20.12.2013 - OPINIÓN

No he podido evitar emocionarme

Por Juan de Dios Ramírez-Heredia

Manuel Valls, Ministro del Interior de Francia (sport)

Queridos amigos: Redacto estas líneas subido en el AVE que me lleva desde Barcelona a Madrid. Y será porque me hago viejo, o porque estoy cansado de ver como una parte de la sociedad no aprende de la historia reciente y repite alocadamente los mismos actos que no hace tanto tiempo nos llevaron a guerras fratricidas, no he podido evitar emocionarme al leer el brevísimo comentario que la periodista Soledad Gallego-Diaz ha pronunciado en la Cadena SER.

Desde la Unión Romani venimos diciendo con machacona reiteración que hay que poner freno a tanto despropósito. Hemos denunciado a Nicolás Sarkozy, a Silvio Berlusconi, a Manuel Valls y a Françoise Hollande que son nuestros referentes de comportamientos racistas más cercanos. Pero aún así estos no son los peores. La caza contra los gitanos está abierta en centro Europa y sus consecuencias, como una mancha de aceite, está envenenando la convivencia entre gitanos y “gachés”.

 Por favor, lean el artículo de Soledad Gallego-Díaz que adjunto a continuación. Es muy breve. Pero no se pueden decir las cosas mejor. Tal vez entonces entiendan por qué a estas horas de la mañana, cuando me espera una jornada agotadora tratando de vencer resistencias a todas luces injustas y discriminatorias, me he emocionado al comprobar que hay razones para la esperanza mientras existan periodistas de raza que como Soledad son capaces de decir las cosas con tanta claridad.

Y gracias por compartir conmigo esa emoción.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Abogado y periodista

Presidente de Unión Romani española

Vicepresidente de Unión Romani Internacional

 

 

 

Hoy por hoy - Pepa Bueno y Gemma Nierga

El viejo conocido

SOLEDAD GALLEGO DÍAZ

 

Comentario de la columnista de 'El País', Soledad Gallego-Díaz, en 'Hoy por Hoy' del lunes 16 de diciembre de 2013

 

Desalojo de un campamento gitano cerca de la localidad francesa de Lyon (Reuters)

El mejor periodismo se hace contando lo que uno ve. Y lo que ven los periodistas que recorren Europa y se paran a mirar lo que les sucede a las personas es que el racismo crece por casi todas partes. Ven, como han relatado los periodistas Miguel Mora y Lucía Abellán, de El País, que en muchos pueblos centroeuropeos los niños gitanos van a escuelas sólo para gitanos o que comparten aulas destinadas a niños discapacitados. Que sus padres tienen prohibido el acceso a restaurantes y tiendas; ven que en Italia se hizo un censo para expulsar gitanos y que en Francia no tardaron en sumarse a ese discurso. Observan que, en Gran Bretaña, el primer ministro habla de los nómadas rumanos y búlgaros, que casualmente son en buena parte romanis, y anuncia que se les negará las ayudas sociales que se dan a otros inmigrantes.

Los europeos deberíamos identificar el olor del racismo a kilómetros de distancia. Nos ha infectado muchas veces, nos llevó a cometer el peor de los crímenes con los judíos, y sin embargo sigue apestando y asomando la cabeza por todas partes. Los gitanos centroeuropeos no son culpables de nada de lo que nos pasa. Algunos son rateros, otros no. Algunos piden limosna, otros, no. Todos tienen exactamente los mismos derechos que el resto de los europeos. Exactamente los mismos derechos. Una vez más, exactamente los mismos derechos.

 

Pulsando en el siguiente link se puede oír la voz de Soledad Gallego manifestando el contenido del texto precedente.

http://www.cadenaser.com/economia/audios/viejo-conocido/csrcsrpor/20131216csrcsreco_1/Aes/

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