18.10.2013 - ALMERÍA

Los gitanos rompen tópicos en la Universidad

Estudiantes gitanos de la Universidad de Almería (La Voz de Almería)

En la provincia de Almería hay en torno a 10.000 gitanos. Aunque no existen datos del número de personas que estudian, se estima que el 80% del alumnado calé abandona prematuramente sus estudios, aunque suele terminar Primaria.

A pesar de estos datos, también hay gitanos universitarios. Quizás pocos, pero los hay. Sin duda, este escaso acceso tiene una raíz. “Se dice que una parte de las leyes se constituye con las costumbres. En nuestro ambiente no estamos acostumbrados a estudiar. En la mayoría de las casas antes se convivía con ocho o nueve hermanos y los mayores tenían la obligación de cuidar a los menores...”, explica Manuel Cortés, de 32 años, almeriense y estudiante de primero de Finanzas y contabilidad en la Universidad de Almería. “A mi familia le daba igual que estudiase o que no. Pero como yo quería estudiar,  lo he hecho. Nadie me lo ha prohibido”, cuenta Ana Laura García, de 19 años, residente en Roquetas de Mar y estudiante de segundo de Educación Social en la UAL.

Tanto Manuel como Ana Laura son conscientes del alto grado de absentismo escolar que hay entre su etnia. “Estudiar no es fácil. Y para los gitanos menos porque no es algo que te inculcan desde pequeño”, cuenta Ana Laura.  Quizás uno de los ejemplos podría ser el de Manuel. Él abandonó los estudios en tercero de la ESO para trabajar en la obra y ganar dinero, “para vivir bien”. Sin embargo, tras varios años en paro, decidió volver a las clases, casado y con dos hijos. “En un mes y medio me preparé la prueba para el grado superior de Administración y finanzas, me lo saqué con diploma de honor y este año he empezado la universidad”, cuenta.La llegada a la universidad no es fácil. “Te encuentras a mucha gente que tiene prejuicios, pero lo mejor es cuando le rompes los esquemas sacando buenas notas o cuando el profesor te reconoce que pones más interés que el resto de los compañeros”, cuenta Ana Laura. Al igual que ella, Manuel también dice que lo nota en las miradas, “pero al final terminan cambiando e incluso te dicen que no esperaban que los gitanos fueran de esta manera”, explica.

Quizá uno de los motivos por los que muchos gitanos no estudian sea el económico. “Si es casa hay condiciones que te favorecen a estudiar lo haces, pero si toda tu familia está en paro, lo que quieres es trabajar para ayudarles”, cuenta Ana Laura. Con el objetivo de facilitar el acceso y la continuidad en los estudios medios y superiores de los jóvenes estudiantes, la Fundación Secretariado Gitano ofrece unas becas propias. “Son gloria bendita. A mí el año pasado me la concedieron y gracias a ese dinero me pude comprar un portátil para hacer los trabajos”, asegura Ana Laura. Manuel también pudo disfrutar de esta ayuda el año pasado.Manuel y Ana Laura saben que los estudios son importantes y que estos serán los que les den “un nivel de vida el día de mañana”. Entre sus planes de futuro está, por supuesto, terminar sus carreras. “A mí me gustaría irme de Erasmus a Alemania el año que viene y después dedicarme a trabajar con niños conflictivos, a los que poder ayudar y dar optativas para una vida diferente”, cuenta Ana Laura. Por su parte, Manuel asegura que hará todo lo posible para que sus dos hijos estudien, así como le gustaría ejercer su profesión “en un lugar donde nadie me mire de una forma diferente”.

 

(La Voz de Almería)

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