20.04.2010 QUIEREN IMPEDIR LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA GITANA |
Hay noticias que hay que leer dos veces para tener la seguridad de que es verdad lo que leemos. El gobierno checo quiere que los niños gitanos de su país aprenda rromanò que es la lengua universal que hablamos la mayoría de los gitanos del mundo. Pero más de 85.000 personas han firmado un documento diciendo que ni hablar. Que el gobierno abandone la idea. Que los niños gitanos la única lengua que deben aprender es el checo. Estamos asistiendo en los últimos tiempos a un recrudecimiento infernal del racimo contra nosotros: En Hungría se han contabilizado 45 ataques violentos contra nuestra comunidad con nueve asesinatos. En la República Checa los últimos ataques han ocasionado que una niña gitana sufriera quemaduras en el 80% de su cuerpo. Y la violencia sigue en Eslovaquia, en Irlanda, en Turquía, etc. Ahora algunos energúmenos se comportan como siempre lo han hecho los fascistas y los nazis: Imposición de una sola lengua y eliminación de cualquier manifestación que suponga pluralidad y reconocimiento de la realidad social tal como esa realidad es. Pero no podrán con nosotros. Si hemos resistido tanta persecución durante tanto tiempo y nuestra lengua no ha desaparecido, mucho menos lo hará ahora cuando los gitanos hemos tomado conciencia de la importancia que tiene la conservación y la potencia de nuestra cultura que pertenece a toda la comunidad.
Juan de Dios Ramírez-Heredia
Campaña para evitar que se impartan clases de rromanò en la República Checa
La propuesta de las autoridades checas de ofrecer clases de rromanò, el idioma de la minoría gitana del país, ha desatado una campaña en Facebook contraria a este plan. Más de 85.000 personas se han adscrito a una de las páginas de esta red social titulada: “Petición en contra de la enseñanza de rromanò en las escuelas checas”, a pesar de que el ministro enfatizó que las lecciones serían voluntarias y se iniciarían tan sólo con el consentimiento de los padres. La campaña ha servido para destacar el racismo endémico contra los 300.000 gitanos, que demuestra que la imagen de la República Checa como símbolo de liberalismo y modelo de derechos humanos no es cierta. Los gitanos tienen una esperanza de vida más corta, tienen más probabilidades de vivir en extrema pobreza, de no tener trabajo y de tener un índice de mortalidad infantil más alto. El racismo contra los gitanos se expresa de manera abierta, incluso la gente con formación, y está ampliamente aceptado. El Ministerio de Educación y los activistas rromà se han sorprendido ante la rapidez y la fuerza del rechazo nacional contra esta iniciativa. Un portavoz del ministerio, Tomas Bouska, realizó unas declaraciones en la radio checa en las que afirmaba que la campaña de Facebook era una prueba de la necesidad de mayor educación multicultural en las escuelas. “En general es un tema delicado y lo único que el Ministerio de Educación puede hacer es introducir más formas de educación integradas que unan a ambos bandos y expliquen y declaren que no hay necesidad de pelear, sólo hay necesidad de dialogar. Y, ¿qué puede ser más útil que el idioma?”. Las autoridades checas siguen enviando a los niños gitanos a escuelas para alumnos “con problemas mentales”, ofreciéndoles, por lo tanto, una educación de calidad inferior, según un informe reciente de Amnistía Internacional. La práctica contradice una ley del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 2007, que declaró que la República Checa discriminaba a los niños gitanos enviándolos a escuelas especiales. Michal Kocab, el Ministro de Derechos Humanos, dijo a The Times: “El Ministerio de Educación sabe que los niños gitanos tienen potencial para asistir a la escuela, pero los ayuntamientos normalmente no quieren aplicar las leyes porque todavía siguen influenciados por los prejuicios y los estereotipos”. Un nuevo decreto sobre las escuelas, implementado en 2005, simplemente renombró las escuelas especiales y las llamó “escuelas básicas prácticas”, pero el proceso de selección y la limitada oferta de materias permanecieron inamovibles. “El problema real es asegurar una educación de calidad en checo para los niños gitanos y que estos puedan aprender, codo con codo, con sus compañeros checos”, afirmó Rob Kushen, director del European Roma Rights Centre.
(Timesonline) |