08.11.2011 - HUNGRÍA

Hungría pone a sus gitanos a trabajar

Según la oposición, este programa establecido por el gobierno, se parece mucho a los campos de trabajo nazi o soviéticos.

 

Toda persona que reciba subsidios sociales debe trabajar en la construcción, limpiando las calles o manteniendo los parques y los bosques. Esto es lo que prevé el proyecto aprobado por el Parlamento de Hungría en julio. En caso de negativa, el pago de los subsidios puede interrumpirse. Sin embargo, se prevé una cierta flexibilidad para las personas mayores y enfermas, así como para los padres solos con hijos a su cargo.

Alrededor de 300.000 personas efectuarían estos “trabajos de utilidad pública”. Aunque este programa está oficialmente previsto para los parados, tiene implicaciones étnicas y está previsto directamente para los rromà, según los detractores del proyecto. La Comisión europea declaró el 20 de septiembre que desconocía su existencia.

 

Doscientos euros al mes

Las personas que participan en el programa reciben el equivalente a 200 euros al mes, una suma superior al montante de las ayudas sociales de base, pero inferior al salario mínimo.

Un reportaje de la cadena televisiva belga RTBF, difundido el 19 de septiembre, mostraba a unos rromà en la ciudad de Gyöngyöspata quitando leña en un bosque. Alrededor de treinta personas llevaron a cabo un trabajo penoso durante varios días para realizar una tarea que un tractor habría podido hacer en varias horas. Testigos citados por la revista Bloomberg Businessweek calificaron de “degradantes” las condiciones de trabajo.

Gyöngyöspata está gobernada por el partido de extrema derecha Jobbik. Hace unos meses, extremistas de la “Guardia húngara” desfilaron por las calles de la ciudad con uniformes paramilitares negros para intimidar a la población gitana. Un representante oficial de Jobbik en Gyöngyöspata afirmó que la población no rromà apoyaba esta medida porque los robos habían disminuido.

Hungría no dará más “subsidios a personas capaces de trabajar cuando hay tanto trabajo por hacer”, declaró en junio el primer ministro húngaro, Víctor Orbán.

 

“El miedo y la fuerza”

El partido socialista en la oposición afirmó que este programa “se basaba en el miedo y la fuerza, recordando otro período de terror”, en alusión a los cientos de miles de húngaros que fueron enrolados a la fuerza en los campos nazis y soviéticos, según Bloomberg.

Un diplomático húngaro de la representación permanente del país en la UE declaró que actualmente estos proyectos pilotos implicaban trabajos de limpieza forestal cerca de Gyöngyöspata (tala, limpieza y plantación de nuevos árboles), la limpieza del lecho y de las orillas de los ríos locales en los alrededores del propio pueblo, y trabajos de arreglo forestal cerca de Gyöngyösoroszi.

También incluye la construcción de pistas ciclistas en una presa del río Tisza y el mantenimiento de las carreteras secundarias (limpieza de cunetas, recogida de basuras en los bordes de las carreteras, reparación de las paradas de autobús, etc.) en  varios sitios repartidos por los siete condados.

 

Más parados

Los proyectos de mantenimiento de las carreteras se realizan sobre todo en las zonas rurales, donde las oportunidades de trabajos son escasas o prácticamente inexistentes. Por el momento, estos proyectos emplean a más de mil personas, 8 horas al día, por un salario que no es inferior al salario mínimo nacional, insistió el diplomático.

“Estos proyectos son demasiado recientes para sacar conclusiones definitivas, pero la experiencia ha sido positiva hasta el momento”, explicó, añadiendo que a la vista de los resultados, “el programa debería desarrollarse e implicar a más gente que actualmente está fuera del mercado de trabajo”.

 

(EurActiv.com; Traducido del francés por Paloma Jiménez de Parga)

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