04.09.2014 - PLASENCIA

Las mujeres gitanas crean una asociación para luchar por la igualdad de oportunidades

Quieren romper con los tópicos y estereotipos de su cultura para que la sociedad las reconozca y las valore justamente

 


Las mujeres de esta nueva asociación quieren conseguir la igualdad de oportunidades para todos los gitanos / Andy Solé

Tras muchos años sufriendo el peso de los tópicos y los estereotipos, las mujeres gitanas del barrio de Gabriel y Galán de Plasencia han decidido crear una asociación. Este grupo de mujeres pretende unir fuerzas para luchar por sus derechos y los de su familia.

Desde hace mes y medio se reúnen siempre que pueden en el 'culto', pues aún no tienen sede. Actualmente forman parte de esta agrupación ocho mujeres, que componen la directiva.

Yolanda Jiménez es la presidenta. Se muestra nerviosa pero ansiosa ante este nuevo reto en su vida. «No sabemos muy bien por dónde empezar, pero tenemos muchas ganas de trabajar», declara.

Esta agrupación surgió gracias al convenio que existe entre la Federación de Asociaciones Gitanas de Extremadura (FAGEX) y la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Plasencia. Además, estas mujeres también cuentan con el apoyo de la Asociación Gitana de Plasencia, que lleva trabajando desde hace 26 años. Su presidente, Juan Vázquez, fue quien aconsejó a las mujeres que formaran una asociación para realizar más actividades y tener más fuerza.

Todas las componentes del grupo se muestran ilusionadas con este nuevo reto. Aseguran que quieren romper con los tópicos que rodean a la tradición gitana y “hacer justicia”, pues aseguran que se sienten discriminadas en muchos aspectos.

“La gente piensa que no cambiamos, pero nuestra mentalidad es cada día más abierta. Queremos demostrar que no todos los tópicos que nos rodean son ciertos”, declara Gema Jiménez, tesorera del grupo.

El técnico de Fagex del Ayuntamiento de Plasencia, Luis Olivera, se está encargando de apoyar a esta joven organización. Olivera asegura que lo primero que tienen que hacer es reunirse para elaborar un proyecto con todas las actividades que quieran realizar como asociación. Después deben presentarlo al Ayuntamiento para que estudien cómo llevar a cabo sus peticiones e ideas.

El técnico de Fagex asegura que desde la Concejalía de Servicios Sociales, y en especial la edil María Teresa Díaz, están muy interesados en trabajar con estas mujeres.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan la mayoría de los gitanos es la falta de estudios. Todas las socias que forman parte de esta agrupación dejaron el colegio siendo prácticamente unas niñas y ninguna de ellas posee el graduado escolar. Esto afecta muy negativamente a sus vidas, pues no pueden optar a la mayoría de los trabajos que se ofertan.

“Todas trabajamos en el mercado con nuestros maridos. Somos dos personas y apenas conseguimos el sueldo de una. Vamos tirando con lo que ganamos, pero sólo nos llega para comer”, declara Yolanda Jiménez.

Las gitanas se muestran de acuerdo en la importancia de que sus hijos estudien para poder avanzar y tener una vida mejor. A pesar de ello, el absentismo escolar continúa siendo un problema grave entre los niños gitanos.

Sus madres aseguran que en muchos casos el problema reside en que los padres no pueden llevarles al colegio, porque se van muy temprano a trabajar. Por ello, una de las primeras acciones que se plantean desde la asociación es lograr que un autobús escolar pase a recoger a los pequeños para que no tengan que faltar al colegio.

Desde la Consejería de Igualdad también se están tomando medidas para evitar el fracaso escolar entre los jóvenes gitanos. Desde el programa de intervención con el pueblo gitano, este año por primera vez se están llevando a cabo actividades de refuerzo escolar. “Nos reunimos con los profesores y directores de los diferentes centros para que nos informaran de los alumnos que no faltan a clase y es con ellos con los que trabajamos”, afirmó Luis Olivera. “Son esos niños los que tienen que mantener el hábito y reforzar sus conocimientos para que puedan ir a secundaria”.

A las madres también les gustaría estudiar. “Me encantaría saber expresarme mejor y no tener problemas a la hora, por ejemplo, de tener que rellenar papeles”, dice Rebeca Toroso, secretaria del grupo.

Todas aseguran que quieren mejorar su formación y su educación para poder optar a mejores condiciones laborales. “Queremos tener la oportunidad de mejorar”, dice María Jesús Vázquez, que tiene el cargo de vocal.
Colaboración

Ninguna de las mujeres ha pertenecido nunca a ninguna asociación, por lo que aseguran que no tienen muy claro qué acciones emprender. Eso sí, se muestran entusiasmadas ante la posibilidad de trabajar con otros grupos. “Queremos que nos enseñen y nosotras también mostrarles nuestra cultura”. Así, tienen en mente la posibilidad de realizar cursos de cocina gitana o de peluquería y estética y colaborar con los colegios para llevar su cultura a los centros educativos.

“Nosotras lo que queremos es que nos miren como a iguales, que nos conozcan mejor y nos valoren por lo que somos, sin juzgarnos por nuestra cultura o nuestro modo de vida”, afirman. “Tenemos mucho que ofrecer”, declara Yolanda Jiménez. Y están dispuestas a trabajar duro para conseguir sus objetivos.

 

(Iris Donoso; Hoy)

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