27.01.2014 - BADALONA

Diego, el primer alumno gitano del colegio Lestonnac de Sant Roc que ingresa en la universidad


Diego Carmona es también monitor de futbol del colegio Lestonnac (Silvia Llamas)

Se llama Diego Carmona, tiene 19 años y el próximo curso empezará a estudiar Periodismo en la universidad. No sería un caso excepcional si no perteneciera al colectivo gitano del barrio de Sant Rocde Badalona. Pero lo es. Y se siente "muy orgulloso". Forma parte de una etnia en la que no es nada habitual cursar estudios superiores. De hecho, es el primer alumno gitano del colegio Lestonnac de Badalona que, en 45 años de historia, irá a la universidad. Todo un "logro" para el centro educativo pero también para el colectivo gitano, muy presente en uno de los vecindarios más castigados de Badalona.

"Hace años pensé que para ser una persona mejor tenía que tomar una decisión", cuenta Diego Carmona. "Quería terminar con el tópico que por ser gitano tienes que dedicarte a cantar, a vender chatarra o a robar". Así de firme se muestra este joven gitano del barrio de Sant Roc que ha tenido que esforzarse mucho para intentar cumplir uno de sus objetivos en la vida: estudiar para "aprender y poder responder a cualquier pregunta que me hagan por la calle". "Tener estudios superiores quizá no te hace ser mejor persona pero te hace ver el mundo de forma diferente", añade Diego.

Así muestra su madurez, ya que ha tenido que luchar mucho con los exámenes pero también al enfrentarse con su entorno. Diego asegura que su familia le ha apoyado desde el principio, pero que con su círculo de amistades fue más complicado. "¿De verdad vas a ir a la universidad? ¿Y tú eres gitano?", cuenta el joven que le preguntaban sus amigos. "No soy un superhéroe", dice Diego, aunque sí reconoce que ha tenido que "escapar" de ciertas compañías, que le veían como el "bicho raro" que, siendo gitano, quería seguir estudiando.

Y es que es un caso inusual en el barrio de Sant Roc y concretamente en el colegio Lestonnac. En este centro educativo, el 55% de los alumnos son gitanos y el resto son inmigrantes –actualmente sólo hay dos alumnas autóctonas payas–. Los profesores de esta escuela explican que se han encontrado con casos de alumnos gitanos con capacidad y ganas para seguir estudiando, pero que desistían al topar con las prioridades de sus familias.

"No ven la necesidad de la inversión a largo plazo", destaca Rafael Llanes, profesor del colegio Lestonnac de Badalona, "siguen viendo que estudiar forma parte del mundo de los payos". "De nosotros se espera que vayamos a la universidad porque es lo normal", dice el profesor, pero para ellos es "una decisión del todo consciente que requiere una gran personalidad". Y en 45 años de historia de este colegio de Sant Roc, Diego es el primero que lo ha conseguido. "Es un logro", asegura Rafael Llanes, "sobre todo en unas circunstancias tan complicadas como las actuales que requieren un mayor esfuerzo".

 

Un colectivo "estereotipado"

Diego se siente molesto por la opinión que mucha gente tiene de su colectivo: "Molesta que se generalice". "Si en Sant Roc ven a un gitano o a un paquistaní que pega a otro chaval, ya piensan que todos van a ser así", añade.

Al colegio le enorgullece el ejemplo que trata de dar el joven e intenta visibilizar los éxitos de otros buenos estudiantes como él. Se trata de una "victoria invisible", lamenta el profesor del Lestonnac Rafael Llanes. Asegura que a los gitanos se les "castiga cuando lo hacen mal, pero nadie ve cuando lo hacen bien".

 

El fútbol "combate el racismo"

Hace tres años que Diego dejó el colegio Lestonnac para estudiar bachillerato, pero ha hecho un curso para ser monitor de fútbol en el barrio. De este modo, sigue vinculado con el colegio, que asegura le ha ayudado tanto.
En esta escuela del barrio de Sant Roc se dieron cuenta, hace ocho años, que lo único que hacía que todos los alumnos del centro se agruparan, sin distinciones de raza o etnia, era el fútbol. El deporte como elemento de unión ha ayudado a los docentes a enseñar a sus alumnos que todos "son iguales"."Después de 50 años, el éxito de hoy es que todos los niños gitanos vayan al colegio", dice Rafael Llanes. "Ahora hemos conseguido que uno vaya a la universidad. Quizá de aquí a 50 años, eso ya será lo normal", suspira.

 

(La vanguardia)

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