09.11.2011 - PONTEVEDRA Ambulantes gitanos exigen que no se aplique la nueva ordenanza de Cangas por estar "desfasada" |
La Plataforma de Cooperativas de Vendedores Ambulantes de Galicia, que agrupa mayoritariamente a comerciantes de etnia gitana, considera que la ordenanza del mercadillo de Cangas recientemente aprobada está "desfasada", ya que se basa en una ley reguladora de 2001 y no por la nueva Lei do Comercio aprobada el pasado mes de enero por la Xunta, que contempla algunos cambios relevantes. Por eso el presidente de la Asociación Pueblo Gitano de Galicia y portavoz de la Plataforma, Sinaí Jiménez, reclama al Concello que la deje sin efecto mientras no se proceda a su "actualización", lo que supondría suspender temporalmente la exigencia de documentación a los vendedores y la aplicación de sanciones. Los representantes del colectivo han acordado solicitar una entrevista con el alcalde, José Enrique Sotelo, y con la teniente de alcalde y concejala de Comercio, Berta Pérez, para debatir este asunto. Mientras no se produce y se llega a un acuerdo entre las partes creen conveniente aparcar la aplicación del nuevo reglamento, "como ya sucede en otros concellos a los que se le ha reclamado", afirma Sinaí Jiménez. Los "fallos" en la ordenanza a los que se refiere el presidente de Pueblo Gitano para pedir que se suspenda su aplicación se centran en la "exigencia de documentación que ya no estamos obligados a presentar", y pone como ejemplo la tarjeta de vendedor expedida por la Xunta, "que ya no es obligatoria, sino voluntaria", asegura, así como los "cambios" sobre el régimen de cooperativas de trabajo asociado.
Cambio de ubicación Otro de los asuntos que la Asociación de Cooperativas de Vendedores Ambulantes de Galicia quiere poner sobre la mesa en la reunión con el gobierno local es la "necesidad" de devolver a todos los puestos del mercadillo de Cangas su ubicación original, en el entorno de la Alameda Vella, de donde fueron trasladados "provisionalmente" a los jardines de O Señal mientras se ejecutan obras de reforma en Eduardo Vincenti. "Nos dijeron que era solo por cuatro o cinco meses y que en enero de 2011 ya volveríamos a la ubicación original, pero un año después aún seguimos allí", explica el portavoz del colectivo, que refiere importantes pérdidas económicas desde que se produjo el cambio.
(G. M. Portela; El Faro de Vigo) |