La directora general de Servicios para la Familia y la Infancia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Salomé Adroher, intervino el 30 de julio en el Memorial del Samudaripen, un homenaje que dicho Ministerio, junto con el Consejo Estatal del Pueblo Gitano y el Instituto de Cultura Gitana, realizaron en honor de las víctimas gitanas del régimen nazi y también de las que perecieron en la Gran Redada.
En el acto, Adroher realizó un discurso emotivo y cargado de significado, que reproducimos a continuación:
En primer lugar quiero manifestaros que es un honor para mí poder participar en este acto tan importante en el que rendimos homenaje a todos aquellos gitanos y gitanas que sufrieron discriminación, reclusión y asesinato en tantas otras ocasiones a lo largo de la historia.
Ha costado mucho poder celebrar este memorial, muchos esfuerzos, especialmente por parte del vicepresidente segundo del Consejo Estatal del Pueblo Gitano pero también por el director del Instituto de Cultura Gitana y del propio ministerio. Permitidme que agradezca a mi equipo de funcionarias comprometidas y entregadas, el trabajo que han realizado para que hoy podamos estar aquí.
Lo importante es que estemos aquí hoy celebrando este acto en conmemoración y recuerdo de las víctimas, para que acontecimientos como éste no caigan en el olvido y poco a poco vayamos dando los pasos para impulsar la instauración de este memorial en nuestro país, siguiendo así las recomendaciones del Parlamento Europeo.
Haciendo un poco de historia, que conocéis vosotros mejor que yo, el 30 de julio de 1749 el Rey Fernando VI dictó una orden "de prisión general de Gitanos", acontecimiento conocido como "La Gran Redada", en la que se encarcelaron a miles de gitanos y gitanas españoles (10 o 12 mil), que permanecieron en diferentes prisiones, muriendo muchos de ellos encarcelados por el mero hecho de ser gitanos. Y no fue hasta el año 1765 cuando los supervivientes, que aún se encontraban retenidos, fueron finalmente puestos en libertad. Este año se cumplen 250 años desde esa liberación, y por eso esta celebración es especialmente importante y simbólica, como nos habéis manifestado en numerosas ocasiones.
Además, muy próxima a esta fecha, el 2 de Agosto ha sido declarado por el Parlamento Europeo como Día del Recuerdo de las Víctimas del Samudaripen coincidiendo con la noche en que 4.000 gitanos fueron asesinados en el campo de Auschwitz aunque fueron más de 500.000 los exterminados en campos de concentración.
Esta es la primera vez que celebramos en España el Samudaripen, y como Gobierno y organizaciones gitanas, queremos hacer presentes a todas las víctimas de la barbarie racista y excluyente y afirmar desde la fortaleza que nos da su recuerdo, nuestra firme voluntad de construir sociedades inclusivas, que no discriminen ni expulsen a sus miembros, y que valoren la aportación que cada uno de los grupos que la componen aporta al bien común. La lucha contra la discriminación y la puesta en valor de todos los grupos sociales, son las dos apuestas que hoy hacemos.
La lucha contra la discriminación del pueblo gitano en España tiene dos pilares fundamentales: incidir en el cambio de actitudes de la población mayoritaria hacia los gitanos y situar a los gitanos españoles en situación de igualdad con el resto de los ciudadanos de nuestro país.
Con el objetivo de luchar contra esta discriminación, se han desarrollado en España políticas con la consideración de abordar en primer lugar la cuestión gitana, desde una perspectiva basada en el ejercicio de los derechos fundamentales y la igualdad de oportunidades.
España, como sabéis, es uno de los países pioneros en la Unión Europea en desarrollar un Programa de Desarrollo específico para la población gitana, implantado desde el área de la acción social pero que posteriormente ha sido extendido a otras áreas políticas.
Especial relevancia en esta extensión ha sido la creación del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, que supone un reconocimiento público a la labor de las organizaciones sociales, que constituyen un apoyo imprescindible para la Administración pública, para que los esfuerzos realizados para la promoción gitana tengan efectos reales en la población que más lo necesita. Es gracias al esfuerzo de las organizaciones representadas en el Consejo Estatal del Pueblo Gitano que nos encontramos hoy aquí, en la sede de nuestro ministerio celebrando este acto, dando mayor protagonismo a las entidades, a la población gitana y sobre todo dándole una mayor visibilidad a un acontecimiento que es desgraciadamente desconocido por gran parte de la población española .
La implicación y colaboración de las entidades sociales esta posibilitando una mayor coordinación en la consecución de los objetivos de la Estrategia Nacional para la Inclusión de la población gitana 2012-2020.
La lucha contra la discriminación y la puesta en valor de todos los grupos sociales, son las dos apuestas que hoy hacemos.
Permitidme poner en valor en este acto emocionado y emocionante, lo que a mi juicio el pueblo gitano nos aporta a las sociedades en las que vivís y a las personas que, como yo, nos relacionamos con vosotros. Y son los tres pilares sobre los que se asienta vuestro modo de ser milenario y que yo he aprendido de vosotros y con vosotros:
1) El primer gran pilar de vuestra identidad colectiva es la familia. La familia es el núcleo esencial en el que nacemos, y en el que echamos raíces para que nos crezcan las alas y podamos formar nuestras propias familias desde los principios y valores que hemos aprendido en casa. Me encanta escucharos llamándoos unos a los otros primos o tíos, poniendo en valor los lazos esenciales de la familia extensa, que nos apoya en los momentos difíciles y celebra con nosotros los buenos momentos de la vida. El respeto a los mayores, la corresponsabilidad de todos, incluso de los más pequeños para sacar adelante la familia, son rasgos admirables de vuestro pueblo. Comprendéis como nadie a la familia como espacio esencial de solidaridad, y de vosotros debemos aprender, para no perder nuestras raíces. Sois un pueblo fuerte porque vuestras familias lo son.
2) A pesar de ser un pueblo marcado históricamente por la movilidad tenéis un gran arraigo, allí donde estéis, a la tierra en la que vivís y de la que habláis con orgullo y patriotismo. A ningún otro colectivo o sector de los que conozco le he oído pronunciar la palabra España con la frente tan alta como a vosotros. A España la consideráis vuestra casa común, a ella pertenecéis y a ella la enriquecéis: la cultura española está entreverada de cultura gitana. Vosotros sabéis mucho, por la historia que hoy celebramos, de diversidad, de interculturalidad, de tolerancia y queréis que España sea un país abierto a todos y que no discrimine. Sois un pueblo con fuerte identidad europea, y española y lo que hoy celebramos es precisamente esto: ni en Europa ni en España deben volver a repetirse hechos tan terribles y deplorables como la Gran Redada y el Holocausto.
3) Soraya Post, Eurodiputada sueca que precisamente sufrió en sus propias carnes estos hechos deleznables que hoy recordamos, este pasado 8 de abril, al recoger el premio a toda una trayectoria que concede el Instituto de Cultura Gitana, invocaba a Dios, padre de todos que nos hace iguales como hermanos, con los mismos derechos y la misma dignidad. Este es el tercer rasgo que he visto en vosotros y os honra. Más allá de las creencias personales de cada uno, sois un pueblo anclado en la trascendencia, que mira a las estrellas cuando camina, sabiendo que más allá de las fatigas de cada día hay alguien muy grande que nos cuida y nos protege con ternura. Y esa confianza y convicción os hace caminar más seguros.
Queridos amigos gitanos, tíos, tías, primos, primas… La familia, la patria y la trascendencia son tres elementos que os hacen fuertes como pueblo y que gracias a vuestra aportación nos hacen también más fuertes a las sociedades en las que estáis presentes. Este es vuestro más importante tesoro y legado. Gracias por compartirlo con nosotros.