30.07.2015 - MADRID

Derribando barreras metro a metro

Kelian Borja se preparó a conciencia y cumplió su objetivo: finalizar el Maratón de Madrid

 


Kelian Borja cruza la meta del Maratón de Madrid el pasado 26 de abril

Kelian Borja ha cumplido un hito importante en su vida. Hace poco, este gitano burgalés de 35 años y mediador social de la Asociación Unión Gitana de Burgos, completó los 41.295 metros del Maratón de Madrid en 3 horas 46 minutos y 17 segundos. “Iba a terminar la prueba sí o sí, en ningún momento pensé en abandonar”, reconoce.

Pero llegar a la línea de meta de un maratón no es tarea fácil. Para realizar esta marca, Kelian tuvo que entrenarse duramente. Durante casi cuatro meses, el atleta recorrió más de mil kilómetros, entrenando una media de cinco días a la semana. “Me ha tocado madrugar muchos días y alguna que otra visita al fisio, pero según iban pasando las semanas, me sentía más fuerte y eso mentalmente me ha ayudado mucho, ya que veía que el entreno iba dando sus frutos”.

El maratón es la prueba reina para cualquier persona que practica running –lo que antes llamábamos footing– y que poco a poco empieza a participar en carreras populares cortas, llegando al medio maratón y finalmente, al maratón. Es el caso de Kelian. “En 2005 empecé a practicar running, aunque desde siempre he sido una persona activa y he estado practicando otros deportes, como fútbol y fútbol-sala. En mi casa, desde que tengo uso de razón, siempre he tenido la figura de mi padre, que también ha practicado deporte, lo que me ha servido de ejemplo”, relata Kelian. “En el 2012 participé en mi primer evento deportivo, y me enganché. Desde entonces hasta hoy, han sido muchas las carreras en las que he participado. Fueron tan buenas las sensaciones que opté por dar el paso a la prueba reina”, recuerda Kelian, y agrega: “A nivel personal me lancé a ello para demostrarme a mí mismo de lo que soy capaz, así como de poner al límite mi cuerpo, tanto física como mentalmente”.

El día de la gran prueba, el pasado 26 de abril, llovía en Madrid. “Los treinta primeros kilómetros fueron más llevaderos y en los últimos diez se me hizo más duro, pero en ningún momento aflojé, al contrario, en la gráfica de tiempos que nos facilitó la organización se refleja como iba más rápido en los últimos kilómetros, aunque sobre todo del 32 al 40 se hicieron bastante duros, por la climatología y las cuestas”. 

Kelian no duda de que hacer deporte es una actividad que beneficia a quien lo practica tanto a nivel físico, mental y social. “Nuestro cuerpo se encuentra más sano y funciona mejor; te encuentras más vivo y despierto, con más ganas de hacer cosas, ves la vida desde otra perspectiva, y por otro lado te relacionas con más gente, te diviertes, amplías tu círculo de amistades y previenes conductas de consumo de alcohol o tabaco”, argumenta el burgalés.

Es por ello que como mediador de la Asociación Unión Gitana de Burgos está desarrollando un programa de educación entre jóvenes donde se fomenta mucho el deporte. “Además de trabajar aspectos escolares y laborales, muchas de nuestras actividades están relacionadas con el deporte. Es una forma de ‘enganchar’ a los jóvenes hacia nuestras actividades, de fomentar hábitos de vida saludables y de trabajar la prevención, sobre todo con jóvenes adolescentes. La práctica de deportes a nivel social lleva a estos jóvenes a relacionarse con otros grupos de personas no gitanas, con lo que se potencia e impulsa las relaciones interpersonales a través de la realización de actividades deportivas”, relata Kelian.

El deporte es sacrificio, técnica y táctica, y, aunque a veces es individual, otras muchas veces se realiza en equipo. Este es uno de los puntos que Kelian destaca del programa que desarrollan con los jóvenes gitanos. “Dentro del programa de ‘Educación no formal: actividades educativas, culturales y de ocio’ que nuestra entidad está realizando gracias a los fondos del IRPF que concede Unión Romaní a las asociaciones federadas, fomentamos la práctica del deporte, trabajando la adquisición de hábitos saludables, así como la adquisición y el respeto de normas y el trabajo en equipo. Estas herramientas que fomentamos, pretendemos que sean interiorizadas por los destinatarios y trasladadas a diferentes ámbitos de su vida personal. Siempre lo enfocamos desde una perspectiva educativa, trabajando valores de compañerismo en el que todos y cada uno de los destinatarios se sientan agentes activos y protagonistas del trabajo en equipo”, recalca.

Por si fueran pocos los beneficios de practicar deporte que ya hemos relatado, Kelian apunta uno más. La participación y el fomento en actividades deportivas sería una buena forma de seguir derribando estereotipos, ya que uno de los que más persigue a los gitanos es el de “vagos”. “El deporte es una herramienta de inserción social, ya que podemos dar a conocer a la sociedad mayoritaria algo ‘poco frecuente’ dentro de nuestra etnia como es la participación en eventos deportivos organizados. Tenemos que ser uno más y que mejor que estar presente en cuantos más sitios de este tipo”, admite. De esta forma “rompemos los estereotipos que tanto daño nos hacen, porque no solo vamos a estar en sitios donde se cante y se baile, sino que también vamos a estar jugando en un campeonato de fútbol, en una carrera popular, en una yincana, etc.”.

“Tenemos que hacerles ver que somos una minoría muy heterogénea y que no todos somos como nos retratan en los medios de comunicación. Tenemos que darnos a conocer para que la gente tenga un conocimiento real de toda la realidad y no de una pequeña parte, para ello, tenemos que ser los propios gitanos los que demostremos nuestra realidad y no dejar que nadie nos ‘utilice’ para aumentar su audiencia”, señala.

Kelian lo tiene claro. Su trabajo y su hobbie están demostrándole que las barreras pueden derribarse, a veces desde el esfuerzo y el sacrificio, a veces desde el conocimiento y el tesón, y casi siempre, con todos esos elementos al unísono. Pronto empezará a preparase para otro reto deportivo, y así, la vida, tiene alicientes y motivos. Y en su camino, de paso, sigue derribando barreras, las suyas propias, y las de quien se tope con él y se sorprenda de ver a un gitano llegando a su meta.

 

Silvia Rodríguez

 

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