25.11.2011 - VIZCAYA Sestao saluda a sus vecinos gitanos |
Coincidiendo con el día del Pueblo Gitano en Euskadi, la enseña romaní lució en el Consistorio
Un bebé gitano vasco en brazos de su madre fue el encargado de entregar al alcalde de Sestao, Josu Bergara, la bandera gitana que minutos más tarde luciría en el balcón de la casa consistorial de la localidad para conmemorar el Día del Pueblo Gitano en Euskadi el pasado 16 de noviembre. Una estampa que viene a simbolizar un paso más hacia un futuro de normalización en la vida de los gitanos en el seno de una sociedad mayoritariamente paya en la que ellos pretenden desarrollarse como personas sin tener que renunciar a sus raíces culturales como pueblo. Un simbolismo que alcanza mayor valor si cabe en Sestao, donde las instituciones llevan muchos años trabajando en la integración de los gitanos en el municipio. "Un proceso que hemos afrontado desde el ámbito deportivo, cultural, social y de la mujer, poniendo en valor su identidad, estrechando lazos y fomentando la relación entre payos y gitanos para conseguir que ambas culturas se conozcan y se respeten", apreció el alcalde sestaoarra. La réplica a las palabras del alcalde las dio el vicepresidente del Consejo Gitano para la Promoción y Participación del Pueblo Gitano en Euskadi, Manuel Vidaurrazaga, quien calificó el sencillo acto de reconocimiento como un "acto pequeño pero grande en el fondo que dignifica a nuestro pueblo". Para el vicepresidente del consejo gitano, el hecho de izar su bandera en el edificio consistorial es el reconocimiento de "una realidad cultural presente en nuestro municipio", resumió. Vidaurrazaga explicó a los presentes en el acto, celebrado en el salón de plenos, que la bandera gitana tiene el color azul del cielo, el verde del campo y el rojo "por la sangre que hemos vertido durante tantos años por los caminos". Unos caminos que desde hace varios siglos llevaron a este pueblo errante a transitar por tierras vascas. "Los gitanos llegaron a Euskadi a comienzos del siglo XV", señaló Vidaurrazaga, quien reclamó que "después de 590 años, creo que podemos decir que somos vascos también" por lo que hizo un llamamiento a los ciudadanos de Sestao "a emprender el camino del conocimiento mutuo y la convivencia". Un enraizamiento que según el consejo gitano tiene incluso apuestas de confluencia y entendimiento idiomático como pone de relieve la investigación llevada a cabo por la asociación Kale Dor Kayiko que vendría a demostrar que "del gitano y del euskera nació otra lengua: el erromintxela".
(E. Zunzunegi; Deia) |