15.06.2015 - SEVILLA

Unión Romaní ayuda a mejorar la salud de las familias chabolistas pero alerta de que faltan recursos


Una familia procedente de San Juan de Aznalfarache junto a Tincuta Leonte, mediadora intercultural y José Luís Ramírez, trabajador social del área de asuntos sociales de Unión Romaní / Unión Romaní

En una coyuntura dónde la respuesta institucional para erradicar las necesidades básicas de la población más vulnerable se vuelve insuficiente, Unión Romaní acoge en el proyecto de Mediación sanitaria con población chabolista a un total de 12 familias, en su mayoría de origen rumano, con el objetivo de paliar las carencias alimentarias e higiénicas de los más pequeños.

El fin último del proyecto no se resume en el elemento económico como resorte transformador del contexto de necesidad que padecen si no que se plantea como una actuación complementaria a otras intervenciones de índole preventiva en torno al escenario sanitario.

La inclusión de los menores en el programa de niños sanos, la tramitación de las tarjetas sanitarias para facilitar el acceso al sistema sanitario andaluz, la planificación familiar o  la detección y el tratamiento de enfermedades infecto contagiosas, conforman toda una serie de medidas encaminadas a mejorar la situación sanitaria de la población chabolista de origen comunitario.

Pero lo cierto es que por más que intentamos cubrir las situaciones más adversas de las familias con las que nos encontramos en nuestro quehacer diario, se cuentan por decenas las que quedan huérfanas de atención debido a las limitaciones presupuestarias del proyecto y por la ampliación del mismo a otros territorios hasta ahora sin atender, como es el ejemplo de San Juan de Aznalfarache y Camas, ambos municipios del aljarafe hispalense, dónde el chabolismo tradicional de tiendas de campañas y barracas adherido a los márgenes del Guadalquivir se ha metamorfoseado en un chabolismo vertical propulsado por la multiplicación de viviendas vacías que nos encontramos en los arrabales de ambos municipios.

La coordinación entre los dispositivos sanitarios (hospitales y Centros de Atención Primaria), Servicios Sociales, Cruz Roja y Unión Romaní, además de intensa y estrecha, se ha vuelto indispensable para la localización de las situaciones más desamparadas y para la elaboración de una intervención conjunta que no duplique recursos y redunde en la eficacia de los sistemas de protección.

 

(Unión Romaní)

 

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