11.03.2013

Día Internacional de la Mujer Gitana

La Unión Romaní quiere sumarse hoy a las celebraciones que en todo el mundo conmemoran el acuerdo de la Asamblea General de las Naciones Unidas que estableció el día 8 de marzo como Día  Internacional de la Mujer. Fue en 1857 cuando 129 mujeres trabajadoras murieron en un incendio, se dice que provocado, reclamando mejoras de salario y una jornada laboral de diez horas.

Pero en estos momentos, nuestra adhesión a lo que significa esa fecha tiene un alcance mucho más profundo porque hoy la figura de la mujer gitana está en entredicho a causa de la imagen que de ella se está ofreciendo en algunos medios de comunicación.

Desde la Secretaría de la Mujer de la Unión Romaní queremos manifestar que para nosotras, las mujeres gitanas que sintiéndonos profundamente gitanas no renunciamos a los avances de la modernidad, el mantenimiento de nuestras costumbres y tradiciones forma parte de nuestra riqueza colectiva a la que bajo ningún concepto queremos renunciar. Para nosotras no hay incompatibilidad entre ser gitanas, amas de casa, profesionales liberales, funcionarias o trabajadoras de la industria o el comercio.

Siempre hemos oído decir a nuestros padres que “ser gitano” es una empresa difícil en medio de la sociedad mayoritaria entre la cual nos ha tocado vivir. Pero si eso ha sido y sigue siendo difícil para los hombres gitanos, para nosotras, las mujeres gitanas, tiene un plus añadido de dificultad. El machismo, como tantas veces se ha dicho, no es patrimonio de los hombres gitanos. Todas las mujeres, en mayor o menor medida, sufren las consecuencias de las estructuras sociales, culturales, políticas o económicas que sitúan a la mujer por debajo del rol que los hombres juegan en la sociedad. De ahí que nos sintamos orgullosas como mujeres y como gitanas de ir alcanzando poco a poco, pero sin pausa, cotas de liberación que antes hubieran sido inimaginables. El solo dato que nos informa de que hoy en España las mujeres gitanas que van a la universidad triplica al de los hombres, es a todas luces incontrovertible.

Y una vez más, desde la Unión Romani, queremos manifestar que la imagen que de nosotras en particular se está ofreciendo desde una tristemente popular serie de televisión, muy poco tiene que ver con el papel que mayoritariamente desempañamos las mujeres gitanas en el seno de nuestra comunidad. Algunas de las escenas que hemos contemplado en esa serie nos avergüenzan y nos llenan de infinita tristeza.

En esta fecha queremos unir nuestra voz a la del resto de las mujeres de todas las culturas, de todas las etnias, de todos los lugares del mundo para proclamar que las gitanas que integramos la Unión Romaní, conscientes del papel que nos ha tocado jugar, reivindicamos el derecho a ser las únicas protagonistas de nuestra propia historia. Nuestra fuerza como mujeres y como gitanas radica en la firmeza con que exigimos ser las artífices de nuestro propio cambio. Por todo eso, porque no nos sentimos representadas por quienes tan solo buscan la publicidad efímera de los medios de comunicación, y porque rechazamos el paternalismo de quienes desde fuera de nuestra comunidad se erigen en defensores y portavoces de nuestros más íntimos intereses, proclamamos que somos mujeres gitanas, mujeres gitanas modernas, que junto a nuestro abuelos, padres, hermanos e hijos varones queremos ser tratadas con el respeto y la autonomía que nos otorga nuestra condición de ser mujeres del siglo XXI.

 

Carmen Carrillo Losada

Secretaría de la Mujer de Unión Romaní

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