11.04.2014 - OPINIÓN

Día internacional del pueblo gitano, 8 de abril.

La Ceremonia del río es la forma identitaria para conmemorar el día internacional del pueblo gitano

Por Mari Carmen Carrillo Losada


El pasado 8 de Abril se produjo un hecho realmente interesante: los principales ríos del mundo llevaron en su cauce miles de flores y velas encendidas en recuerdo de nuestros antepasados y de aquellos que han tenido que sufrir en su propia piel el odio y los ataques por motivos étnicos.

El Ganges en la India, el Sena en Francia, el Jordán en Israel, el Río de la Plata en Argentina, el Genil en Granada, el Guadalquivir en Córdoba, son algunos ejemplos de la dimensión mundial de este fenómeno.

La historia del pueblo gitano ha estado marcada por siglos de exclusión. El pasado ha producido secuelas y situaciones de marginación que, lamentablemente, aún persisten en la actualidad. Recordamos a nuestros hermanos en Francia, Italia, Hungría, Grecia.

Manifestaciones y ataques violentos contra los rromà han tenido lugar en Bulgaria, República Checa. Los policías actúan con indiferencia en el mejor de los casos, en el peor como los mismos racistas - tantos crímenes contra los romaníes nunca son reportados o castigados.

Muchas familias gitanas alemanas están en peligro de ser deportados de ese país a un futuro muy incierto. Estas familias se han visto a menudo viviendo en Alemania durante un máximo de 20 años y sus hijos nacieron allí. La deportación es especialmente difícil para estos niños y niñas que se ven obligados a abandonar su hogar para partir a un país extranjero donde ellos ni siquiera entienden el idioma oficial.

Los grupos y algunos críticos en las Naciones Unidas aseguran asimismo que los rromà son enviados de vuelta a una situación peligrosa, ya que son una pequeña minoría en Kosovo, que ha sido atacada en numerosas ocasiones por miembros de la mayoría albanesa. En muchos casos, sus casas fueron ocupadas o destruidas y tienen pocas esperanzas de encontrar trabajo.


Imagen del Primer Congreso Gitano, celebrado en Londres en 1971

En medio del momento tan terrible que todos estamos viviendo, están los “Gitanos” 12 millones de personas que en ningún sitio son bien recibidos, aun siendo ciudadanos europeos de pleno derecho, la realidad como siempre supera la ficción, igual da el partido que gobierne, derecha, izquierda, extrema derecha, los ciudadanos gitanos siguen padeciendo toda clase de abusos, torturas y asesinatos. ¿Alguien me podría explicar cómo podremos borrar de la memoria de nuestros hijos tanto sufrimiento y tanto dolor?

El dolor es insoportable, ya está bien. ¡Basta ya! España no se queda atrás, (Galicia, Barcelona, Madrid, Andalucía...) jamás podré borrar de mi memoria la cara de horror de nuestros niños en casos tan salvajes como los de Mancha Real, Torredonjimeno, Martos, Castellar, sí, todos ellos ocurridos aquí en Jaén. No me olvido de “el barrio” de Antonio Díaz, en Jaén, de cómo se les usa según las conveniencias políticas, como moneda de cambio, ¿puede haber algo peor? Cómo dormir tranquilo bajo el provecho de personas que carecen de lo básico, de lo elemental, donde lo que prima es el instinto de supervivencia, mientras la mayoría tienen cubiertas sus necesidades básicas, estas familias solo piensan en cómo podrán alimentar a sus hijos cada día y la única herencia de generación en generación que le dejan a sus hijos es la esclavitud intelectual, el abandono escolar, el desempleo y la desesperanza. En Andalucía, Sevilla, tenemos el asentamiento chabolista más antiguo de España.

El pueblo y la cultura gitana forman parte de la historia e identidad de España y de Europa. Todos los pueblos y todas las culturas que forman la Unión Europea tienen protegidas sus identidades. Sin embargo, el pueblo y la cultura gitana continúan necesitando oportunidades para su desarrollo. El poeta Federico García Lorca escribía en el romancero gitano “Lo llamo gitano porque el gitano es lo más elemental, lo más profundo, mas aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad”.

Durante siglos la estructura básica que ha vertebrado la sociedad gitana ha sido el linaje y la familia. En la segunda mitad del siglo XX, los gitanos/as comienzan a organizarse en asociaciones; este proceso político llega a su punto más importante cuando el 8 de abril de 1971 se celebra en Londres el Primer Congreso Mundial Gitano. En él se institucionalizó la bandera gitana, se adoptó como himno internacional el ‘Gelem, gelem’. Se acordó trabajar por demandar el reconocimiento de la identidad gitana por parte de las Naciones Unidas y se iniciaron las bases para la estandarización de la lengua romaní, que se consiguieron algunos años después.

Desde las páginas de este periódico expreso mi gratitud a las instituciones y a las mujeres y hombres, gitanos y no gitanos que han contribuido a la búsqueda de la igualdad del pueblo gitano.

Los gitanos y gitanas de España queremos compartir este día con todos los ciudadanos y ciudadanas con un rayo de esperanza, un sentimiento de concordia y solidaridad.

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