Hoy celebramos el 70º Aniversario de la liberación de Auschwitz. Ese día, el campo polaco se convirtió en el paradigma de la barbarie humana y se confirmaron los peores temores: el nazismo exterminó sistemáticamente a todos aquellos que eran diferentes, entre ellos, medio millón de gitanos.

Desde hace siete décadas, la humanidad mira horrorizada aquella época en la que la perversidad más absoluta se hizo bandera en una de las naciones que el mundo miraba con admiración. El desamparo del humano ante el Genocidio es algo con lo que tendremos que vivir de por vida, y es importante no olvidar ni siquiera a una sola víctima de aquella tragedia, porque el día que las olvidemos estaremos condenándolas de nuevo.

Hoy, setenta años después, desde la Unión Romaní queremos recordar y honrar a todas estas víctimas con nuestra memoria y nuestras palabras, porque somos conscientes de que todavía viven entre nosotros quienes defienden a aquellos asesinos, y porque vemos con horror como algunos de nuestros hermanos gitanos, judíos, homosexuales, etc. todavía tienen que vivir perseguidos y estigmatizados tantos años después.

No es banal recordar que el fascismo, el racismo y la xenofobia van de la mano y alimentan los momentos de crisis económica en los que una gran parte de la población se siente perdida. Por eso, es indispensable reforzar las instituciones democráticas de nuestro continente para que ningún fascista, racista o xenófobo consiga tener eco en nuestras sociedades. Aunque quizá llegamos tarde a este deseo: el 20% de los europarlamentarios pertenecen a grupos de extrema derecha.

¿Conmemorarán hoy estos eurodiputados a las víctimas del nazismo? ¿Encenderán velas en su recuerdo? ¿Lamentarán profundamente su pérdida, setenta años después? Quisiéramos no abrigar ninguna duda ante estas preguntas, pero desgraciadamente, no es así. Aún quedan Auschwitz por liberar.

Salud y libertad. 

Silvia Rodríguez Gómez

Responsable de comunicación de la Unión Romaní