20.03.2012

21 de marzo: Día Internacional para Eliminación de la Discriminación Racial.
El gitano sigue siendo el pueblo más acosado por el racismo


Una joven gitana llora tras el incendio que arrasó su campamento, hace apenas tres meses, en Turín / Tonino di Marco

Desde 1966, el 21 de marzo es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas tras la Matanza de Sharpeville, en la que fueron asesinados 69 manifestantes que pedían el fin del Apartheid en Sudáfrica.

Desde la Unión Romaní, aprovechamos esta significativa fecha como un altavoz para seguir denunciando el racismo que padece el Pueblo Gitano, sin duda alguna en el día de hoy, el más perseguido junto a la comunidad judía por el racismo. La Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea sitúa al pueblo rromà como el más discriminado en el continente, por encima de árabes y judíos.

Son muchos los organismos internacionales que proyectan medidas, aprueban recomendaciones y establecen apoyo financiero para combatir la lacra del racismo y la discriminación, pero la marginación no cesa. Las noticias que alertan del antigitanismo sacuden cada día nuestra redacción, y, por más que estos detestables episodios nos despierten cada mañana, no nos podemos acostumbrar a la discriminación feroz que sufren los gitanos por su color de piel, su estilo de vida o su historia.

Uno de los países donde el racismo está generando incluso muertos es la República Checa. El Ministerio del Interior de ese país ha advertido hace apenas unas semanas de la profesionalización del movimiento neo-nazi que está apostando abiertamente por el terrorismo para alcanzar su objetivo principal: la desaparición de los gitanos. En un informe, la policía asegura que más de 4.000 extremistas de extrema derecha están atemorizando y atentando contra la minoría gitana del país, formada por más de 250.000 personas. Los neo-nazis consideran que los años de amenazas, agresiones callejeras y campañas contra los gitanos no han dado sus frutos y por ello han decidido alzar el nivel de su extremismo, financiados y apoyados por grupos neo-nazis residentes en países como Italia, Alemania y Rusia. Sólo en los últimos seis meses, se han perpetrado 23 ataques racistas contra gitanos, en los que han muerto tres personas.

Pero no sólo vivimos episodios de racismo en la República Checa: Italia, Francia, Rumania, Serbia, Kosovo, Reino Unido, Hungría, Alemania, Portugal, Eslovaquia, España... Europa sigue sintiendo un profundo antigitanismo.

Denunciamos que la población gitana sufre discriminación racial en todos los ámbitos de su desarrollo: desde las escuelas segregadas para los niños gitanos en Eslovaquia, hasta las deportaciones masivas que padecimos no hace tanto en Francia, sin olvidar la política de criminalización sistemática a la que nos someten algunos irresponsables líderes municipales en España, pasando por la quema de campamentos gitanos en Italia (hace tres meses en Turín), y los desalojos forzosos en Rumania. Podríamos seguir detallando esta larga lista que sería la muestra externa del racismo antes larvado y ahora nuevamente resurgido que sufre el Pueblo Gitano.

En España, concretamente, vemos que los gitanos ocupan todas las colas del desarrollo social. Los porcentajes de paro en nuestra comunidad son escandalosamente más altos que los de la población mayoritaria. Los informes de salud reiteran, año tras año, que las mujeres gitanas son las españolas con peor salud. La infravivienda aún sigue siendo el hogar de muchos gitanos españoles, sin que se cumplan las medidas de realojos que se aprobaron años atrás en muchos municipios.

Sin duda la crisis está afectando a la inclusión del pueblo gitano, habiéndose aplicado recortes sustanciales a todos los planes de inclusión gitana que se estaban desarrollando en muchos pueblos y ciudades. Sin embargo, estas políticas de apoyo deben ser terminadas, puesto que de nada habrá servido trabajar durante décadas en la inclusión gitana para ahora acabar de cuajo con medidas y proyectos que estaban dando muy buenos resultados.    Celebramos este Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial con la férrea convicción de que nunca antes se ha trabajado tanto para acabar con el racismo. Las nuevas tecnologías nos permiten saber al cabo de pocos minutos que una familia gitana ha sido objeto de vejaciones racistas en los pueblos más remotos de Macedonia. Las organizaciones no gubernamentales gitanas, y también las no gitanas, están trabajando para que la red sea un altavoz que propague y denuncie lo que está sucediendo. Pero igualmente somos conscientes de que también a la inversa los modernos medios de comunicación son utilizados por los racistas: Internet acumula ataques indiscriminados contra los gitanos. Los foros se han convertido en las atalayas que usan los racistas para difundir sus crueles mensajes. Los comentarios de cualquier noticia relacionada con los gitanos son clarificadores de una realidad que no podemos, ni queremos obviar: el racismo persiste en nuestra sociedad, y cada día actúa con mayor violencia.

Desde la humildad de nuestra escasa fuerza, desde la firme resolución de nuestro compromiso por luchar contra cualquier forma de racismo o segregación, en este Día Internacional contra la Marginación queremos unir nuestro dolor al de la comunidad judía que sufre en estos momentos en Francia la herida desgarradora producida por un  asesino borracho de odio que ha segado la vida de tres inocentes niños a las puertas de su colegio.

 

Silvia Rodríguez Gómez

Responsable de comunicación de la Unión Romaní

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