03.08.2010

LA UNION ROMANI ESPAÑOLA PIDE QUE SE CELEBRE UNA GRAN MANIFESTACIÓN GITANA EN PARIS

También propone la denuncia de la política antigitana del gobierno francés ante las autoridades comunitarias, así como una acción judicial ante el Tribunal Superior de Justicia de Luxemburgo

 

Desde la UNION ROMANI de España queremos expresar nuestro agradecimiento a todos los que se han manifestado en defensa de la comunidad Rromani residente en Francia.  Pero igualmente queremos expresar la necesidad de que, al margen de los manifiestos, siempre buenos y absolutamente necesarios, pasemos a otro tipo de acciones, posiblemente más contundentes y eficaces, para poner freno a tantos despropósitos y agresiones como estamos sufriendo los gitanos en casi todos los países europeos.

Desde esta visión de la realidad, la Unión Romaní quiere proponer a las asociaciones gitanas mayormente representativas de los países que integran la UNION EUROPEA una serie de acciones, tanto en el ámbito de la movilización ciudadana como en el de la política y la judicatura. En este sentido tal vez sería conveniente lo siguiente:

 

a) Convocar, ante la Embajada de Francia en los diferentes países comunitarios, concentraciones pacíficas, ampliamente representativas de los movimientos antirracistas de cada país, auxiliados de pancartas, banderas y otros signos de protesta para manifestar nuestro más profundo rechazo a la iniciativa emprendida por el Presidente de la República Francesa, señor Sarkozy, de desmantelar los asentamientos gitanos violando las propias leyes francesas, el ordenamiento jurídico europeo y el tradicional compromiso de Francia en la defensa de los Derechos Humanos.

 

b) Convocar una gran manifestación en París (similar a la que se realizó en Roma en el año 2008 para protestar contra la política antigitana de Berlusconi) que concitara no sólo la presencia masiva de los rroma franceses, sino la de buena parte de los gitanos europeos. Esta manifestación, preparada cuidadosamente, debería ser unitaria no sólo de los gitanos europeos sino de todas las fuerzas democráticas comprometidas con el respeto a los Derechos Humanos. A nuestro juicio sería un grave error que esta manifestación fuera capitalizada exclusivamente por la oposición política al Gobierno de Nicolás Sarkozy. A la defensa de la dignidad de los seres humanos están llamados todos los demócratas, sean de derechas o de izquierda. En la manifestación de París cabemos todos, gitanos y gadches, socialistas y liberales, comunistas y conservadores. Todos, en definitiva, los que antepongan el contenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamados por las Naciones Unidas en 1948  y la Declaración de los Derechos del Hombre aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa en 1789. Quien no cabe ni está llamado a esta manifestación es Jean Marie Le Pen ni nadie que se identifique con la doctrina nacionalista y racista del Front National francés.

 

c) Las asociaciones gitanas más representativas deben iniciar, debidamente coordinadas, todas las acciones políticas que ampara el Tratado de Lisboa. Así se deben presentar ante la Comisión Europea y ante el Parlamento Europeo todas las iniciativas que faculten a la Comisión para impedir que el Gobierno francés continúe con su política xenófoba y antigitana y al Parlamento Europeo a declarar su firme propósito de no ser cómplice de las políticas populistas, demagógicas y electoralistas de los diferentes gobiernos europeos. La Unión Romani española ya trabaja en la elaboración de algunas iniciativas a este respecto.

 

d) Simultáneamente las asociaciones gitanas más representativas deberían emprender un procedimiento judicial de denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea con sede en Luxemburgo en base al contenido de la Carta de Derechos Fundamentales consagrada en el Tratado de Lisboa, que tiene valor vinculante tras la entrada en vigor del Tratado el uno de diciembre de 2009. La UNION ROMANI de España ya ha iniciado con un equipo de juristas  el estudio para denunciar las acciones llevadas a cabo por el gobierno francés con el fin de agotar todas las posibilidades legales que el ordenamiento judicial europeo posibilita.

 

Finalmente, la Unión Romani española propone que la Comisión Europea designe con urgencia un equipo de expertos, del que deben formar parte gitanos y gitanas de reconocido prestigio y solvencia, con el fin de proponer, urgentemente, las medidas más oportunas que pongan fin a las deportaciones masivas anunciadas y eviten que otros gobiernos pudieran adoptar medidas parecidas.

Igualmente la Unión Romani reclama de los gitanos franceses que lideren este movimiento y procedan de inmediato a la convocatoria en París de una reunión de la que debería salir la Comisión Coordinadora de las medidas aquí propuestas.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Presidente de la Unión Romaní española

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