23.09.2015

También hay familias gitanas que huyen de la Guerra Civil de Siria

El pasado día 7 de septiembre Juan de Dios Ramírez-Heredia, Presidente de Unión Romaní, envió una carta certificada a la Vicepresidenta del Gobierno de España, Doña Soraya Sáenz de Santamaría, ofreciéndole los servicios de la Asesoría Jurídica de Unión Romani, así como la de un selecto grupo de abogados, gitanos y no gitanos, para colaborar con el Gobierno de la Nación en la atención que se les pueda prestar a los refugiados gitanos en particular, y a todos los refugiados en general, que pudieran tener como destino nuestro país, tras el reparto efectuado por la Comisión de la Unión Europea.

Son bastantes las familias gitanas, tanto europeas como americanas, que nos preguntan sobre las posibilidades de atención que recibirían estos refugiados al llegar a España. Nuestra respuesta, por el momento, no puede ser otra más que la de hacer público nuestro ofrecimiento a las autoridades españolas.

Reproducimos a continuación el texto de la carta dirigida al Palacio de la Moncloa:

 

Ante todo permítanos manifestarle nuestra satisfacción por la decisión que hemos visto en el Presidente del Gobierno cuando declaró firmemente en la rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico, David Cameron, que "España no va a negar el derecho de asilo a nadie. No lo hemos hecho antes y no lo vamos a hacer ahora". De la misma forma que valoramos especialmente su gesto de crear una COMISIÓN INTERMINISTERIAL que, presidida por usted, estudie propuestas viables para abordar el gravísimo problema de los refugiados al que se enfrenta la Unión Europea. Estudio que debe servir para que España actúe con voz propia y con verdadero conocimiento de la situación durante la celebración del Consejo de Ministros del Interior que se celebrará en Bruselas el próximo día 14 de septiembre.

Esta acertada decisión del Gobierno de España nos permite, señora Vicepresidenta, ofrecerle nuestros conocimientos y nuestra experiencia con el fin de que los refugiados gitanos que proceden de países en conflicto, y que huyen temiendo por sus vidas y las de sus hijos, encuentren en el Gobierno de España la mejor garantía para la defensa de sus derechos fundamentales.

Por circunstancias de la vida y por el hecho de que el que suscribe fuera Diputado Europeo en la época de la desintegración de la antigua Yugoslavia, conocemos muy bien la tragedia que supone que centenares de miles de gitanos tuvieran que abandonar a toda prisa sus casas por negarse a empuñar un fusil y participar en una guerra que no era la suya. Hoy, tras sufrir una durísima represión, escasamente si quedan en Alemania unos 15.000 gitanos asilados.

Nos consta que hay gitanos sirios en los campamentos de refugiados, pero nadie quiere identificarse como gitano, aunque la fisonomía es inconfundible. Así lo han testimoniado estos días periodistas y corresponsales que están in situ informando de esta tragedia. En Siria hay una sangrienta guerra civil y los gitanos no cuentan con el respaldo de ningún bando.

Sabemos que en el CETI de Melilla ha habido gitanos sirios y que en alguna ocasión se ha denunciado en un diario de Nador que una gran cantidad de gitanos sirios habían llegado hasta la frontera con Melilla.

En Irak viven miles de gitanos en situación de suma pobreza. Pero lo más grave es que son perseguidos por las milicias integristas religiosas. Quieren huir del país y lo intentan. Pero su extrema pobreza les impide juntar la cantidad mínima que las mafias les reclaman para traerlos a esta parte del mundo.

Los enfrentamientos en Croacia entre una parte de la población y los “pro rusos” han colocado a los gitanos croatas en una situación imposible. Y huyen porque reciben golpes de las dos partes.

Sabemos, Sra. Vicepresidenta, del interés del Gobierno en hacer las cosas bien contando con la experiencia de quienes más saben y mejor pueden asesorarles en estos temas. Por eso nos parece muy bien que el Ejecutivo se haya puesto en contacto con el presidente de la FEMP y que piense hacer lo mismo urgentemente con las principales ONG españolas conocedoras de estos asuntos para preparar una acción conjunta.

 

Nuestro ofrecimiento

Aquí nos tiene. Desde la Asesoría Jurídica de la Unión Romani, en colaboración con un grupo selecto de gitanos y gitanas abogados ejercientes, nos ponemos a su disposición. Tal vez el valor añadido que tiene nuestra participación en esta labor humanitaria sea, al margen de nuestros conocimientos jurídicos, nuestra común condición de gitanos y la facilidad con que podríamos entendernos con personas que, en algunos casos, solo hablan en rromanó.

Reiterándole nuestro reconocimiento por la actitud de España en ayudar con generosidad a los refugiados que llamen a nuestras puertas, le saludo respetuosamente.

 

Juan de Dios Ramírez-Heredia

 

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