21.01.2014 - BARCELONA Israel Galván baila el genocidio gitano | |
La Sala Gran del Mercat de les Flors ha abierto sus puertas, tras las recientes obras, al salvaje, urbano, vanguardista y religioso flamenco de Israel Galván. El bailaor sevillano presenta hata el domingo un interesante espectáculo títulado Lo Real,en el que el artista, junto a su colaborador habitual Pedro G. Romero, realiza una aproximación al difícil tema del exterminio de los gitanos europeos bajo el régimen nazi, un genocidio menos conocido que el de los judios pero igualmente terrible. Acompañan a Galván en este montaje dos bailaoras de su generación, Belén Maya e Isabel Bayón, ésta última Premio Nacional de Danza 2013, además de un destacado elenco de músicos y artistas, entre los que destaca el guitarrista, Juan Gómez, Chicuelo, autor de la música de esta obra. El espectáculo, según Galván, “habla de la capacxidad de supervivencia del ser humano en situaciones límite”. Viene precedido de un notable éxito en el Théâtre de la Ville de Paírs, donde Israel Galván es uno de los creadores predilectos de este exigente espacio escénico. Posteriormente se presentó en el Teatro Real de Madrid donde obtuvo ovaciones y pateos por igual. Lo Real, con música de Anthony and The Johnsons, surge como lógica continuación del trabajo anterior de Galván, El final de este estado de cosas. El autor se sumerge ahora en una zona lejos de su desbordante imaginación, se hinca con furia en el terreno firme de lo real, en el que no cabe más que la verdad. Lo Real es un trabajo complejo, en el que Galván provoca al espectador planteando preguntas tales como ¿a qué se debe la fascinación de los fascistas por el mundo de los gitanos españoles? o ¿puede el flamenco enseñarnos como sobrevive una identidad a la propia idea de pueblo? Galván subirá al escenario la atracción nazi, casi enfermiza, por el mundo sevillano de la Carmen o el de la propia cineasta alemana Leni Riefenstahl a la que veremos bailando como una gitana de las tierras bajas. Pero también mostrará el orgullo y nobleza de un pueblo eternamente perseguido. A pesar de ser un espectáculo que habla del muerte es una obra muy viva que destila energía, creatividad e incluso humor. “Solo podía enfrentarme a un tema tan horroroso bailando feliz y alegre”, asegura Galván, porque más allá de la muerte, la vida sigue”. Los diferentes palos del flamenco van esculpiendo el camino de Lo Real mecidos por las desgarrados voces de los cantaores Tomás de Perrate y David Lagos. En cuanto a cada una de las intervenciones de Galván se exhibe más poderosa, desvalida y entregada que la anterior.
(El País) |