13.12.2010 - TORRELAVEGA

Jesús Hernández Vizárraga: «Ha llegado la hora de acabar con el racismo hacia mi pueblo»


Jesús Hernández tiene 25 años y vive en El Zapatón / L. PALOMEQUE

Ha llegado la hora de acabar con el racismo hacia los gitanos. Eso es lo que opina uno de ellos, un joven torrelaveguense de 25 años, vecinos del barrio El Zapatón. Es mediador y pastor evangelista, y quiere liderar a su pueblo basándose en la formación. «Basta ya de racismo», dice Jesús Hernández Vizárraga, que pone como ejemplo de esa discriminación social en Torrelavega el hecho de que su padre nunca ha podido alquilar una vivienda y siempre se ha visto obligado a comprarlas.

 

-¿Cómo llegó a ser mediador gitano?

-Estuve trabajando cinco meses con Bastis (Manos) Solidarias, una asociación de Santander. Ayudamos a la comunidad gitana de Torrelavega, principalmente en la formación para trabajar, educación y vivienda. Después hice cursillos y me seleccionaron.

 

-¿Cuál es su principal objetivo?

-Dar un nuevo sentido al pueblo gitano. Buscar otras directrices, otras formas de trabajar, de colaborar, de ver la vida. La sociedad en general debe saber que los gitanos queremos marcar la diferencia y cambiar la imagen que se tiene de nosotros, romper tópicos que se arrastran desde hace siglos.

 

-¿En qué situación está su comunidad en Torrelavega?

-Estamos avanzando. Cada vez nos preocupa más la educación y los niños ya no faltan tanto al colegio. Yo estoy para mediar en el caso de que exista algún problema.

 

-También es pastor evangelista...

-Ejerzo ese ministerio desde los 17 años, a la vez que estudio teología cristiana y oriento a grupos de jóvenes. Mi padre también es pastor evangelista. La iglesia la tenemos en Tanos, en la calle Coteríos, un antiguo almacén de frutas de 1.200 metros cuadrados. Vamos a ella todos los días, menos los jueves, que es el día de descanso.

 

-¿Otros jóvenes gitanos siguen sus pasos?

-Sí. Tengo amigos pastores evangelistas y mediadores, como yo.

 

-¿Vive de ello?

-No. Ahora estoy en paro, como muchos españoles, y ayudo a mi padre en el mercadillo, que es una tradición en mi familia.

 

-¿A qué quiere dedicarse en el futuro?

-Quiero seguir formándome y ser un líder de la comunidad gitana.

 

-¿Hay racismo en Torrelavega?

-Mi padre llegó a Torrelavega hace muchos años y todavía no ha podido alquilar una vivienda, siempre las ha tenido que comprar. Mis primos y yo hemos nacido aquí y no podemos comprender que se nos trate con racismo. Somos una familia ejemplar y, sin embargo, hay gente que nos mira mal.

 

-¿Una de sus metas es acabar con esa discriminación?

-Hace poco hicieron una encuesta nacional y Cantabria estaba entre las regiones más racistas. Si tengo una meta es esa, acabar con esa discriminación, lograr que se nos trate como lo que somos, ciudadanos normales.

 

-¿Qué parte de culpa tienen ustedes?

-La comunidad gitana de Torrelavega ha tenido siempre un buen comportamiento, no hay motivos para que se produzca ese rechazo. Ya es hora de que esto termine, ya está bien de sufrimiento. Somos torrelaveguenses y españoles, como ellos.

 

-Algún mensaje para finalizar...

-El mensaje que quiero trasladar es que la gente cambie el chip y vea a los gitanos como ciudadanos que tienen los mismos derechos y obligaciones. Basta ya.

 

(J. I. ARMINIO - eldiariomontanes.es)

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