Algunos medios de comunicación se aprovechan de pobres gitanos a los que ponen y quitan galones de general en función de sus estudios de audiencia despreocupándose de los daños colaterales que puedan efectuar.

Nos ponen luces, nos apagan las luces, nos ponen arriba o abajo, nos proyectan focos de neón, ponen el nombre gitano en los rótulos cuando les interesa, quitan el rótulo gitano cuando ya nos les vale, asocian lo gitano a lo moral o lo inmoral en función de la hora del día o de la semana, se ríen  o nos respetan dependiendo del share...

Somos públicamente lo que quieran decir de nosotros. Ahora toca decir que somos homófobos. En otro tiempo anterior tocaba decir que éramos machistas. Y en otro tiempo sucios, ladrones, violentos, caníbales... Pero solo somos gitanos, un Pueblo oprimido que sigue teniendo orgullo de ser gitano aunque intenten llenar de basura nuestro nombre. No más insultos, no más humillaciones, no más agresiones. No en nuestro nombre.

(El autor es el director del Instituto de Cultura Gitana. Estos comentarios los hizo en relación al circo mediático que suscitaron las palabras de Los Chunguitos en Gran Hermano VIP).