05.06.2012 - ESLOVAQUIA

Los rromà siguen sufriendo desalojos pese a ser actos ilegales

El reciente caso del extremista Marian Kotleba, que contribuyó a la demolición de las chabolas de un asentamiento gitano, podría acarrear graves consecuencias legales, pero, a menudo, estos actos no suponen ningún problema en absoluto.

En marzo Kotleba, líder del partido de extrema derecha Nuestra Eslovaquia (LS-NS), anunció su plan para librarse de las familias gitanas mediante la compra o la adquisición de los terrenos en los que habían construido sus chabolas, para luego destruirlas. Después de haber recibido en donación aproximadamente unos 800 m2 de terreno en un asentamiento gitano en Krasnohorske Podhradie, Kotleba parece tener la determinación de seguir adelante con su plan.

El plenipotenciario del Gobierno para Asuntos Gitanos, Miroslav Pollak, tiene una visión diferente de la cuestión y afirma que se deben reunir ciertos requisitos legales antes de realizar cualquier desalojo, incluso si el asentamiento está allí ilegalmente. Kotleba está clasificando las viviendas que hay en sus terrenos como escombros y, como no sería la primera vez que le detienen por sus “creencias”, piensa seguir adelante de todos modos.

Aparte de la protección que la ley ofrece a las viviendas, el plenipotenciario también señaló que antes de desalojar a la gente de sus hogares, se deben llevar a cabo conversaciones entre todas las partes involucradas, y se deben realizar esfuerzos para conseguir una vivienda alternativa. Los desalojos deben venir precedidos de un aviso con un tiempo prudencial y de una notificación judicial.

En términos generales, va en contra de la ley desproveer a las personas de un hogar, sin embargo, se siguen dando casos que tienen como víctimas a las familias rromà. En Kosice el alojamiento alternativo, ofrecido por el ayuntamiento que derribó sus casas, fueron tiendas de campaña, y en Ziar nad Hronom fueron casas prefabricadas.

 

(The Daily)

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