13.04.2012 - ITALIA

El racismo contra los gitanos sigue muy vivo en Italia

Opera Nomadi, organización gitana italiana, nos ha transmitido un comunicado de prensa sobre un grave incidente racista que afecta a una familia gitana que vive en el municipio de Melito Porto Salvo, en la región de Calabria. Dada su importancia, consideramos necesario hacer difusión del mismo.

 

El racismo contra los gitanos se sigue ejerciendo en nuestra provincia impidiéndoles el acceso a una vivienda digna y el abandono de los guetos

 

Como parte del plan de reubicación equitativa de las familias gitanas, el alcalde de Melito Porto Salvo asignó, hace unos días, una vivienda pública a una familia gitana que vive en una chabola y tiene una niña que padece una enfermedad congénita grave. Sin embargo, antes de que el consistorio pudiera hacer entrega de la vivienda, la propiedad fue ocupada ilegalmente por otra familia de Melito para evitar que los rromà se instalaran en el barrio.

El alcalde de Melito Porto Salvo intervino de manera contundente instando a los ocupantes ilegales a abandonar la vivienda, pero estos iniciaron una protesta contra la familia gitana y el ayuntamiento y declararon que no tenían intención de aceptar a los rromà en su barrio. Esta familia, que después de tantos años ha logrado obtener una vivienda adecuada digna en la que cuidar de su hija, debe ahora enfrentarse al rechazo de estos ciudadanos y está muy preocupada por el posible desarrollo de los acontecimientos.

Por desgracia, estas acciones racistas se repiten año tras año. En los últimos meses también se dieron casos de ocupaciones ilegales de viviendas destinadas a los rromà en la localidad de Gioia Tauro y hace unos años en Reggio Calabria. En Melito Porto Salvo, se incendiaron seis viviendas otorgadas a familias gitanas. Estas acciones fueron contrarrestadas adecuadamente por parte del gobierno municipal, de dichas familias y de la organización Opera Nomadi, por lo que, si bien se ralentizaron los proyectos de inserción, no se impidió que dichos objetivos se cumplieran. Sin embargo, todavía no se ha realizado una condena pública ante estos hechos. Estos actos discriminatorios no son casos aislados, como a veces se intenta dar a entender, sino que son la expresión de una idea popular presente en nuestra sociedad según la cual los gitanos son ciudadanos “inferiores” que no pueden vivir con el resto de personas. Este es el motivo de la ausencia de una condena pública. A pesar de que, durante muchos años se han puesto en marcha leyes europeas contra el racismo, de que disponemos de una Oficina Nacional contra el Racismo que depende del Gobierno Nacional, de que se realizan esfuerzos continuos para combatir la discriminación y de que, desde el 28 de febrero de 2012, Italia posee una estrategia nacional para la inclusión de la comunidad gitana, que contempla la supresión de los guetos, en algunos municipios (Cosenza, Roma, etc.) se siguen creando guetos y se siguen llevando a cabo acciones racistas. Algo no funciona. A diferencia de lo que se dice en los debates y en los medios de comunicación, el racismo es parte integrante de nuestra cultura local y nacional. Nuestra cultura, al igual que todas las culturas occidentales, tiene como elementos internos tanto el racismo, como el antiracismo. Por lo cual, solo se podrá luchar adecuadamente contra el racismo cuando se admita su existencia real en nuestra cultura y no se vea como un elemento extraño que afecta esporádicamente a nuestra sociedad (Bauman Z.: Modernity and the Holocaust, 1992), sino como un elemento constitutivo que debe ser extirpado mediante un trabajo interno.

A pesar de los límites actuales de la estrategia para la lucha contra el racismo en la provincia de Reggio Calabria, se han alcanzado algunos resultados. Durante los últimos diez años, gracias al proyecto de reubicación equitativa, unas 20 familias gitanas fueron integradas en el tejido urbano de la localidad de Melito Porto Salvo y ahora viven junto al resto de familias de la población mayoritaria. En el mismo periodo, en el municipio de Reggio Calabria, aproximadamente unas 102 familias fueron ubicadas en 80 condominios diferentes repartidos por toda la ciudad desde Galia hasta Pellaro. Estos gitanos de Reggio Calabria también viven junto a familias no rromà. Este hecho nos demuestra que la oposición inicial a la inserción de estas familias en los barrios se ve influenciada por una mentalidad racista inicial y se va superando mediante el contacto personal y directo entre gitanos y no gitanos (Teoría del contacto de G. Hallport). Estas 122 familias conviven pacíficamente con sus vecinos, quienes finalmente se han dado cuenta de que los gitanos son gente como ellos, que los estereotipos negativos generalizados no se corresponden con la realidad y se puede vivir en el mismo bloque que ellos. Este proyecto se ha llevado a cabo a través de la colaboración entre el Ayuntamiento, las familias y Opera Nomadi, y hasta el momento se ha logrado que 122 familias abandonen  los guetos y se integren en la sociedad. Recientemente, el ayuntamiento de la localidad de Gioia ha activado este proyecto y ya se ha realojado a la primera familia rromà.

Teniendo en cuenta los buenos resultados de esta experiencia realizada en Melito Porto Salvo, Opera Nomadi hace un llamamiento a la comunidad local, la Iglesia, las asociaciones del tercer sector, los candidatos a alcalde y a la sociedad civil en su conjunto, siempre especialmente sensible a las cuestiones sociales, para que se posicionen ante este suceso de ocupación ilegal para hacer entender, a las personas que se obstinan en no aceptar a los rromà, que  es necesario abandonar los prejuicios porque son personas como ellos y el hecho de rechazarlos significa rechazarse a sí mismos.

 

Sr. Antonino Giacomo Marino

Presidente de Opera Nomadi

Reggio Calabria, 7 de abril de 2012

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