08.10.2013 - ALICANTE El gol de la integración | |
El balón. El edil de Deportes de Aspe, el exfutbolista de Primera División Chema García, quiere potenciar la integración de los menores de raza gitana a través del fútbol. Los 40 niños a los que entrena ya saben que si el balón comienza a rodar desaparecen las desigualdades. El campo de fútbol siete del barrio La Nía de Aspe ha recuperado, tras años de abandono, la actividad deportiva para la que fue creado antes de caer en plena decadencia. Cuatro días a la semana, dos horas por día, y los sábados por la mañana está lleno de niños y niñas de entre 6 y 14 años, mayoritariamente de raza gitana y de las zonas más degradadas del pueblo, que juegan al fútbol en dos turnos mientras sus padres, madres, abuelos y vecinos se concentran en las gradas para verlos, animarlos, aplaudirles y prepararles la merienda. Los entrenan monitores de la Asociación Gitana «O quer dor Kalo» de Aspe junto al concejal de Deportes de Aspe, José Manuel García «Chema», un independiente de Izquierda Unida que inició su carrera deportiva en el Elche CF y durante quince años ha sido futbolista profesional de Primera y Segunda División. Ha jugado en estadios como el Nou Camp, Santiago Bernabéu, San Mamés y ha tenido que tratar de frenar en el terreno de juego, como defensa central, a cracks del deporte rey como Figo, Guardiola, Lubo Penev y Ribaldo. Pero ahora Chema juega otros partidos, le preocupan otras ligas y se enfrenta a otros rivales. En este caso concreto quiere derrotar al equipo de la desigualdad, la discriminación y la marginación infantil. Está empeñado en potenciar la integración y socialización de los niños gitanos de Aspe y para ello el Ayuntamiento les ha cedido el uso gratuito del campo de fútbol de La Nía y les ha proporcionado pelotas, petos, conos, bolsas y redes. También la Asociación «O que dor Kalo» va a emplear parte de la subvención municipal que recibe en comprarle equipajes a los pequeños para que se sientan ases del balón como Oliver y Benji. Pero no acaba ahí el proyecto «El gol de la integración». El concejal de Deportes les ha entregado las llaves del campo de fútbol a los monitores y padres de los jugadores para que sean ellos mismos quienes se encarguen de cuidarlo, limpiarlo, rastrillarlo, marcar las líneas de juego sobre la tierra y abrir y cerrar las puertas de la instalación municipal. «Es la mejor forma de que asuman responsabilidades y aprendan a respetar lo que es suyo y, por tanto, lo que es de todos. Esos son los valores que queremos trasmitir desde el equipo de gobierno de Aspe y, de momento, está dando un resultado extraordinario», comentaba ayer con satisfacción Chema García, insistiendo en que «lo que intentamos es socializar y, a través del fútbol los niños hacen deporte, se divierten, aprenden, se relacionan con otros niños de otros barrios del pueblo, están controlados y se les trasmiten valores muy positivos porque los valores auténticos del fútbol tienen mucho que ver con el compañerismo, con el esfuerzo, con el respeto al rival y las reglas del juego y con el sacrificio y la superación personal». Los niños están aprendiendo mucho con el concejal futbolista pero el edil futbolista también está aprendiendo mucho con ellos. Y divirtiéndose. «La verdad es que son muy graciosos, muy espontáneos y muy agradecidos. Ellos están alucinando con todo esto y me preguntan muchas cosas de cuándo era jugador en activo. Además, cuando marcan un gol siempre hay alguno que se arranca con un cante, un taconeao o unas palmas y se les ve felices», añade. Esta actividad, que es completamente gratuita, está resultando tan atractiva para los más pequeños de Aspe que empezaron apuntándose diez y ya son cuarenta. Y cada día hay nuevos niños que se presentan en el campo de fútbol de La Nía para darle patadas al balón porque, cuando el balón comienza a rodar, todos son iguales.
(La Información) |