María Rubia es una gitana incansable. Activista por la promoción de su pueblo desde hace años, trabaja codo con codo con asociaciones de toda Europa para que la gitana deje de ser la comunidad más estigmatizada y marginada. La asociación que dirige, Nakeramos, ha sido escogida miembro de Ternype, una red que integra a asociaciones de jóvenes gitanos de 14 países diferentes y que está realizando iniciativas muy interesantes de las que María nos habló con la pasión que la caracteriza.

Nakeramos ha sido escogida miembro de Ternype, la Red Internacional de Jóvenes Gitanos. ¿Qué implica para vuestra asociación esta elección?

“Implica formar parte de un movimiento asociativo nuevo, diferente, fresco, donde las asociaciones prácticamente son gitanas pero la gente que la compone son también no gitanos, lo que es una interacción bastante positiva. Los proyectos y programas en los que se trabaja son en su mayoría programas europeos que te dan cierto conocimiento de todo el trabajo que se puede hacer con los jóvenes de base, a través de programas como el ‘Erasmus Plus’ o en este tiempo atrás ‘Youth in Action’, ambas iniciativas muy positivas para nuestra juventud”.

¿Cuáles son los objetivos que se marca Ternype?

“Ante todo, apostamos por una juventud activa y participativa en la sociedad y para ello les formamos, y fomentamos el empoderamiento. Por ejemplo, desde Nakeramos estamos realizando un proyecto de democracia participativa con jóvenes a nivel nacional e internacional, con un socio de Italia, Romà Onlus. Hacemos formaciones basadas en ciudadanía europea en las que damos a conocer cuáles son nuestros derechos como ciudadanos europeos y también nuestras responsabilidades, o el funcionamiento del activismo juvenil. Otro de los objetivos de este proyecto es crear una plataforma social de juventud a nivel nacional y posteriormente internacional. Esta juventud conoce que es una campaña, los workshops, los grupos de trabajo, los proyectos de otras asociaciones… Es un método de aprendizaje muy fresco”.

Tú que estás en contacto continuo con la juventud gitana a nivel europeo, ¿cuáles crees que son actualmente sus aspiraciones y cuáles son sus problemas?

“La gran mayoría de las aspiraciones son las mismas que tienen el resto de los jóvenes no gitanos de Europa, y también tienen las mismas preocupaciones, porque ante todo, se comparte el ser joven y eso conlleva tener unas necesidades específicas: plantearte tu futuro, el trabajo… Desde otro lado, siendo realistas y entendiendo la gran dificultad que está padeciendo en estos momentos nuestra comunidad en toda Europa, nuestro gran problema es el racismo y la xenofobia. Estamos intentando combatirlos de una forma totalmente pacifista y con un trabajo en conjunto con los jóvenes no gitanos, para mostrar la verdadera identidad de la juventud gitana, que está libre de esos prejuicios y estereotipos de los que tanto hemos sufrido como colectivo”.

¿Crees que algún día dejaréis de cargar con esos estereotipos?

“Es muy difícil, porque después de tantos años están impregnados. Pero también es cierto que día a día se está trabajando en ello y yo veo la luz. No quiero ser negativa. El trabajo conjunto de esta red, por ejemplo, me demuestra que hay jóvenes que están apoyando totalmente nuestro movimiento. Mira en Francia, con el caso Leonarda, la niña expulsada que fue detenida durante una excursión, como todos los jóvenes salieron a la calle para defender a su compañera.A mí me emocionó, me puso la piel de gallina. Eso te da esperanza”.

Para que la frescura que admiras en Ternype sea más generalizada, ¿los jóvenes deberían tener más voz en las asociaciones y en las instituciones?

“Es cierto uno de nuestros códigos culturales está regido por el respeto a nuestros mayores, y es cierto también que nuestros mayores, por la experiencia que tienen, siempre nos podrán dar un buen consejo y ponernos en el buen camino, pero también es cierto que la sociedad va avanzando y nos tenemos que ir adaptando al momento actual, y quizá sí que es necesario que los jóvenes tengan su lugar. No hablo de crear un relevo intergeneracional, los mayores deben seguir teniendo su espacio, pero los jóvenes necesitan el suyo y necesitan un sitio donde tener su propia voz. Pienso que todos podemos formar parte de ello. De hecho, el programa de democracia participativa del que te hablaba antes se llama ‘Fortaleciendo la voz de los jóvenes gitanos’, porque es importante que ellos tengan la voz y que nadie hable por ellos, sino que ellos mismos aprendan a decir lo que quieren y que tengan confianza en sí mismos”.

También me parece indispensable en la formación de esta juventud la figura de los referentes gitanos. Personas que como tú trabajáis por vuestro pueblo, que os movéis y lucháis por los derechos de los rromà.

“Totalmente, además es como un virus, se contagia rápidamente. Y eso es buenísimo, se impregnan y quieren formar parte de ello. En este proyecto le damos la posibilidad al joven de que tome decisiones y haga cosas por sí mismo. Cuando les das esa motivación empiezan a desarrollar sus capacidades y te sorprenden muchísimo”.

Esta generación de jóvenes gitanos es la mejor preparada, muchos de ellos cursan estudios superiores. ¿En qué medida los jóvenes gitanos han entendido que formarse y estudiar es indispensable para vivir en igualdad de condiciones que el resto de la juventud?

“Cada vez lo tienen más claro. El problema es que el momento actual que estamos viviendo, con la subida de tasas y los recortes en educación, es muy difícil para las familias gitanas, con muchos hijos y en la mayoría de los casos con todos sus miembros sin trabajo, por culpa también de ese estereotipo que se arrastra. Si la situación de crisis perjudica a la sociedad, a nosotros los gitanos nos perjudica el doble o el triple. Siempre estamos en la cola de la cola. Por ello es difícil, pero no imposible. Y hay cada vez más jóvenes que se matriculan en la universidad o en grados superiores. Es un movimiento pequeño pero continuo. Y eso también es muy positivo”.

Volvamos otra vez a Ternype. Estáis realizando una campaña que promueve el 2 de agosto como el Día de Conmemoración del Genocidio Gitano. ¿Cuál es el objetivo de esta iniciativa?

“La iniciativa quiere reivindicar el Genocidio Gitano porque consideremos que hasta ahora ha sido poco reconocido. Señalamos la fecha del 2 de agosto, a parte de compartir el 27 de enero, Día Internacional para el Recuerdo de las Víctimas del Holocausto, ya que en la noche del 2 de agosto de 1944 los nazis ejecutaron a más de 3.000 gitanos en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau. Venían los rusos a liberar el campo y se tuvieron que dar prisa para exterminarlos a todos en una sola noche. Aquello fue muy fuerte. Los pocos supervivientes gitanos, porque de aquella noche solo quedaron 6 o 7 niños, cuentan que conforme llegaban los gitanos al campo de exterminio ni siquiera pasaban por el registro, iban directamente de los vagones a las cámaras de gas. Por eso no hay un registro real de las víctimas. En agosto del año pasado hicimos un viaje de cinco días a Polonia y realizamos talleres y conferencias en la Universidad de Cracovia, éramos 450 participantes. Y el 2 de agosto fuimos a Auschwitz-Birkenau e hicimos unos actos de conmemoración en recuerdo de las víctimas. Al volver, nos hicimos la promesa de hacer este evento cada vez más grande y de continuar a nivel nacional e internacional con esta iniciativa. De ahí nació la idea de elaborar un manifiesto y por ello el 27 de enero del 2014 todos los países miembro de la red leímos simultáneamente el manifiesto en nuestras ciudades. Nakeramos organizó una jornada en el Ayuntamiento de Barcelona, apoyada por Francina Vila, regidora de Mujer y Derechos Civiles y por el departamento de Participación Social. Instalamos la exposición ‘Na Bistar!’, una muestra fotográfica sobre el genocidio gitano y leímos el manifiesto, al que se adhirió el Ayuntamiento de Barcelona. Se ha pedido también a la Generalitat de Catalunya que se adhiera, y si todo va bien se puede llegar a convertir en una declaración institucional. Como siempre Barcelona vuelve a ser pionera con los gitanos. Esta comunicación directa con la administración no les sucede al resto de nuestros socios europeos y por ello trato de trasladar cómo funciona nuestro Consell Municipal del Poble Gitano al resto de compañeros, para que ellos puedan ir promoviendo en sus países una iniciativa similar”.

Y para el próximo 2 de agosto, ¿qué estáis preparando?

“Se está preparando algo similar, volveremos a Auschwitz, y esta vez desde España viajaremos 46 personas de diversas asociaciones gitanas. Por ejemplo, viajarán con nosotros Veus Gitanes con su proyecto de radio para transmitir en directo las actividades que se realicen. Este año hay dos días de mercadillo de actividades, donde se hará un intercambio de los proyectos que realizan las diversas asociaciones para dar ideas nuevas. La FAGIC financia el viaje para un grupo de  jóvenes de las asociaciones federadas, priorizando las juveniles. En Barcelona, el 18 de julio, Nakeramos volverá a montar la exposición ‘Na Bistar!’ en la plaza San Felip Neri y realizaremos una performance en relación con la noche del 2 de agosto. Leeremos el manifiesto de nuevo para darle la máxima difusión al proyecto. Invitamos a todos a participar en este acto”.

Silvia Rodríguez Gómez