La Junta Directiva de la Unión Romani, consultada con carácter de urgencia, tras conocer la renuncia al trono de España de S.M. el Rey Juan Carlos I, quiere poner de manifiesto su profundo respeto por el Jefe del Estado al que reconoce todos los incalculables méritos que le corresponden como principal artífice de la Transición que nos trajo a todos los españoles la mejor y más larga época de nuestra historia en el disfrute de las libertades ciudadanas y en la implantación de la democracia basada en la supremacía del Estado de Derecho.

Como españoles que nos reconocemos y como gitanos que somos, queremos igualmente poner de manifiesto que bajo el reinado de Don Juan Carlos los gitanos españoles hemos alcanzado el mayor grado de reconocimiento, como ciudadanos, que jamás hemos obtenido a lo largo de la historia. La democracia reinstaurada hizo posible, entre otras muchas cosas, que el actual presidente de la Unión Romani, Juan de Dios Ramírez-Heredia, fuera el único gitano Diputado constituyente que con su firma y votación contribuyó al establecimiento de la Constitución Española que a todos nos ampara.

Pero nosotros, gitanos temperamentales y de reacciones espontáneas, queremos decir con orgullo que nuestra inteligencia nos empuja a estar junto a Don Juan Carlos agradeciéndole su labor y deseándole lo mejor del mundo, pero nuestro corazón, nuestro cariño entrañable, y nuestro amor sin límites está junto a Doña Sofía de Grecia, nuestra Reina gitana de la que tantas pruebas de amor y compromiso hemos recibido a lo largo de su dilatado reinado.

Le deseamos al Príncipe de Asturias y futuro Rey de España que sepa ser sensible ante las enormes carencias que sufre nuestro pueblo, como siempre lo ha sido su madre. Las últimas elecciones al Parlamento Europeo han puesto de relieve que el racismo y la xenofobia crecen de forma alarmante en toda Europa y también en España. Solo una postura abiertamente comprometida con la defensa de los Derechos Humanos puede justificar el acceso al poder de nuestros dirigentes y la adhesión democrática de la mayoría. Ese compromiso debería ser el mejor título que debería ostentar la Corona para ganarse el afecto y la adhesión de la mayoría de los españoles.

Nuestra Reina se lo ha ganado de sobra. Ella ha sido nuestra mejor defensora y quienes hemos tenido la suerte de tratarla damos testimonio de sus esfuerzos por lograr que los gitanos españoles salieran de la marginación y la ignominia para ocupar el espacio que como ciudadanos españoles nos correspondían. Tanto que a veces hemos pensado: “lástima que la Reina solo reine y no gobierne”.

Por eso hoy, al conocer de la abdicación de la Corona del Rey Don Juan Carlos I, nosotros queremos gritar con emoción ¡¡VIVA LA REINA!!

Por la Junta Directiva de la Union Romani,

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Presidente