08.10.2013 - BÉLGICA

La integración de los gitanos: un empeño colectivo de toda la sociedad

La precampaña electoral para las municipales francesas ha arrancado con un giro radical del gobierno de François Hollande en su política frente a los gitanos procedentes del este de Europa. Según el ministro de interior, Manuel Valls, deberían ser expulsados de Francia y las encuestas sugieren que una amplia mayoría de franceses respalda las declaraciones del ministro. Valls ha alcanzado la cumbre de su popularidad, con un índice de aprobación de más de un 60%, que triplica el del presidente de la República, pero ha merecido la condena de Bruselas y ha provocado no pocas tensiones dentro del gobierno. con los socios del partido verde.

Euronews ha querido seguir de cerca el trabajo de integración del barrio de St. Josse, uno de los más multiculturales de Bruselas. Nuestra protagonista es una familia gitana de Rumanía está siendo asistida por su compatriota Florin, que lucha porque la pequeña Perla sea escolarizada.

“Está muy bien la escuela, estoy a gusto. Me gustaría leer, hablar bien el francés y el holandés”, dice Perla.

La jornada de Florin transcurre entre el colegio y los servicios sociales. Él es el nexo de unión entre las instituciones y los 1.300 gitanos residentes en el barrio, que recurren a él para cualquier problema diario: como un dolor de muelas.

“Todos los días mi mensaje es el mismo: trabajar para los gitanos, con los gitanos”, asegura.

La falta de escolarización es un problema grave: cada año esta escuela primaria acoge a una veintena de niños gitanos que desaparecen sin dejar rastro. El director recuerda un caso que le marcó particularmente.

“Octavien era un niño de 12 años que no había sido escolarizado en absoluto. No sabía ni escribir su nombre, así que cuando veía aparecer las letras de su nombre escritas en el ordenador le parecía magia. Y un buen día, ya no tuvimos más noticias”, cuenta.

María, la madre de Perla, y sus cuatro hijos viven en un piso facilitado por el Ayuntamiento. Dice que quiere quedarse para ofrecerles a sus hijos la educación que ella no pudo tener.

“Yo no quiero que mis hijos crezcan como yo, porque a mí mi madre no me llevó a la escuela. Yo crecí así: sin leer, sin nada, sin saber nada”, afirma.

Aquí, la mayor parte de la población gitana llegó entre 2010 y 2011 y se sumó a otros inmigrantes de dentro y fuera de Europa. Según la corresponsal francesa de Euronews, la convivencia interétnica ha sido difícil. Uno de esos inmigrantes es el indio Chand Prem Kapoor, que preside la asociación de comerciantes.

Kapoor les acusa de robos en sus tiendas y almacenes y denuncia amenazas de algunos gitanos del barrio de St. Josse. “Por el momento la cosa está tranquila”, dice.

Florin denuncia la mentalidad de algunos gitanos con los que trabaja y la persistencia de algunas malas actitudes: para él este proyecto es su razón de ser.

“A veces me encuentro con gitanos tradicionales que no quieren renunciar a su mentalidad. Se niegan a abandonar la mendicidad. En primer lugar, la mendicidad con niños, que no me gusta. A las madres que mendigan con sus niños les propongo que me dejen matricularlos, escolarizarlos”, explica.

Sensibilizar y convencer es un trabajo de largo recorrido que empieza a dar frutos en Bruselas.

Francia, en cambio, parace haber renunciado a esa empresa y ha expulsado a más de 8.000 gitanos europeos este año. La comisaria europea de justicia, Viviane Reding, ha tachado las declaraciones del gobierno francés de electoralistas. Bruselas ha recordado que los gitanos rumanos y búlgaros son ciudadanos de la UE y, por tanto, tienen derecho a moverse libremente por Europa.

Audrey Tilve, corresponsal francesa de Euronews, ha entrevistado a Corinne Torrekens, doctora en ciencias sociales y políticas y especialista en minorías de la Universidad Libre de Bruselas. Torrekens aboga por un esfuerzo sostenido de integración en el que participen todos los niveles del estado; desde los ayuntamientos al gobierno central.

 

(Euronews)

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