retirar la «mierda» -como dijo de forma muy expresa el alcalde, Pedro Arahuetes- que inunda (ya menos) el paraje de El Tejerín, la cabecera del valle de Tejadilla donde, en un poblado chabolista, viven todavía 56 personas, 13 familias gitanas. Los trabajos comenzaron la última semana de diciembre y en este tiempo han salido de allí 75 camiones cargados con todo tipo de residuos, escombros, chatarra, cableado y mucha, mucha basura, hasta totalizar, por el momento, más de 500 toneladas.

Otros 25 camiones sacarán en las próximas dos semanas que durará la campaña otras 250 toneladas por lo menos, hasta alcanzar las 800 toneladas que calculó Arahuetes, quien subrayó que a esta situación se ha llegado «por el desinterés de todos, incluidos los residentes, durante muchos años», aunque ahora éstos han solicitado la intervención municipal y, según el alcalde, «imagino que tienen que estar agradecidos, alegres y orgullosos de que alguien se preocupe de que quede toda la zona limpia con esta operación que había que acometer».

 

(De Miguel Ángel López; El Norte de Castilla)

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